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Anestesia para la cirugía laparoscópica

1953

58

Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

ción del paciente o la ventilación mecánica con control de volumen.

La observación de un aumento de la Paco

2

cuando se usa CO

2

,

pero no cuando se emplean óxido nitroso (N

2

O) o helio como gases

para la insuflación, sugiere que el mecanismo más importante del

aumento de la Paco

2

durante el neumoperitoneo con dicho gas es

su absorción, y no las repercusiones que sobre la mecánica venti-

latoria pueda tener el incremento de la PI

A 26,27

. Así, mediante la

medición directa de la eliminación de CO

2

(V˙ co

2

) con un monitor

metabólico combinado con el estudio del intercambio gaseoso, se

observó un aumento del 20-30% del V˙ co

2

sin modificaciones sig-

nificativas del espacio muerto fisiológico en pacientes sanas que

iban a someterse a una laparoscopia pélvica (PIA de 12-14mmHg)

con el cabecero de la mesa de operaciones hacia abaj

o 14,28

o a una

colecistectomía laparoscópica con el cabecero hacia arrib

a 14,29

. La

evolución del aumento de la V˙ co

2

y la Paco

2

se superpone. La

absorción de un gas desde la cavidad peritoneal depende de su

capacidad de difusión, del área de absorción y de la perfusión

sanguínea de las paredes de la cavidad. Como la capacidad de

difusión del CO

2

es alta, se supone que se absorberán grandes

cantidades de este gas hacia la sangre, con el consiguiente aumento

de la Paco

2

. La limitada elevación de la Paco

2

que se observa en la

práctica puede explicarse por la capacidad de la sangre para alma-

cenar CO

2 30

y por el trastorno de la perfusión local por el aumento

de la PI

A 17

. Si se deja salir el gas, el CO

2

acumulado en los capilares

peritoneales colapsados llega a la circulación sistémica, provocando

un aumento transitorio de la Paco

2

y de la V˙ co

2 31

.

Los cambios respiratorios durante las intervenciones lapa-

roscópicas pueden contribuir al ascenso de la presión de CO

2

. El

desajuste entre la ventilación y la perfusión pulmonar puede

deberse a la posición del paciente y al aumento de las presiones en

la vía respiratoria secundario a la distensión abdomina

l 18,32

. Liste y

cols

. 17

estudiaron la relación entre la V˙ co

2

y la presión de insufla-

ción del CO

2

intraabdominal en cerdos. Para una PIA de hasta

10mmHg, el incremento de la V˙ co

2

era el responsable del aumento

de la Paco

2

. Con PIA mayores, la elevación continuada de la Paco

2

sin un incremento proporcional de la V˙ co

2

dependerá de la expan-

sión del espacio muerto respiratorio, que se refleja por la amplia-

ción del gradiente

a-ETCO

2 17 .

Si no se ajusta la ventilación

controlada en respuesta al aumento del espacio muerto, la ventila-

ción alveolar disminuirá y la Paco

2

se incrementará. En los pacien-

tes sanos, la absorción de CO

2

desde la cavidad abdominal es el

principal (por no decir, el único) mecanismo responsable del

aumento de la Paco

2 13

, pero en pacientes con problemas cardio-

rrespiratorios, los cambios ventilatorios también contribuyen de

forma notable al aumento de la Paco

2 21 .

Los valores de la Pao

2

y

los cortocircuitos intrapulmonares no sufren modificaciones signi-

ficativas durante la laparoscopi

a 12,13

.

Es deseable mantener la Paco

2

dentro de los límites fisioló-

gicos, ajustando los parámetros de la ventilación mecánica contro-

lada. Salvo en circunstancias especiales, como cuando se produce

un enfisema subcutáneo por CO

2

, el incremento de la Paco

2

puede

corregirse con facilidad, aumentando un 10-25% la ventilación

alveolar.

Complicaciones respiratorias

Enfisema subcutáneo por CO

2

El enfisema subcutáneo por CO

2

puede desarrollarse como com-

plicación de una insuflación extraperitoneal accidenta

l 33 ,

pero

también puede ser considerado un efecto secundario inevitable de

determinadas intervenciones quirúrgicas laparoscópicas que

obligan a hacer una insuflación extraperitoneal intencionada, como

en la reparación de la hernia inguinal, la cirugía renal o la linfade-

nectomía pélvica

( fig. 58-3 ) 14,34,35

. Durante la fundoplicatura lapa-

roscópica para corregir una hernia de hiato, la apertura del

peritoneo que cubre el hiato diafragmático permite el paso del CO

2

a presión a través del mediastino hacia la región cervicocefálica. En

estas circunstancias se producen elevaciones de la V˙ co

2

, la Paco

2

y

la Petco

2 14

. Cualquier aumento de la Petco

2

que ocurra después

de alcanzada la presión meseta deberá hacer pensar en esta com-

plicación. El incremento de la V˙ co

2

puede ser de tal magnitud que

haga casi imposible reducir la hipercapnia mediante ajustes de la

ventilación. En este caso, deberá interrumpirse transitoriamente la

laparoscopia para poder eliminar CO

2

, aunque puede reanudarse

una vez corregida la hipercapnia y utilizando una presión de insu-

flación menor. De hecho, la presión del CO

2

determina la magnitud

del enfisema y de la absorción del gas. El enfisema subcutáneo por

CO

2

cede con facilidad cuando cesa la insuflación y ni siquiera el

enfisema subcutáneo cervical contraindica la extubación traqueal

cuando acaba la intervenció

n 36 .

Nosotros recomendamos mante-

ner al paciente con ventilación mecánica controlada hasta que se

corrija la hipercapnia, sobre todo en los pacientes con EPOC, para

evitar un aumento excesivo del trabajo respiratorio.

Neumotórax, neumomediastino y neumopericardio

El movimiento del gas durante la creación del neumoperitoneo

puede ocasionar un neumomediastin

o 37

, un neumotórax unilateral

o bilatera

l 38

y un neumopericardi

o 39

. Los vestigios embrionarios

son canales potenciales de comunicación entre la cavidad perito-

neal y los sacos pleural y pericárdico, que pueden abrirse cuando

aumenta la presión intraperitoneal. Los defectos del diafragma y

los puntos débiles de los hiatos aórtico y esofágico también pueden

permitir que pase gas al tórax. Además, el neumotórax es capaz de

desarrollarse a partir de desgarros pleurales provocados en la unión

gastroesofágica durante las intervenciones quirúrgicas laparoscó-

picas (p. ej., fundoplicatura para una hernia de hiato). Mientras que

la apertura de los conductos pleuroperitoneales se asocia a neumo-

tórax, sobre todo en el lado derecho (de la misma forma que la

ascitis o la diálisis peritoneal pueden asociarse a derrames pleurales

derechos

) 40 ,

los neumotórax asociados a la fundoplicatura afectan

con mayor frecuencia al lado izquierdo del tórax.

Figura 58-2

 Cambios en la ventilación en función del estado general del

paciente. La Pa

co

2

y la P

etco

2

se midieron antes y durante la insuflación de

CO

2

. Los pacientes se agruparon según la clasificación de la ASA: grupo 1

(círculos verdes),

ASA I (

n

=20); grupo 2

(círculos azules),

ASA II-III (

n

=10).

(Datos de Wittgen CM, Andrus CH, Fitzgerald SD y cols.: Analysis of the

hemodynamic and ventilatory effects of laparoscopic cholecystectomy.

Arch

Surg

126:997, 1991.)