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1548

Control de la anestesia

III

Hay tres tipos de autotransfusión: donación autóloga preoperatoria

(DAP), hemodilución normovolémica aguda (HNA) y recupera-

ción intraoperatoria y postoperatoria de sangre (rescate de sangre).

Las ventajas, desventajas, aplicaciones y complicaciones varían con

las técnicas utilizadas.

Las dos razones principales para usar la autotransfusión

son evitar las complicaciones asociadas a las transfusiones

alogénicas y la conservación de los recursos sanguíneos. Los

pacientes con fenotipos sanguíneos infrecuentes o aloanticuerpos

se pueden beneficiar de la autotransfusión, porque puede que no

siempre se disponga de sangre alogénica compatibl

e 1 .

Las posibles

complicaciones de la transfusión alogénica que pueden ser elimi-

nadas o minimizadas con la autotransfusión son las reacciones

hemolíticas agudas y tardías, la aloinmunización, las reacciones

alérgicas y febriles y las enfermedades infecciosas transmitidas

por transfusión. La recuperación intraoperatoria de sangre puede

ser la única opción para proporcionar un volumen suficiente

de sangre compatible cuando se produzca una pérdida rápida e

intensa de la misma. La HNA representa la única fuente práctica

de sangre total fresca.

El papel de la obtención de sangre autóloga en cirugía per-

manece aún hoy en evolución, y se basa en la mejoría de la segu-

ridad de la sangre, el aumento de los costes y la aparición de

alternativas farmacológicas a la transfusión sanguíne

a 2-4

. La DAP

llegó a ser aceptada como práctica estándar en algunas situaciones

quirúrgicas programadas, como la cirugía de sustitución articular

total, de tal manera que en 1992 más del 6% de la sangre trans-

fundida en Estados Unidos era autólog

a 5 .

Con posterioridad, las

mejoras sustanciales en la seguridad de la sangre han producido

un declive de la DAP

( tabla 47-1 )

y han suscitado el interés en la

HNA como estrategia alternativa de menor cost

e 6 .

Sin embargo,

la percepción de la opinión pública acerca de la seguridad de la

sangre y la resistencia a aceptar sangre alogénica en situaciones de

transfusión programad

a 7

, acompañadas de la mayor escasez de las

existencias de sangre, continúan otorgando a las estrategias de

obtención de sangre autóloga un papel significativo en el escenario

quirúrgico.

Donación preoperatoria de sangre

Selección de pacientes

Los criterios para los donantes de autotransfusión no son tan

estrictos como para los donantes alogénicos. Las normas de bancos

de sangre y servicios de transfusión de la American Association of

Blood Banks (AABB) exigen que la hemoglobina (Hb) del paciente-

donante no sea menor de 11 g/dl ni el hematocrito (Hto) menor

del 33% antes de cada donació

n 8

. No hay límites de peso ni edad.

Los pacientes pueden donar 10,5ml/kg además de las muestras

para pruebas. Se puede donar más de una vez por semana, pero la

última no debe hacerse en las 72 horas previas a la cirugía para

permitir un tiempo de recuperación del volumen intravascular y

para el transporte y la realización de pruebas a la sangre donada.

Las normas del servicio de transfusión, instauradas bajo los

auspicios de los comités de transfusión de los hospitales, difieren en

lo relativo a la extracción y el uso de la sangre autóloga con marca-

dores virales positivos. La práctica habitual es excluir el uso de sangre

con reacción positiva al antígeno de superficie de la hepatitis B y al

virus de inmunodeficiencia humana por seguridad de los pacientes

y del personal. Algunos hospitales aceptan y transfunden la sangre

autóloga con cualquier marcador viral positivo y negar a los pacien-

tes infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana la opor-

tunidad de recibir su propia sangre podría constituir una violación

de la legislación estadounidens

e 9

. Los candidatos para la extracción

preoperatoria son pacientes estables con procedimientos quirúrgicos

programados en los que hay probabilidad de transfusión sanguínea.

En las intervenciones donde la necesidad de transfusión sea

improbable (es decir, la previsión máxima de sangre para uso

Tabla 47-1

 Extracción y transfusión de sangre autólog

a *

en Estados Unidos

Fuente

1980

1986

1989

1992

1994

1997

1999

2001

Autóloga transfundida (% de todas las unidades de sangre) N/D

N/D

369 (3,1%) 566 (5,0%) 482 (4,3%) 421 (3,7%) 367 (3,0%) 359 (2,6%)

Total transfundida

9.934

12.159 12.059 11.307 11.107 11.476 12.389 13.361

Autóloga extraída (% de todas las unidades de sangre)

28 (0,25%) 206 (1,5%)

655 (4,8%) 1,117 (8,5%) 1,013 (7,8%) 611 (4,9%) 651 (4,7%) 619 (4,0%)

Total extraída

11.174 13.807 13.554 13.169 12.908 12.550 13.649 14.259

*Miles de unidades.

N/D, no disponible.

Modificada de Goodnough LT, Brecher ME, Kanter MH y cols.: Medial progress: Transfusion medicine. Part I. Blood transfusion.

N Engl J Med

340:439-447, 1999.

también pueden ser beneficiosas para proporcionar

hemostasia en otras situaciones, como las caracterizadas

por hemorragia profusa y alteración de la producción de

trombina.

13.

La medicina y la cirugía sin sangre se definen como un

trabajo de equipo que reduce la pérdida de sangre y

utiliza las mejores alternativas disponibles al tratamiento

de transfusión alogénica, a la vez que se centra en

proporcionar la mejor asistencia médica posible a todos

los pacientes. Algunos pacientes se oponen a recibir

sangre o hemoderivados como parte de su tratamiento

médico debido a creencias religiosas o por preocupación

sobre la seguridad de las transfusiones sanguíneas,

independientemente de su educación religiosa.