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Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV

fisiológica. La vitrectomía posterior está indicada para la extracción

de cuerpos extraños, la reparación de desprendimientos de retina, la

eliminación de membranas y de opacidades de la zona media y para

aliviar la tracción del cuerpo vítreo sobre la retina. Estos procedi-

mientos pueden ser prolongados. Muchos pacientes tienen diabetes

o hipertensión crónica grave y plantean dificultades considerables al

anestesista.

Cirugía oculoplástica

La mayor parte de la cirugía oculoplástica se realiza con una infil-

tración de anestesia local. Algunos procedimientos más prolonga-

dos e invasivos requieren anestesia general.

Reparación de un ectropión.

Un ectropión suele ser secun-

dario a los efectos del envejecimiento sobre el párpado. Otras cau-

sas son las enfermedades mecánicas o congénitas de los párpados,

que aparecen evertidos hacia fuera.

Reparación de un entropión.

El entropión involutivo suele

deberse al envejecimiento. El párpado aparece invertido o girado

hacia el interior.

Reparación de la ptosis.

La ptosis, o hipotonía del párpado

superior, puede ser congénita (distrofia del músculo elevador) o ad-

quirida por el envejecimiento o un traumatismo.

Blefaroplastia.

La blefaroplastia es una cirugía plástica de los

párpados para eliminar el tejido redundante que obstaculiza la

visión o para mejorar el aspecto estético.

Dacriocistorrinostomía

Este procedimiento consiste en crear una comunicación entre el

saco lagrimal y la cavidad nasal. Se realiza para aliviar una obstruc-

ción congénita o adquirida del conducto nasolagrimal y suele

requerir anestesia general.

Cirugía orbitaria

La mayor parte de las operaciones orbitarias se realizan con anes-

tesia general. Si la cirugía es anterior, se puede utilizar anestesia

local. Algunos ejemplos de cirugía orbitaria son los siguientes:

Reparación de una fractura por estallido.

Drenaje de un absceso orbitario.

Descompresión del nervio óptico.

Exenteración orbitaria por un tumor maligno.

Urgencias oftalmológicas

La mayor parte de los procedimientos oftalmológicos urgentes no

requieren una actuación de emergencia. Esto es esencial, porque el plan

anestésico debe tener en cuenta la situaciónde ayuno y el estadomédico

general del paciente. Esto no se aplica en las verdaderas emergencias

oculares. En estos casos excepcionales, el tratamiento debe iniciarse en

minutos. Otras afecciones oftalmológicas urgentes permitenunmargen

de una a varias horas sin que se modifique el pronóstico.

Urgencias verdaderas.

El tratamiento debe iniciarse en minu-

tos en caso de quemaduras químicas de la córnea y en la oclusión

de la arteria central de la retina.

Situaciones urgentes.

El inicio del tratamiento permite un

margen de entre una y varias horas. Algunas situaciones urgentes

son las lesiones abiertas del globo, la endoftalmitis, el glaucoma

agudo de ángulo estrecho, el desprendimiento agudo de retina, los

cuerpos extraños corneales y la laceración palpebral.

Situaciones semiurgentes.

El tratamiento debe comenzarse

en un plazo de días, pero en ocasiones puede reprogramarse va-

rias semanas después. Algunas situaciones semiurgentes son los tu-

mores oculares, las fracturas por estallido de la órbita, las cataratas

congénitas y el desprendimiento crónico de retina.

Situación de globo abierto con repleción gástrica.

Un

paciente que tenga un traumatismo ocular plantea dificultades

al anestesista. El dilema consiste en proteger al paciente de la

aspiración de los contenidos gástricos a la vez que se protege

el ojo de los cambios agudos de la PIO, que podrían causar una

pérdida vítrea, desprendimiento de retina y ceguera. Una induc-

ción de secuencia rápida permite un control inmediato de la

vía respiratoria, pero el suxametonio se asocia a un incremento

modesto de la PIO. Otras estrategias que se han sugerido son

la precurarización, el vecuronio o el pancuronio en dosis altas

y el suxametonio utilizando el principio del cebado. También

se ha demostrado que pueden utilizarse técnicas de anestesia

regiona

l 131

. Los factores que deben tenerse en cuenta son los si-

guientes:

Tamaño de la perforación: las perforaciones pequeñas ofrecen

más resistencia a la pérdida de cuerpo vítreo con los cambios

de la PIO.

Situación respiratoria: los pacientes con una menor capacidad

funcional residual desarrollan hipoxia con rapidez, lo que

hace que sea preferible una técnica más rápida.

Estado de ayuno: hay que valorar la magnitud del riesgo de

aspiración.

Duración del procedimiento: si la cirugía es corta y se utiliza una

dosis alta de relajante no despolarizante, hay que evaluar si el

paciente requerirá ventilación mecánica postoperatoria.

Lesiones oculares relacionadas con la anestesia

Los anestesistas deben tener cuidado con las posibles lesiones ocu-

lares durante la anestesia y la cirugía. Si un paciente se despierta

de una anestesia general refiriendo alteraciones visuales, se debe

considerar una urgencia, debido a la posibilidad de una oclusión

de la arteria central de la retina. La hipotensión sistémica y la

anemia también pueden ser factores que contribuyan a la pérdida

de visión.

Una segunda complicación posible es la abrasión corneal.

Se ha demostrado que la anestesia general disminuye la produc-

ción basal de lágrimas. Unos cuidados oculares adecuados, oclu-

yendo con cinta adhesiva los párpados con o sin lubricante ocular

protege frente a esta complicación. Si un paciente despierta de una

anestesia general con dolor ocular o con sensación de cuerpo

extraño, se le debe seguir hasta asegurarse de su mejoría. Si no se

le trata, las abrasiones corneales pueden progresar y formar úlceras

corneales.

Bibliografía

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