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pueden no modificar el umbral del paciente para las arritmias.

También los nuevos antidepresivos (ISRS) pueden tener efectos

secundarios graves. La fluoxetina, un tricíclico que tiene un efecto

ISRS, produce náuseas, vómitos, cefaleas, nerviosismo y posible-

mente paranoia e ideas suicidas con más frecuencia que los demás

tricíclico

s 474,475 ;

sin embargo, se asocia a menos riesgo de efectos

anticolinérgicos o hipotensión ortostática. El bupropión puede

producir náuseas, vómitos, convulsiones, agitación, temblor, exci-

tación y aumento de la actividad motora, pero es raro que

produzca efectos anticolinérgicos o hipotensión ortostática. La

interrupción de los fármacos puede producir síntomas por absti-

nencia o precipitar la recaída de la enfermedad psiquiátrica. El

cambio entre los fármacos antidepresivos puede producir hiperpi-

rexia y coma. Por tanto, no se debería pedir por capricho un

cambio antes de la intervenció

n 474,475 .

La eficacia de las fenotiacinas y butirofenonas en la esquizo-

frenia sugiere una acción bloqueante del receptor de dopamina.

Además, estos fármacos tienen grados variables de estimulación

parasimpática y la capacidad de bloquear los receptores

a

-adre-

nérgicos. Las fenotiacinas incluyen clorpromacina, promacina,

triflupromacina, flufenacina, trifluoperacina, proclorperacina y

otros muchos. Las butirofenonas incluyen droperidol y haloperi-

dol. Tanto las fenotiacinas como las butirofenonas producen seda-

ción, depresión y respuestas antihistamínicas, antieméticas e

hipotérmicas. Se pueden asociar también a ictericia por colestasis,

impotencia, distonía y fotosensibilidad. Otros efectos secundarios

asociados a las fenotiacinas incluyen hipotensión ortostática (en

parte por el bloqueo de los receptores

a

-adrenérgicos) y alteracio-

nes del ECG, como prolongación del intervalo QT o PR, aplana-

miento de las ondas T, depresión del segmento ST y, en raras

ocasiones, ESV y torsades de pointe

s 474,475,496,497 .

Aunque se dispone

de pocos datos sobre los fármacos antidepresivos selectivos de

serotonina (los ISRS), se han presentado casos aislados de hipo-

tensión grave con parada cardíaca con bradicardia extrema en

forma de comunicación.

Existen algunas interacciones importantes de los derivados

de las fenotiacinas. Los efectos de los depresores del SNC (sobre

todo narcóticos y barbitúricos) se potencian por la administración

concomitante de fenotiacinas.Además, se reduce el umbral para las

convulsiones del SNC mediante la administración de fenotiacinas,

por lo que estos fármacos se deben evitar en pacientes epilépticos

o que sufren abstinencia de cualquier fármaco depresor del SNC.

Los efectos antihipertensivos de la guanetidina y el guanadrel se

bloquean por los antidepresivos tricíclicos y las fenotiacina

s 472 .

El

carbonato de litio se emplea como tratamiento de la depresión

maníaca, pero es más eficaz para prevenir la manía que para aliviar

la depresión. En las células excitables el litio imita al sodio y reduce

la liberación de neurotransmisores tanto centrales como periféri-

cos. El litio prolonga el bloqueo neuromuscular y puede reducir las

necesidades de anestésicos porque bloquea la liberación de nora-

drenalina, adrenalina y dopamina en el tronco del encéfalo.

Los fármacos psicoactivos, como las anfetaminas (incluidas

las metanfetaminas y sus derivados que se pueden fumar en forma

cristalina y que se conocen como «hielo») y la cocaína, liberan de

forma aguda noradrenalina, adrenalina y dopamina y bloquean su

recaptación. Si se consumen de forma crónica, agotan los neuro-

transmisores de las terminaciones nerviosas.

Los fármacos que parecen incrementar la liberación central

de mediadores

a

-adrenérgicos aumentan las necesidades de anes-

tésico, mientras que los que la reducen parecen disminuirlas (éste

puede no ser el mecanismo por el cual modifican las necesidades

de anestesia, pero es una forma cómoda de recordar este efecto).

