

12.1. Infiltración de la vaina del tendón tibial posterior
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Trayecto de la aguja
El trayecto de la aguja es paralelo al eje mayor del transductor. De este modo, se puede
controlar la totalidad de dicho trayecto. La aguja atraviesa la piel y después se introduce
prudentemente bajo control visual en la vaina del tendón, sin tocar a este último
( fig. 12.6).
5. CRITERIOS DE ÉXITO
El extremo de la aguja debe situarse entre el tendón y su vaina, y se deben poder inyectar
sin dificultad varias gotas de clorhidrato de lidocaína al 0,5%, que se distribuyen inme-
diatamente por la vaina
( fig. 12.7). Únicamente cuando se cumplen estas condiciones
se puede inyectar el derivado corticoideo.
Fig. 12.6
Esquema de una aguja colocada en la vaina del tendón.
Fig. 12.7
Infiltración de la vaina del tendón tibial posterior.
a. La lidocaína se difunde por la vaina. Posible inyección del derivado corticoideo.
b. Aguja (flecha grande) colocada en la vaina, distendida por la lidocaína y el derivado
corticoideo (flechas pequeñas).
TP = tendón posterior.