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Anestesia por subespecialidades en el adulto
IV
Agentes de guerra química y biológica como armas
de destrucción masiva: mito y realidad
Al final de la Segunda Guerra Mundial se elaboró el informe
Tizar
d 14 ,que consideraba las posibles armas nucleares y biológicas
futuras (ambos tipos se habían empleado en el conflicto). Parece
que el término
armas de destrucción masiva
(ADM) se empleó por
primera vez en este informe, porque parecía que ambos agentes
provocarían una pérdida masiva de vidas. Las armas químicas se
añadieron a este grupo durante la década de 1950, cuando el equi-
librio del poder internacional dependía del análisis sobre la pose-
sión de los tres agentes de ADM. De forma retrospectiva, la
clasificación de las ADM era inapropiada, al menos desde el punto
de vista médico. La consideración de los acontecimientos de la
Segunda Guerra Mundial demostró que las armas nucleares debe-
rían clasificarse junto con los sistemas armamentísticos que provo-
caban pérdidas masivas de vidas y destrucciónmaterial y ambiental,
como los explosivos potentes e incendiarios de Alemania en la
última parte de la guerra.
Peligros tóxicos civiles: MATPEL
En paralelo a las definiciones de los agentes de GQB, existe una
clasificación de los materiales peligrosos (MATPEL) utilizados en
la vida industrial cotidiana que se suelen liberar por accidente.
Muchos de ellos son tan tóxicos como las sustancias de guerra
química y se clasifican como MATPEL. Una convención de las
Naciones Unidas controla el uso y transporte de estos materia-
le
s 20,21. Los MATPEL se definen como materiales que provocan
lesiones y mortalidad masivas si se liberan desde un estado de
almacenamiento. El equivalente civil de la liberación de un agente
de guerra biológica es una infección natural manifestada como una
epidemia. Otro término usado para los MATPEL es el de
sustancias
químicas industriales tóxicas.
Se trata de sustancias que podrían
emplearse como agentes químicos improvisados en un ataque
terrorista.
Agentes de guerra química y biológica:
historia y desarrollo
Primera Guerra Mundial
Los agentes químicos se usaron desde 1915 hasta 1918 durante la
Primera Guerra Mundial. Su empleo se favoreció por el punto
muerto de la guerra de trincheras y se ha utilizado en tales condi-
ciones desde entonces, porque no se adaptan bien a las tácticas de
una guerra móvil. La dispersión a gran escala de cloro y fosgeno
en 1915 tuvo unos efectos considerables contra las tropas despro-
tegidas y provocó un gran número de víctimas y muertes. Fueron
estos primeros ataques los que quizá originaron la noción de los
agentes de GQB como ADM. (En realidad, los agentes químicos,
con una cifra inferior al 4%, presentaban la menor proporción de
muertos respecto a heridos de todas las armas utilizadas durante
la guerr
a 14, mientras que los proyectiles explosivos tenían la mayor
[
>
15%]. La artillería provocó el 59% de la mortalidad global en
todos los bandos.)
Durante la Primera Guerra Mundial se probaron muchos
agentes químicos diferentes y, por lo general, se liberaban como carga
de los proyectiles, aunque era difícil establecer concentraciones lo
suficientemente elevadas del agente para que fuera mortal, y el desa-
rrollo continuo de contramedidas significaba que las tropas mejor
entrenadas y con máscaras se afectaban menos. Aunque el fosgeno
podría considerarse con facilidad como el más letal de los agentes
utilizados, al provocar un edema pulmonar tóxico refractario, el gas
mostaza (un agente vesicante incapacitante) quizá provocó lamayoría
de las lesiones y eliminó a muchos soldados del campo de batalla
(por lo general temporalmente). Una característica de las víctimas
de la Primera Guerra Mundial que se pasa por alto es la posibilidad
de traumatismo combinado tóxico y físico. No se dispone de las
cifras exactas, pero de los 546 soldados estadounidenses que murie-
ron tras la exposición a los agentes de guerra química durante el
período de marzo a noviembre de 1918, el 6% también presentaba
lesiones por proyectile
s 22 .Las cifras de muertos y heridos no revelan
la verdadera magnitud de la invalidez provocada por la exposición
a los agentes tóxicos y es probable que el grado de efectos patológicos
a largo plazo fuera elevado, sobre todo dados los escasos servicios
médicos de posguerra en aquella época.
