Table of Contents Table of Contents
Previous Page  2106 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 2106 / 2894 Next Page
Page Background

2106

Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV

Guerra Fría se hicieron muchos estudios experimentales sobre

voluntarios humanos expuestos a agentes nerviosos, que han sido

revisados por Marrs y cols

. 8

. Los ataques de Japón en 1994 y 1995

también proporcionaron una información relevante respecto a los

signos y síntomas posteriores a la liberación de sarí

n 3,27 .

Evidencia clínica obtenida de la experiencia militar más

reciente.

 La guerra entre Irán e Irak produjo información clínica

de primera mano sobre los efectos y el tratamiento de la intoxica-

ción por agentes nervioso

s 24 .

Las víctimas iraníes de los agentes

nerviosos parecían incluirse en cuatro categorías principales. Las

que sufrieron la mayor exposición murieron en el campo de batalla;

la protección de las tropas iraníes mediante máscaras estaba seria-

mente comprometida por su obligación de llevar barba por motivos

religiosos. A pesar del hecho de que los ataques iraquíes se realiza-

ron contra tropas que presentaban una protección comprometida

o deficiente, el número de muertes parece haber sido bajo. Los

heridos de más gravedad que alcanzaron atención médica estaban

inconscientes e insensibles, a menudo en parada respiratoria. Las

víctimas del siguiente grupo, que presentaban una intoxicación

grave, padecían síntomas de mareo, desorientación, ansiedad, sialo-

rrea y dificultad respiratoria. La desorientación supuso un pro-

blema y los casos que sólo tenían síntomas leves a menudo se

controlaban mal por este efecto. Esto es comparable a la experiencia

obtenida con el tratamiento de los pesticidas OF. Por último, el

mayor número de víctimas sólo precisó descontaminación.

El tratamiento de la intoxicación por agentes nerviosos dependía

de administrar grandes dosis de atropina (generalmente 50-200mg) por

vía intravenosa. Estos casos solían estar en coma y el grado de soporte

vital avanzado que se aplicó fue limitado. La mayoría de los afectados

sólo recibió 2mg de atropina cada 8 horas. Las víctimas comatosas con

deterioro cardiovascular significativo no solían sobrevivir.

Evidencia clínica obtenida de la intoxicación por pesti­

cidas.

 Existen considerables evidencias clínicas sobre los efectos de los

pesticidas OF por los muchos miles de casos que suceden en las áreas

agrícolas del mundo cada añ

o 34 .

Aunque estos casos proporcionan

una perspectiva global que corresponde a los signos y síntomas antes

descritos, hay diferencias considerables respecto a los agentes nervio-

sos. Es probable que los distintos agentes nerviosos presenten unos

efectos diferentes sobre los sistemas nerviosos central y periférico.

Efectos cardiovasculares de los agentes nerviosos.

 El

tratamiento de cuidados intensivos de la intoxicación por pestici-

das OF ha mostrado cambios cardíacos a corto y medio plaz

o 35,36

.

Tras una taquicardia inicial (mediada por un sistema nervioso

simpático anómalo) y una bradicardia inducida de forma vagal,

puede haber arritmias ventriculares, incluida una torsade de

pointes, y prolongación del intervalo QT, lo que se ha descrito

como signo de mal pronóstico.

Tratamiento de la intoxicación por agentes nerviosos:

antídotos y soporte vital

Atropina.

 La atropina ha sido durante mucho tiempo el pilar fun-

damental en el tratamiento de la intoxicación por O

F 30,34

. Su acción

antagonista contra la acetilcolina en las sinapsis muscarínicas permite

controlar los efectos muscarínicos, de los que la bradicardia es el más

grave. La atropina se ha usado durante muchos años en el tratamiento

de la intoxicación por pesticidas OF, pero no es segura la relevancia de

la experiencia con éstos respecto a la intoxicación por agentes nervio-

so

s 8 .

La respuesta militar tradicional a la sospecha o confirmación del

ataque con estas sustancias es el empleo de un autoinyector que con-

tiene 2mg de atropina, una benzodiazepina y una oxima

( fig. 64-4 )

.

Durante la Guerra Fría, las tropas de la OTAN recibieron tres de estos

dispositivos para usarlos de forma secuencial.

La guerra entre Irán e Ira

k 37

y la experiencia terrorista en

Japón han proporcionado indicaciones terapéuticas útile

s 27 .

La atro-

pina (2mg; dosis pediátrica de 0,02-0,05mg/kg) se administra por

vía intravenosa, con repetición de la dosis cada 5-10 minutos hasta

que se produce midriasis y la frecuencia cardíaca sube de 80 latidos/

minut

o 8,38 .

Las infusiones del fármaco pueden utilizarse para la

bradicardia persistente en la intoxicación por pesticida

s 39 .

Tabla 64-2

 Síntomas y signos de la intoxicación por agentes nerviosos según el tipo de receptor colinérgico y el órgano afectado

Receptor

Órgano afectado

Síntomas y signos

Muscarínico

Músculo esfínter de la pupila; músculo ciliar

en la acomodación

Miosis, espasmo que provoca incapacidad de acomodación, cefalea,

dolor ocular, náuseas y vómitos

Vasos de la conjuntiva

Vasodilatación e hiperemia

Glándulas nasales

Rinorrea e hiperemia

Glándulas bronquiales

Aumento de la secreción

Músculo bronquial

Broncoconstricción, opresión torácica, sibilancias espiratorias, disnea

Aparato digestivo

Anorexia, náuseas, vómitos, calambres abdominales, diarrea,

tenesmo, defecación involuntaria

Glándulas sudoríparas

Aumento de la actividad

Glándulas salivales

Aumento de la actividad

Glándulas lagrimales

Lagrimeo (a menudo poco evidente)

Corazón

Bradicardia, a veces taquicardia

Vejiga urinaria

Polaquiuria, micción involuntaria

Nicotínico

Músculo esquelético

Debilidad, fatiga, fasciculaciones, calambres, parálisis flácida (los efectos

precoces en los músculos respiratorios pueden provocar disnea)

Ganglios neurovegetativos

Palidez, elevación ocasional de la presión arterial

Muscarínico

y nicotínico

Sistema nervioso central

Ansiedad, vértigo, inquietud, cefalea, retraimiento y depresión,

amnesia, dificultad de concentración, disartria, depresión de los

centros respiratorio y cardiovascular, respiración de Cheyne-Stokes

De Baker DJ: Anesthesia in extreme environmental conditions, part 2: Chemical and biologic warfare.

En

Grande CG (ed.):

Textbook of Trauma Anesthesia and Critical Care.

St. Louis, Mosby-Year Book, 1993, págs. 1320-1354.