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pacientes. Después del bypass, indujo el tratamiento quirúrgico en

10 de ellos, incluyendo la evaluación o revisión de los injertos y la

reparación mitral.

Cirugía de cardiopatías congénitas

Las sondas de ETE pediátricas se emplean en lactantes de hasta

3 kg (v. también cap. 73). Stevenson y cols. mencionaron que la ETE

intraoperatoria detectaba de forma fiable defectos cardíacos resi-

duales en 17 de 230 pacientes consecutivos (7,4%) sometidos a

cirugía de una cardiopatía congénit

a 81 .

Estos pacientes se reinter-

vinieron inmediatamente para revisar los defectos residuales. Sin

embargo, en una publicación posterior del mismo centro se afir-

maba que el número de defectos residuales pasados por alto

mediante ETE intraoperatoria aumentaba desde el 2% al 13%

cuando el anestesiólogo al cargo del caso era el que llevaba a cabo

la exploración de ETE y no un ecocardiografista diferent

e 82 .

Este

estudio generó gran controversia. Aunque no resuelve la duda de

si se necesita un ecocardiografista diferente para realizar correcta-

mente la ETE en los pacientes que van a someterse a la reparación

de una cardiopatía congénita, demuestra ampliamente que los

pacientes pueden sufrir consecuencias graves cuando la ETE

intraoperatoria no la lleva a cabo y no la interpreta un experto y

actúa en consecuencia. En este estudio, los fallecimientos de siete

pacientes pueden estar relacionados con el retraso en la detección

de los defectos residuales. Gracias a los adelantos en cirugía pediá-

trica de cardiopatías congénitas, cada vez sobrevivirá un número

mayor hasta la edad adulta y se someterán a cirugías cardíacas y

de otra índole. Se recomienda al lector que revise la excelente

puesta al día sobre ETE en la cardiopatía congénita del adulto de

Russell y cols

. 83 .

Otras enfermedades cardíacas y aplicaciones

Aparte de su aplicación en la reparación valvular, la cirugía de

cardiopatías congénitas y de la aorta torácica en pacientes hemo-

dinámicamente inestables,en las normas conjuntas del ASE/SCA de

1996 se identificaban aplicaciones intraoperatorias de la ETE

durante la cirugía para la miocardiopatía hipertrófica, la endocar-

ditis y los procedimientos de ventana pericárdica como indicacio-

nes de categoría

I 6

. En publicaciones posteriores se ha demostrado

el papel crucial que puede desempeñar la ETE en la cirugía car-

díaca mínimamente invasiva y en la colocación de dispositivos de

soporte cardíac

o 84,85

. Miles de casos publicados han confirmado

que la ETE puede evidenciar prácticamente cualquier afección

morfológica o funcional del corazón. La ETE es especialmente

sensible en anomalías que afectan a la aurícula izquierda y a la

válvula mitral, como masas, trombos y embolias, debido a la proxi-

midad de estas dos estructuras al transductor. Por el contrario, los

trastornos del VD y de la punta del VI se detectan con menos

fiabilidad. La ETE es exquisitamente sensible para la embolia

gaseosa, y como resultado, incluso las cantidades más insignifican-

tes de aire en la circulación dan lugar a densidades impresionantes

en la pantalla de vídeo. Hoy en día resulta imposible calcular con

exactitud con la ETE la cantidad de aire presente en la circulación.

Sin embargo, las cantidades grandes ensombrecen típicamente las

cámaras afectadas hasta que forman acumulaciones (densidades

muy brillantes) en las porciones más altas de las cámaras (es decir,

la superficie endocárdica anterior del ventrículo izquierdo en un

enfermo en decúbito supino). La embolia pulmonar puede apre-

ciarse con ETE si se aloja proximal a la bifurcación de la arteria

pulmonar principal.

Ecocardiografía transesofágica

en cirugía no cardíaca

y en cuidados intensivos

Los pacientes de cirugía cardíaca y tanto aquellos que van a some-

terse a intervenciones quirúrgicas no cardíacas como los pacientes

en estado crítico, comparten muchas de las aplicaciones de la ETE

(v. también cap. 81). En numerosos casos clínicos y series de casos

se ha documentado la influencia que puede tener sobre el trata-

miento y los resultados. En nuestra práctica, las indicaciones prin-

cipales son la inestabilidad hemodinámica y las pérdidas masivas de

sangre, situaciones en las que la ETE desempeña un papel crucial en

la determinación de la etiología de dicha inestabilidad (véase la

sección previa sobre este punto) y como guía de la fluidoterapia de

reanimació

n 86,87

. La ETE tiene aplicaciones similares en la unidad

de cuidados intensivos, y se han revisado recientement

e 88,89

.

Almacenamiento de los datos,

documentación y control

de calidad

Tradicionalmente, los ecocardiogramas se han almacenado en

cintas de vídeo, y los informes escritos de los resultados se archi-

vaban en la historia clínica del paciente. En la actualidad, la norma

es el registro digital de ciclos cardíacos individuales o de varios

ciclos. Los «bucles» resultantes son transportados a través de las

redes hospitalarias o de Internet hasta servidores seguros, donde

los estudios pueden recuperarse con rapidez. La SCA ha publicado

una serie de normas para publicar la ETE

( http://www.scahq.org/ sca3/periop_report4-02.rtf )

y un formato de informe recomen-

dado

( http://www.scahq.org/sca3/TEEREPORfin4-02.rtf )

.

La ASE ha publicado una serie de normas de mejora conti-

nua de la calidad (CQI,

continuous quality improvement

) en eco-

cardiografía perioperatori

a 90 .

Sin embargo, incluso las actuaciones

de CQI más sencillas pueden lograr resultados espectaculares en

la consistencia de la adquisición y el almacenamiento de las imá-

gene

s 28 .

Si los médicos quieren adquirir y mantener su potencial

diagnóstico, resulta imprescindible que las interpretaciones de la

ETE sean revisadas de forma periódica por un grupo de expertos.

La colaboración entre los servicios de anestesiología y cardiología

es una de las estrategias de este proceso de revisión que minimiza

la duplicación inherente a la formación de programas de CQI

independientes.

Certificación

El SCA y la ASE constituyeron el National Board of Echocardio-

graphy

( www.echoboards.org

). Esta asociación ofrece un examen

por escrito y una certificación en ecocardiografía perioperatoria.

El examen escrito está abierto a todos los licenciados en Medicina.

Para la certificación se exige una experiencia adicional documen-

tada para los especialistas que hayan completado su formación

antes del año 2009. Los que hayan completado su formación des­

pués de esa fecha necesitarán una formación de posgrado en ecocar-

diografía perioperatoria

( http://www.echoboards.org/certification/ pte/reqs.html )

.

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Control de la anestesia

III