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Armas químicas y biológicas: la misión del anestesista

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

Oximas.

 Las oximas son compuestos capaces de reactivar, en

algunos casos, el complejo formado por el OF y la acetilcolineste-

rasa. Desde el punto de vista clínico, esto significa que pueden

revertir las acciones de los OF en el receptor nicotínico y, por tanto,

reducir el grado de parálisi

s 40,41

. Estas sustancias se utilizan de

forma amplia en el tratamiento clínico de la intoxicación por pes-

ticidas OF y agentes nerviosos. Desde una perspectiva química, son

compuestos monopiridínicos o bipiridínicos, que pueden unirse al

complejo y provocar que la molécula del agente nervioso se separe

de la enzima. Las oximas son un pilar fundamental de la respuesta

militar habitual al ataque con agentes nerviosos y se utilizan de

forma generalizada en el tratamiento de la intoxicación por pesti-

cidas. Sin embargo, su eficacia depende 1) de la naturaleza exacta

del agente nervioso implicado y 2) del tiempo transcurrido desde

el ataque hasta que se administran.

Se producen cambios químicos en el complejo agente

nervioso-enzima, conocidos como envejecimiento. Este proceso

ocurre de forma muy rápida en los seres humanos tras la expo-

sición al GD, pero menos con los otros agentes nerviosos. Uno

de los problemas fundamentales relacionados con la investiga-

ción de las oximas es la selección de un modelo animal adecuado.

En principio se pensó que los monos y las cobayas eran buenos

modelos de la intoxicación humana por OF, y se desarrollaron

protocolos terapéuticos para personas a partir de tales estudios.

Sin embargo, existen diferencias esenciales en la velocidad del

envejecimiento entre primates y roedore

s 42 .

La velocidad de

formación de la enzima envejecida en las diferentes especies

aumenta en el siguiente orden: ratón

<<

 rata

<

cobaya

<

conejo 

<

perro

<

vaca

<

mono = ser humano. Se sabe que la velocidad

de envejecimiento, obtenida a partir de estudios en eritrocitos

humanos, es muy rápida (semivida = 1,3 minutos), lo que indica

que la cobaya no sería un buen modelo para las personas.

Se dispone de varias oximas y en los últimos años se han

desarrollado nuevos compuesto

s 40,41 .

El más utilizado es la pralido-

xima (en forma de cloruro o de metano sulfonato [mesilato]). La

obidoxima se utiliza en algunos países para la intoxicación por pes-

ticidas OF y puede ser eficaz contra el GA. Las investigaciones más

recientes se han centrado en el uso racional de una serie de oximas

en términos del tipo empleado y de la dosis y pauta tempora

l 40,41,43 .

Se pensó que la HI-6, una oxima Hagedorn, podía reactivar el com-

plejo GD-enzima (la situación clínica más difícil de tratar). La HI-6

puede ser útil por otras propiedades farmacológicas y tal vez sea

ventajosa en el tratamiento de la intoxicación por GF y en otros casos

donde se haya usado antes la obidoxima.

Para el anestesista medio que trate a un paciente con sínto-

mas de intoxicación por un agente nervioso, lo más probable es el

entorno civil. En esta situación, la exposición al sarín es el caso más

frecuente y las pautas terapéuticas deberían, en buena lógica,

basarse en tal premisa. Los anestesistas militares pueden enfren-

tarse a otros peligros, pero disponen de equipos de detección espe-

cializada y modalidades terapéuticas basadas en la valoración de la

amenaza. En el ámbito civil, todas las víctimas por agentes nervio-

sos deberían recibir al principio mesilato de pralidoxima, además

de atropina y soporte vital respiratorio.

Régimen terapéutico práctico.

 El tratamiento con oximas

debería administrarse de forma simultánea a la atropin

a 38,40

. Se

recomienda la inyección por vía intravenosa lenta de pralidoxima

para evitar laringoespasmos, rigidez muscular e hipertensión. Este

fármaco (15-30mg/kg) se administra de forma intramuscular o

intravenosa durante 20 minutos en adultos y niños. Esta dosis

puede repetirse tras 4 horas (o en 1 hora si empeora la parálisis).

