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Implicaciones anestésicas
de las enfermedades concurrentes
Michael F. Roizen y Lee A. Fleisher
Puntos clave
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1.
La anamnesis y la exploración física permiten predecir
con precisión los riesgos y la probabilidad de cambios
en la monitorización o el tratamiento.
2.
En los diabéticos, la disfunción de órganos diana y el
grado de control de la glucemia en el período
perioperatorio o que rodea a una intervención son los
aspectos más importantes que determinan el riesgo.
3.
La clave para controlar la glucemia perioperatoria en
diabéticos es determinar objetivos claros y luego
monitorizar con frecuencia suficiente la glucemia para
ajustar el tratamiento al logro de estos objetivos.
4.
La obesidad se asocia a múltiples enfermedades, como
diabetes, hiperlipidemia y colelitiasis, pero la principal
preocupación son las alteraciones del aparato
cardiopulmonar.
5.
Es importante diagnosticar la apnea obstructiva del
sueño por la mayor sensibilidad a los efectos de los
hipnóticos y opioides sobre el tono muscular de la vía
aérea y la respiración, y además por la dificultad para la
laringoscopia y la ventilación con mascarilla.
6.
Aunque no eran controlados, se han realizado estudios
clínicos prospectivos aleatorizados para valorar el uso
de bloqueantes del receptor adrenérgico en pacientes
sometidos a la resección de un feocromocitoma y en
general se recomienda usar estos fármacos en el
preoperatorio.
7.
En pacientes hipertensos recomendamos la
administración habitual de todos los fármacos en el
preoperatorio, salvo los inhibidores de la enzima
convertidora de angiotensina y los antagonistas de
receptores de angiotensina II.
8.
La valoración del paciente con enfermedad
cardiovascular depende de los factores de riesgo clínico,
de la extensión de la cirugía y de la tolerancia del
ejercicio.
9.
En los pacientes con enfermedad pulmonar se deben
valorar: disnea, tos y producción de esputo, infecciones
respiratorias recientes, hemoptisis, sibilancias,
antecedentes de complicaciones pulmonares,
antecedentes de tabaquismo y hallazgos físicos.
10.
En pacientes con enfermedad pulmonar se han sugerido
diversas estrategias, como abandono del tabaco durante
8 semanas antes de la cirugía o más.
11.
Los factores de riesgo de disfunción renal perioperatoria
incluyen edad avanzada, insuficiencia cardíaca
congestiva, revascularización miocárdica previa,
diabetes y aumento de la creatinina basal.
12.
La principal preocupación en el paciente nefrópata es
que empeore y esto aumente el riesgo de insuficiencia
renal, coma y muerte.
13.
Una anemia perioperatoria leve puede ser significativa
sólo en pacientes con una cardiopatía isquémica.
14.
El manejo adecuado de los fármacos administrados de
forma crónica puede incluir preguntas sobre los efectos
primarios y secundarios de los fármacos con receta y
alternativos.
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2010. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos
En este capítulo se revisan muchos trastornos que necesitan una
valoración preoperatoria y previa a una intervención, intraopera-
toria durante la intervención o tras la intervención, centrándose de
forma específica en los cuidados preoperatorios de los pacientes
con un incremento del tamaño de la cintura (v. cap. 54). Los pacien-
tes a los que se realiza una cirugía se mueven por un continuo de
cuidados médicos en el que el médico de atención primaria, el
internista o pediatra, el anestesista y el cirujano, radiólogo u obs-
tetra-ginecólogo contribuyen a conseguir el mejor resultado posible.
Ningún aspecto de la asistencia médica necesita más colaboración
entre los profesionales médicos que la realización de una cirugía o
una intervención compleja en la que participan múltiples especia-
listas y el cuidado perioperatorio del paciente. Además, en ninguna
otra esfera el asesoramiento marca una diferencia tan enorme sobre
tantas vidas. Dado que más del 40% de los costes de la asistencia
médica se deben al consumo de tabaco, la falta de actividad física
o las malos hábitos alimenticios, el anestesista tendrá un papel
importante en iniciar los cambios al tiempo que valora y reduce los
riesgos. En EE.UU. se gasta el doble que en la Europa desarrollada
en asistencia sanitaria, en gran medida porque allí existe el doble
de incidencia de enfermedades crónica
s 1. Sin embargo, los costes
en EE.UU. y el mundo aumentarán de forma espectacular si noso-
tros y los demás médicos no empleamos las situaciones preopera-
torias y otras parecidas para modificar los estilos de vida de los