Desarrollo y empleo de agentes de guerra química
y biológica durante la Segunda Guerra Mundial
Durante la Segunda Guerra Mundial, las investigaciones de Schra-
der sobre los pesticidas organofosforados (OF), en 1936, llevaron
al desarrollo de los «agentes nerviosos» anticolinesterásicos por
Alemania en el más estricto secreto y, aunque nunca se utilizaron
en acción durante aquella época, se convirtieron en el principal
peligro tóxico durante la Guerra Fría y más tard
e 14 .Los rusos cap-
turaron una fábrica clave de agentes nerviosos y la reconstruyeron
en la Unión Soviética en 1945, lo que dio a este país la capacidad
de «destrucción masiva» mucho antes de que tuviera armas nuclea-
res. Una lección para los anestesistas militares y civiles es que
pueden esperarse víctimas combinadas tras el uso de agentes
tóxicos, pues se sabe desde hace tiempo que los comandantes sovié-
ticos consideraban el uso de armas químicas como parte de un
arsenal convencional más que como armas excepcionale
s 23.
Existen ciertas pruebas del empleo de agentes de guerra bioló-
gica en China por los japoneses, que tenían una unidad secreta dedi-
cada a su desarrollo desde principios de la década de 193
0 14 .La peste
y los clostridios se usaron en pruebas sobre prisioneros y contra
poblaciones civiles. El considerable conocimiento obtenido se pasó a
los Estados Unidos por el jefe de la sección tras su captura y constituyó
la base de un programa de desarrollo de guerra biológica ofensiva que
sólo finalizó en 1972, con la firma del tratado de guerra biológica.
Desarrollo durante la Guerra Fría
Ahora se sabe que a principios de la década de 1970 se inició un
programa soviético de guerra biológica que utilizó ingeniería gené-
tica y otras técnicas para desarrollar toda una nueva gama de
posibles agentes, como toxinas y «agentes de origen biológico
» 15 ,que probablemente estén desplegados en la actualidad. También se
produjo un desarrollo continuo de agentes nerviosos y de otro tipo
durante este período y una amplia investigación de estrategias
basadas en antídotos para el tratamiento de los heridos. Con el final
de la Guerra Fría, gran parte de la experiencia de los laboratorios
soviéticos puede haberse desplazado a otros países, lo que aumenta
el riesgo de que los agentes desarrollados de GQB y su tecnología
de liberación sea de más fácil acceso a grupos terroristas.
Guerra Irán-Irak
La guerra entre Irán e Irak durante la década de 1980 provocó el
empleo constante de agentes químicos y la primera aplicación de
las técnicas médicas modernas para el tratamiento de los heridos
por armas químicas. Las investigaciones exhaustivas de las Nacio-
nes Unidas establecieron que se había empleado gas mostaza y
lewisita (ambos vesicantes), junto con el agente nervioso tabún y
la micotoxina
24,25 .Las víctimas fueron casi en exclusiva iraníes, en
un número de unas 27.000. La mortalidad entre los afectados fue
inferior al 1%, lo que continúa la tendencia observada durante la
Primera Guerra Mundial respecto a la baja mortalidad de las armas
químicas y refleja casi con certeza el impacto de una atención
médica organizada para las víctimas y el uso de técnicas protecto-
ras. Sin embargo, un ataque iraquí contra un pueblo kurdo despro-
tegido en Hallabjah en 1989 provocó 5.000 muertos.