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Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV

Fosgeno

El fosgeno

59

se ha utilizado como agente de guerra química, es un

peligro industrial establecido en todo el mundo y puede contem-

plarse como una posible amenaza terrorista. Es un modelo que hay

que tener en cuenta para otros peligros de su clase. Su fórmula es

cloruro de carbonilo y es familiar a la generación más antigua

de anestesistas porque es el producto de la reacción del tricloroe-

tileno con la cal sodada. El fosgeno se sintetizó por primera vez en

el siglo xix y se ha utilizado de forma industrial durante más de

un siglo, pero alcanzó notoriedad durante la Primera Guerra

Mundial, cuando se utilizó de forma generalizada por ambos

bandos a partir de 1915. Provocó más del 85% de todas las muertes

por agentes de guerra químic

a 14

. Se trata de un gas a temperaturas

normales y es no persistente

( tabla 64-3

). Es menos hidrosoluble

que el cloro, su inmediato predecesor como arma química en 1915,

una característica que provoca una penetración más distal del gas

en el árbol respiratorio y los alveolos. Se sabe desde la Primera

Guerra Mundial que el fosgeno presenta una latencia dual de su

acción, que subyace a su carácter esencialmente peligroso. Las fases

tras su exposición son las siguientes:

1. Justo tras el contacto se produce una intensa irritación res-

piratoria superior, con tos, náuseas, asfixia y presión torácica.

Estos síntomas se acompañan de irritación ocular y lagrima-

ción. En algunos casos se ha producido la muerte tras la

exposición a concentraciones elevadas de la sustancia sin

que se desarrolle edema pulmonar tóxico. La razón de esto

es incierta, pero puede relacionarse con hipoxia debida a

laringoespasmo o broncoespasmo intenso.

2. Los síntomas inmediatos de asfixia se siguen de un período

de latencia de 2-24 horas antes del desarrollo de síntomas

y signos más graves, con disnea, tos dolorosa y cianosis,

además de signos crecientes de edema pulmonar que culmi-

nan en colapso circulatorio y parada cardíaca.

Fisiopatología del edema pulmonar tóxico

El fosgeno reacciona mediante un ataque covalente contra muchos

grupos sustrato, como el NH

2

y el S

H 60 .

Las posibles células afec-

tadas son los neumocitos de tipo I y II, además de los macrófagos

alveolares. Se pueden encontrar enlaces covalentes como agresión

primaria, que provoca la liberación de radicales libres. Esta fase se

continúa por una agresión secundaria que implica la liberación de

mediadores inflamatorios, como prostaglandinas (que provocan

vasoconstricción, vasodilatación y desagregación plaquetaria), bra-

dicinina (que aumenta la permeabilidad capilar), 5-hidroxitripta-

mina (que produce vasoconstricción de los vasos poscapilares) y

tromboxano A

2

(que ocasiona vasoconstricción), y la liberación de

enzimas activadoras del complemento (que originan atracción

leucocitaria y liberación de leucotrienos).

Tratamiento de la exposición al fosgeno

Los pacientes expuestos al fosgeno deberían alejarse del sitio de

contacto tan rápido como sea posible por asistencias de urgencia

que estén protegidas. No suelen existir requisitos de descontami-

nación, a menos que se haya producido contaminación líquida.

No hay un antídoto específico contra el fosgeno, por lo que el

tratamiento se basa en el uso de medidas de soporte y la modifi-

cación farmacológica de los efectos debidos a la cascada de media-

dores inflamatorio

s 59 .

Una regla firme para el tratamiento de la

exposición a esta sustancia que data de la Primera Guerra Mundial

y que sigue vigente es el reposo absoluto en cama y observación

durante 24 horas. Ningún paciente que haya presentado un riesgo

de exposición significativa debería recibir el alta hospitalaria antes

de 24 horas, salvo que esté acompañado de un observador res­

ponsable.

