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Anestesia para la cirugía cardíaca pediátrica

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Sección V

Anestesia pediátrica

Consideraciones fisiológicas y rasgos del

paciente pediátrico relativos a la maduración

El aparato cardiovascular sufre cambios muy importantes al nacer

por las tremendas alteraciones de los patrones de flujo de la sangre

( fig. 73-1 )

. Durante la vida fetal, la sangre que regresa a la aurícula

derecha evita el paso por los pulmones no ventilados y llenos de

líquido. La sangre, posteriormente, es desviada preferencialmente a

través del agujero oval permeable hacia la aurícula izquierda o pasa

del ventrículo derecho (VD) a la circulación general a través del

conducto arterioso persistente (CAP). Al nacer, el cierre fisiológico

del CAP y el agujero oval dan pie a la aparición del patrón circula-

torio adulto normal. La existencia de ciertos defectos cardíacos

congénitos o de neumopatías puede alterar este proceso de adapta-

ción y generar una circulación de transición en la que persiste el

cortocircuito derecha-izquierda a través del agujero oval o el CAP.

En estas circunstancias, la persistencia de una circulación de tran-

sición puede provocar una hipoxemia grave, acidosis e inestabilidad

hemodinámica, que son mal toleradas por el recién nacido. Por el

contrario, durante el tratamiento inicial de ciertas variantes de car-

diopatías congénitas, puede incluso resultar beneficioso prolongar

esta circulación de transición, promoviendo el flujo de sangre sisté-

mico o el flujo de sangre pulmonar (FSP) y la viabilidad posnatal.

Un ejemplo de esto último es la atresia pulmonar, en la que el FSP

se suministra a través del CAP. En ausencia de vasos colaterales, el

cierre del CAP elimina la principal fuente del FSP y provoca hipoxe-

mia y muerte. Es posible mantener la permeabilidad del conducto

arterioso mediante la administración de prostaglandina E

1

. Un

punto importante es que la circulación de transición puede mani-

pularse mediante estrategias de ventilación farmacológicas, lo que

mejora la estabilidad hemodinámica del paciente joven.

Otra característica propia del aparato cardiovascular normal

del recién nacido y el lactante es la presencia de una reserva mio-

cárdica reducida en comparación con la del adulto sano. La función

ventricular izquierda del recién nacido está limitada por un número

reducido de receptores

a

-adrenérgicos, concentraciones en reposo

altas de catecolaminas circulantes, un trabajo sistólico reclutable

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Figura 73-1

 Evolución de la circulación

fetal al final de la gestación. Obsérvense

los patrones selectivos de flujo a través

del agujero oval y el conducto arterioso.