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la circulación sistémica, donde la presión de perfusión es la presión arte-

rial menos la presión venosa. Además, el aumento de la presión arterial

pulmonar hacia las zonas inferiores del pulmón y la presión alveolar

constante aumentan la presión de perfusión hacia las zonas inferiores del

pulmón, llamada zona II. Por tanto, el flujo sanguíneo aumenta hacia

abajo,hacia esta zona.Enzonasmás inferioresdel pulmón tanto lapresión

arterial como la presión venosa superan a la presión de los alveolos, por

lo que la presión de perfusión es la presión arterial menos la presión

venosa. A esta parte del pulmón se la llama zona III. Como la presión

arterial y la presión venosa aumentan en la misma medida hacia abajo

hasta la zona III,demodo que la presión hidrostática se acumula a ambos

lados, la presión de perfusión no aumenta en la parte inferior de la zona.

Sin embargo, la perfusión aumenta hacia la parte más inferior, aunque

posiblemente menos que el aumento de la zona II. La explicación pro-

puesta es que el aumento de la presión vascular dilata los vasos hacia las

zonas inferiores del pulmón, y de este modo se reduce la resistencia

vascula

r 35

.

Unos años después de que se hicieran estas observaciones

iniciales se descubrió que el flujo sanguíneo disminuye en la parte

inferior del pulmón, por lo que era necesario añadir una zona IV

al modelo de perfusión pulmona

r 35 .

Esto exigía una nueva expli-

cación, según la cual el aumento de la presión intersticial hacia la

parte inferior del pulmón comprime los vasos extraalveolares y

hace que sean más estrechos. En consecuencia, la distribución

vertical del flujo sanguíneo se podía explicar por la influencia de

la gravitación sobre la presión vascular, alveolar e intersticial.

La homogeneidad de la distribución del flujo sanguíneo

también se ha estudiado durante los vuelos con lanzadera con

gravedad cero o microgravedad. Mediante la utilización de técnicas

indirectas basadas en el análisis de la variación de las concentra-

ciones de gases inspirados que son sincrónicas con los latidos car-

díacos («oscilaciones cardiogénicas») se ha registrado una distri­

bución más uniforme del flujo sanguíneo pulmona

r 37

.

Heterogeneidad no gravitacional de la distribución

del flujo sanguíneo

En experimentos en perros, grupos de trabajo de la clínica Mayo y

posteriormente de Seattle observaron que la distribución vertical del

flujo sanguíneo pulmonar era casi homogénea y no se modificaba

cuando se alteraba la posición entre decúbito supino y decúbito

pron

o 36

. Ante este hallazgo, el grupo de Seattle llegó a la conclusión

que la gravedad tenía poca importancia en la determinación de la

distribución de la perfusión. El mismo grupo mostró también que la

perfusión a un nivel vertical determinado está distribuida de forma

heterogénea en ese plano horizontal, con una heterogeneidad mucho

mayor a la que se observa en dirección vertical

( fig. 5-12

). En expe-

rimentos cuidadosamente repetidos, se pudo reproducir el mismo

patrón de heterogeneida

d 38

. Esto indica que hay diferencias morfoló-

gicas o funcionales (o de ambos tipos) entre los vasos pulmonares

que también (y tal vez de forma más importante que la gravedad)

determinan la distribución del flujo sanguíneo. A modo de ejemplo,

la resistencia vascular parece ser menor en las regiones dorsales de

los pulmones del caballo que en la parte anterio

r 39 .

Así, en un animal

que está de pie o en reposo sobre sus cuatro patas la mayor parte del

tiempo, el árbol vascular se ha adaptado a esa posición y, mediante

un aumento de la resistencia de las partes anteriores, ha conseguido

que el flujo sanguíneo se distribuya de forma más homogénea.

Otros grupos también han hecho observaciones que indican

una distribución heterogénea del flujo sanguíneo que no se puede

explicar por la gravedad, de modo que acude más sangre a la parte

central del pulmón y menos a la periferia

40 .

Se propuso una mayor

distancia hasta el lecho periférico como explicación de la mayor resistencia vascular hacia la periferia. Sin embargo, otros autores

encontraron menos diferencias entre las regiones pulmonares cen-

trales y periféricas. La aplicación de presión positiva espiratoria

final (PEEP) a perros anestesiados y sometidos a ventilación mecá-

nica desvió la perfusión del pulmón hacia la periferi

a 41

. Como

siempre, es crítica la fiabilidad de las técnicas utilizadas. Parece que

la distribución espacial del flujo sanguíneo medido mediante

tomografía computarizada por emisión monofotónica (SPECT),

técnica que se ha utilizado en algunos estudios, tiene artefactos de

reconstrucción. Otros autores han utilizado una técnica de microes-

feras y han medido la distribución en pulmones resecados. Aunque

puede tener otras limitaciones, puede no ser arriesgado concluir

que se han acumulado datos suficientes que permiten creer en una

heterogeneidad no gravitacional de la perfusión pulmonar.

Vasoconstricción pulmonar hipóxica

La vasoconstricción pulmonar hipóxica (VPH) parece ser un meca-

nismo compensador dirigido a reducir el flujo sanguíneo en las

regiones pulmonares hipóxicas. El principal estímulo para la VPH

es una presión parcial de oxígeno alveolar baja, ya sea como conse-

138

Fisiología y anestesia

I

Figura 5-11

 Distribución vertical del flujo sanguíneo

pulmonar. Se han señalado las denominadas zonas I, II, III y IV.

Como se puede ver, la zona I corresponde a una región en la

que la presión alveolar supera a la presión vascular, lo que

lleva a que prácticamente no haya perfusión. La zona II se

caracteriza por una presión arterial pulmonar que supera a la

presión alveolar, que a su vez supera a la presión venosa. En

este caso la presión impulsora será la presión arterial menos la

presión alveolar. En partes más inferiores, en la zona III, tanto

la presión arterial como la presión venosa superan a la presión

alveolar. La diferencia entre la presión arterial y la presión

venosa genera la fuerza impulsora en esta zona. En la parte

inferior del pulmón hay una disminución del flujo sanguíneo

que se explica por el aumento de la presión intersticial que

comprime los vasos extraalveolares. Se pueden ver más

detalles en el texto. Palv, presión alveolar; Pla, presión

auricular izquierda; Ppa, presión arterial pulmonar; Q˙

t

, gasto

cardíaco.