La prestación de cuidados respiratorios especializados se

realiza a los niveles prehospitalario y hospitalario. Algunos casos

pueden requerir intubación y ventilación precoces, mientras que

otros precisan oxígeno y soporte ventilatorio en las fases iniciales.

El método de aplicar la ventilación urgente es una cuestión rele-

vante. Los artículos más recientes sobre traumatismos físicos

indican que la estrategia de apertura pulmona

r 61,62

es útil para

evitar las cascadas inflamatorias al abrir los alveolos y mantenerlos

abiertos mediante el uso del nivel adecuado de presión positiva

teleespiratoria. Esta técnica se basa en la hipótesis de que la aper-

tura y el cierre repetidos de los alveolos produce liberación de

cininas por la acción de fuerzas de cizallamiento en las paredes

alveolares, lo que puede ser una lección relevante para el trata-

miento precoz de los pulmones lesionados por edema, de modo

que la modalidad de ventilación urgente puede ser crítica. La ven-

tilación con bolsa manual, que puede provocar presiones de infla-

ción muy elevadas y alto flujo, puede ser perjudicial. El uso de

estrategias de ventilación urgente que proporcionen un flujo con-

trolado mediante presión positiva teleespiratoria precoz es más

adecuado. Este tratamiento puede aplicarse con pequeños ventila-

dores automáticos de gas

( fig. 64-8

).

La moderna experiencia en el tratamiento de víctimas

masivas con edema pulmonar tóxico es limitada, pero debe asu-

mirse que un número considerable de las que sobrevivan al edema

pulmonar tóxico agudo desarrollarán un síndrome de dificultad

respiratoria aguda, a menos que se tomen las medidas apropiadas.

Un estudio de Parkhouse y cols

. 63

mostró una mejora de la oxige-

nación, una menor fracción de cortocircuito y una reducción de la

mortalidad en cerdos expuestos a fosgeno que recibieron una estra-

tegia de ventilación protectora en comparación con otra de tipo

convencional.

Utilización de esteroides.

 El uso de esteroides inhalatorios y

sistémicos en el tratamiento de la exposición tóxica al fosgeno ha

sido controvertido durante muchos años. Dille

r 64

(un experto en

intoxicación por fosgeno) creía en 1985 que su justificación carecía

de pruebas. Sin embargo, ha existido un interés experimental reno-

vado a propósito del uso de cloro como agente lesivo, que ha

producido algunos resultados alentadores en estudios en cerdos y

ratas. En un estudio con 18 cerdos sometidos a 140ppm de cloro

durante 10 minutos, Gunarsson y cols

. 65

encontraron que la inha-

lación de dipropionato de beclometasona producía una Pao

2

y una

relación ventilación-perfusión mayores, con menos lesión histoló-

gica que en el grupo control. En otro estudio, Wang y cols.

66

expu-

sieron 24 cerdos a una concentración más elevada, de 400 ppm,

durante 10 minutos. Encontraron que la inhalación del esteroide

budesonida (0,1mg/kg) administrado dentro de los 30 minutos

Tabla 64-3

 Propiedades y concentraciones de exposición tóxica del fosgeno

Propiedades

Nombre químico: dicloruro de carbonilo (COCl

2

), cloruro de cloroformilo

Punto de ebullición: 8,2°C

Presión de vapor: 1.215mmHg a 20°C

Densidad de vapor: 3,5 veces la del aire

Degradación: hidrólisis acuosa lenta a HCl y CO

2

Concentraciones de exposición tóxica

1 ppm de forma crónica: neumopatía crónica

>

25ppm/min: efectos pulmonares agudos

50-100ppm/min: respuesta inflamatoria inicial que puede seguirse de

edema pulmonar

>

150ppm/min: edema pulmonar significativo desde el punto de vista

clínico y con compromiso vital

Exposición letal en seres humanos: 800 ppm durante 2 minutos