Los fármacos que sólo afectan a los receptores

b

-adrenérgicos no

modifican las necesidades de anestesia.

Fármacos simpaticomiméticos

Muchos fármacos antiasmáticos (broncodilatadores), como la ter-

butalina, la aminofilina y la teofilina, son fármacos simpaticomi-

méticos, que pueden interactuar con los anestésicos volátiles para

producir arritmias cardíacas (v. también cap. 6). El halotano (y en

cierta medida la mayor parte de los demás anestésicos volátiles)

sensibiliza al miocardio frente a las catecolaminas exógenas

498,499 .

Esta sensibilización implica que la dosis mínima de adrenalina

exógena que se tiene que administrar por vía intravenosa para

producir ESV sería menor en un paciente anestesiado con halotano

que en el paciente consciente.

¿Cuánta adrenalina se puede administrar con seguridad

cuando se emplea halotano como anestésico? Katz y Bigge

r 498

han descrito que la administración de 0,15ml/kg de una solución

de adrenalina 1:100.000 en 10 minutos (sin superar 0,45ml/kg

de una solución 1:100.000 por hora) resulta segura. Varios estu-

dios han demostrado que la administración de lidocaína con

adrenalina aporta protección adicional y que el enflurano y el

isoflurano son menos sensibilizantes que el halotano. Las xanti-

nas son eficaces broncodilatadores porque producen la esti­

mulación

b

-adrenérgica por dos mecanismos: determinan la

liberación de noradrenalin

a 500,501

e inhiben la degradación del

AMPc

502 ,

el mediador de muchas de las acciones de los agonistas

del receptor

b

-adrenérgico. La fosfodiesterasa cataliza la degra-

dación del AMPc, de forma que su inhibición por la teofilina

aumenta la concentración de AMPc. Marcus y cols.

500

y Westafall

y Flemmin

g 501

demostraron que al menos un 40% de los efectos

inotrópicos de la aminofilina se deben a su capacidad de liberar

noradrenalina de forma directa.

Se necesitan unas concentraciones de teofilina plasmática de

5mg/l para reducir una resistencia anormalmente alta de las vías

aéreas. No se consiguen beneficios adicionales cuando las concen-

traciones superan 20mg/l y aparecen efectos tóxicos. La teofilina

(la aminofilina es una combinación de teofilina al 85% y 15% de

etilendiamina) se metaboliza en gran parte en el hígado y menos

del 10% se excreta sin modificar en la orina. La semivida promedio

es 4,4±1,15 horas en adultos, y la eliminación, 1,2ml/min/kg. Una

enfermedad hepática importante y el edema pulmonar pueden

reducir la eliminación del fármaco a la mitad y la tercera parte,

respectivamente.

Parece que la interacción entre la aminofilina y el halotano

es frecuente y predecible: de 16 perros anestesiados con halotano al

1% y que recibieron inyecciones con emboladas de dosis altas de

aminofilina, 12 desarrollaron arritmias ventriculares y 8 mostraron

una taquicardia o fibrilación ventricular. Por tanto, es recomenda-

ble esperar tres semividas tras administrar la última dosis de ami-

nofilina (unas 13 horas en individuos normales) antes de emplear

halotano para anestesiar a un asmático. Usar otro anestésico que

sea broncodilatador, pero que predisponga menos al paciente a

sufrir arritmias inducidas por catecolaminas (p. ej., enflurano, iso-

flurano o sevoflurano) o el uso de esteroides inhalados o sistémicos

desde varios días antes pueden ser alternativas en pacientes que

necesitan aminofilina y otros fármacos simpaticomiméticos exóge-

nos antes o durante la cirugía.

Otros fármacos

Otros fármacos distintos a los comentados antes en este capítulo

tienen implicaciones en el tratamiento anestésico. Los trata-

mientos que se han comentado incluyen anticoagulantes y

Implicaciones anestésicas de las enfermedades concurrentes

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Sección III

Control de la anestesia

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