La concentración sanguínea terapéutica deseada debería ser de

4

m

g/ml. Sin embargo, los estudios de Worek y cols

. 41

demostraron

que los efectos terapéuticos plenos de la pralidoxima podrían con-

seguirse con concentraciones superiores. Los mismos autores

demostraron que existía una posibilidad de repetir la inhibición de

la acetilcolinesterasa tras el tratamiento con pralidoxima en eritro-

citos humanos, pero la relevancia en todo el organismo es incierta.

El sarín se degrada con rapidez en la sangre mediante hidrólisis. El

tratamiento con oximas en el hospital debería continuar en tanto

que se precise atropina.

Benzodiazepinas.

 Las acciones centrales de los OF originan des-

cargas de potenciales de acción y convulsiones. Para contrarrestar esta

acción se han usado durantemucho tiempo las benzodiazepinas. Dada

la acción conocida de los OF en el receptor

g

-aminobutírico y la acción

antagonista de las benzodiazepinas en este punto, el efecto puede ser

no colinérgic

o 44,45

. Las convulsiones pueden ser un signo precoz de

una intoxicación grave por un agente nervioso y se deben controlar

con rapidez para evitar una lesión cerebral a largo plazo.

Tratamiento previo con piridostigmina.

 El problema del

envejecimiento del complejo organofosforado-acetilcolinesterasa,

sobre todo con el GD, y la ineficacia del tratamiento con oxima

originaron un nuevo planteamiento profiláctico contra la intoxica-

ción por agentes nerviosos en el ámbito milita

r 9

. La piridostigmina

es un compuesto dimetil carbamato con un átomo de nitrógeno

cuaternario. Como resultado, no penetra la barrera hematoencefá-

lica en absoluto. Al igual que los demás carbamatos, como la neos-

tigmina y la fisostigmina, la piridostigmina es una anticolinesterasa,

por lo que tiene, en esencia, la misma acción que los OF. Sin

embargo, en el caso de los carbamatos, el complejo formado con la

enzima es fácilmente reversible. La dosis terapéutica normal de

piridostigmina es de 30mg cada 8 horas. No existe unión a proteí-

nas plasmáticas ni interacciones con fármacos que impliquen la

competición por sitios de unión. Entre el 79 y el 90% de la dosis

absorbida se excreta sin modificar por la orina. La reversibilidad

del complejo formado con la acetilcolinesterasa es tal que la enzima

vuelve al 90% de lo normal en 12 horas después de la última dosis.

Además, en estado estacionario, sólo el 40% de la acetilcolineste-

rasa disponible está en forma de complejo. Dado el considerable

margen de seguridad existente en la concentración de enzima en

las sinapsis colinérgicas, el tratamiento con piridostigmina no

provoca nada más que signos parasimpáticos leve

s 46 .

La piridostigmina tiene una acción protectora contra los OF

porque la acetilcolinesterasa que forma complejo con el carbami-

lato resiste el ataque tras la exposición posterior a un OF. Si una

persona que toma piridostigmina se expone después a una dosis

potencialmente mortal de OF, se autotransfunde de forma eficaz

una reserva de enzima durante el período posterior. Este proceso

no requiere la presencia de oxima. El OF se hidroliza con rapidez

en el torrente sanguíneo tras la exposición y no tiene acciones

adicionales sobre la acetilcolinesterasa liberada. La cantidad de

enzima liberada del complejo con el carbamilato es suficiente para

restaurar la transmisión neuromuscular por el margen de seguri-

dad existente en la sinapsis. Sin embargo, en los casos graves de

intoxicación por OF, son necesarias medidas de soporte vital para

salvar el intervalo entre el ataque del OF sobre la sinapsis y la

recuperación de la concentración de acetilcolinesterasa mediante

la autotransfusión.

Figura 64-4

 Dispositivo militar automático de inyección intramuscular que

contiene antídotos frente a agentes nerviosos.