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ración con la que se produce con la anestesia general sol

a 154 .

Para

explicar estas observaciones puede recurrirse a diversas hipótesis.

El dolor y las molestias de la distensión peritoneal, las alteraciones

hemodinámicas y los cambios en la ventilación inducidos por el

neumoperitoneo podrían contribuir a la respuesta al estrés en la

laparoscopia. Si bien la aferencia parietal, reducida de forma notable

en la laparoscopia, parece ser un estímulo importante para la hiper-

glucemia postoperatoria, la nocicepción visceral, menos afectada

por la laparoscopia, podría contribuir en mayor medida a la esti-

mulación de la corteza suprarrena

l 139 .

Sin embargo, la administra-

ción preoperatoria de agonistas

a

2

puede reducir la respuesta al

estrés intraoperatori

o 71,96,97 .

Dolor postoperatorio

El traumatismo quirúrgico contribuye al dolor y a la alteración fun-

cional pulmonar. La laparoscopia permite disminuir significativa-

mente el dolor postoperatorio y las necesidades de analgésicos (v.

cap. 77 ) 3,141,154,156-160

. No obstante, el dolor puede ser intens

o 161-163

y su

naturaleza varía según la técnica quirúrgica; tras la laparotomía, los

pacientes se quejan más de dolor parietal (es decir, de la pared abdo-

minal), mientras que después de la colecistectomía laparoscópica

refieren también dolor visceral (p. ej., cólicos biliares [colecistectomía]

o espasmos pélvicos [ligadura de trompas]) y dolor a punta de dedo

en el hombro debido a la irritación diafragmátic

a 162,163

. El dolor de la

laparoscopia es multifactorial y se han propuesto distintos tratamien-

tos para aliviarl

o 164,165

. La infiltración con anestésicos locales (p. ej.,

intraperitoneal, en la puerta de entrada) como tratamiento del dolor

postoperatorio en la colecistectomía laparoscópica logra resultados

contradictorio

s 166-170

. Los beneficios de la anestesia local intraperito-

neal son mayores en las laparoscopias ginecológica

s 166,171

. El bloqueo

del mesosalpinx reduce el dolor postoperatorio y el consumo de

analgésicos luego de la esterilización laparoscópic

a 166,171

. El bloqueo

del mesosalpinx disminuye el dolor postoperatorio y las necesidades

de analgésicos después de una ligadura de trompas por laparosco-

pi

a 166

. El neumoperitoneo residual con CO

2

contribuye al dolor post­

operatorio y se ha demostrado que la evacuación cuidadosa del gas

que persiste tras desinflar el peritoneo es eficaz para reducir ese

dolo

r 164,172,173

. La administración preoperatoria de fármacos antiinfla-

matorios no esteroideos (AINE) y de inhibidores de la ciclooxigena-

sa-2 amortigua el dolor, y lo mismo sucede con el consumo de

opiáceos tras la laparoscopia ginecológic

a 174-177

y la colecistectomía

laparoscópic

a 178-182

. Sin embargo, varios autores no pudieron demos-

trar ningún efecto importante de la administración preoperatoria de

AINE sobre el dolor tras la esterilización laparoscópica, que es más

intenso que después de la laparoscopia ginecológica diagnóstic

a 183-186 .

La dexametasona también es eficaz en el dolor postoperatori

o 187

. En

la actualidad, la analgesia multimodal es el tratamiento recomendado

para tratar y prevenir el dolor tras la cirugía laparoscópic

a 188-190 .

Disfunción pulmonar

La cirugía abdominal alta desencadena cambios postoperatorios en

la función pulmonar (v. también

cap. 83).

La alteración de la función

respiratoria es menos intensa y la recuperación es más rápida tras la

laparoscopi

a 3,90,141,154,156,157,191-193 .

Sin embargo, la función del diafragma

también sufre alteraciones significativas después de las intervenciones

laparoscópica

s 194-196 .

La analgesia epidural torácica no mejora la

función pulmonar después de la colecistectomía laparoscópic

a 154

. En

pacientes anciano

s 197 ,

obeso

s 159,198

, fumadores y con EPO

C 198

se des-

criben reducciones mayores de los volúmenes espiratorios y una recu-

peración más lenta de la función pulmonar tras la laparoscopia que

en los pacientes sanos. Sin embargo, la función pulmonar postopera-

toria mejora más en ellos tras la laparoscopia que después de la

laparotomí

a 159,160,198

. La alteración de la función pulmonar postopera-

toria es menor después de la laparoscopia ginecológica que con la

cirugía laparoscópica abdominal alt

a 199

.

Náuseas y vómitos postoperatorios

La laparoscopia se asocia a menudo a secuelas postoperatorias

menores que pueden persistir más de 48 horas y retrasar de forma

significativa el alta de los pacientes ambulatorio

s 200 .

Además de

los diferentes tipos de dolor postoperatorio, las molestias descri-

tas con mayor frecuencia son las náuseas y vómitos postoperato-

rios (NVPO) (40-75% de los pacientes

) 201-203

. Así como los

opiáceos intraoperatorios aumentan la incidencia de NVP

O 204-206 ,

la anestesia con propofol puede reducir de forma notable la

elevada incidencia de estos efectos secundario

s 206,207

. El efecto del

N

2

O sobre la incidencia de náuseas sigue siendo objeto de

discusió

n 206,208,209 .

El drenaje del contenido gástrico también

reduce la emesis postoperatori

a 210 .

Parece que la administración

intraoperatoria de droperidol y el empleo de agonistas de la 5-hi-

droxitriptamina tipo 3 ayudan a prevenir y tratar estos efectos

secundario

s 206,211-215

. La escopolamina transdérmica alivia las

náuseas y los vómitos tras la laparoscopia ambulatori

a 201 .

La flui-

doterapia intravenosa abundante en el perioperatorio también

contribuye a disminuir estos síntomas y mejora la recuperación

en el postoperatorio

216-218 .

Alternativas al neumoperitoneo

con CO

2

Se están investigando nuevas estrategias para reducir las conse-

cuencias fisiopatológicas del neumoperitoneo con CO

2

.

Gases inertes

La insuflación con un gas inerte (p. ej., helio, argón), y no con CO

2

,

evita el aumento de la Paco

2

secundario a su absorció

n 219,220

, lo que

previene la necesidad de hiperventilació

n 27,221-223

, aunque persisten

las consecuencias que tiene sobre la ventilación el incremento de

la PIA. Los cambios hemodinámicos asociados al neumoperitoneo

con un gas inerte son similares a los observados cuando se utiliza

CO

2

. Sin embargo, el uso de estos gases acentúa la disminución del

gasto cardíaco, al tiempo que atenúa la elevación de la presión

arteria

l 27,90,223,224

. Por desgracia, la escasa solubilidad de los gases

inertes en la sangre plantea problemas de seguridad en caso de

embolia gaseos

a 225,226 .

Laparoscopia sin gas

Otra alternativa es la laparoscopia sin gas, en la que la expansión

de la cavidad peritoneal se consigue elevando la pared abdominal

mediante un dispositivo retráctil con forma de abanico. Esta

técnica evita las repercusiones hemodinámicas y respiratorias del

aumento de la PIA y las consecuencias del uso del CO

2 227-231 .

La

perfusión renal y esplácnica no se altera

n 108,232

. La laparoscopia

sin gas también reduce las metástasis en la puerta de entrada en

las intervenciones quirúrgicas por cánce

r 233,234

. Por tanto, esta

técnica resulta atractiva en los casos de enfermedades cardíacas o

Anestesia para la cirugía laparoscópica

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

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