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al corazón izquierd

o 7

. Sin embargo, debido al pronunciado gra-

diente arteriovenoso de Po

2

, este cortocircuito es parcialmente

responsable del gradiente a-a normal de O

2

de 5-10 mmHg que se

observa en niños y adultos jóvenes que respiran aire ambiente. El

cortocircuito provocado por estas circulaciones puede aumentar al

10% del gasto cardíaco en presencia de una enfermedad bronquial

grave y de coartación aórtic

a 9 .

La heterogeneidad normal de V˙ /Q˙

en todo el pulmón es el otro factor que contribuye al gradiente a-a

basal. El gradiente aumenta con la edad, probablemente por la

mayor capacidad de cierre y la dispersión de la relación V˙ /Q˙

7

.

Un cortocircuito derecha-izquierda patológico de sangre se

produce en las áreas de atelectasia o de bloqueo de la vía respirato-

ria, como en la lesión pulmonar aguda (LPA) o en la neumonía. Los

alveolos se colapsan o no se ventilan, pero mantienen su perfusión.

El drenaje venoso de los tumores pulmonares también constituye

un cortocircuito patológico. Si la vasoconstricción pulmonar

hipóxica (VPH) no logra limitar de forma adecuada el flujo a estas

regiones, se produce hipoxemia. De hecho, se sabe que los anesté-

sicos inhalatorios producen una atenuación de la VPH, y la induc-

ción de la anestesia general (AG) provoca el desarrollo inmediato

de atelectasia (v. cap. 5

) 12,13

. Es probable que ambos contribuyan al

cortocircuito del 5-10% observado en pacientes sometidos a AG

con ventilación mecánic

a 10 .

Cálculo de la fracción de cortocircuito y del espacio muerto

Un modelo simplificado, pero útil, de pulmón tricompartimental

ayuda a establecer una aproximación de qué fracción del gasto

cardíaco (Q˙ t) corresponde al cortocircuito (Q˙ s) y qué fracción del

volumen corriente (Vc) a la ventilación del espacio muerto (V˙ em).

Este modelo, denominado planteamiento de Riley, considera al

pulmón como si estuviese constituido por tres compartimentos en

los tres extremos de la relación V˙ /Q˙ :1) un compartimento de cor-

tocircuito con alveolos perfundidos pero no ventilados, 2) un com-

partimento de espacio muerto con alveolos ventilados pero no

perfundidos y 3) un compartimento ideal con una distribución

normal de ventilación y perfusión (

fig. 34-3 )

.

Como ya se ha descrito antes, el pulmón está compuesto en

realidad por muchos compartimentos con una amplia distribución

de relaciones V˙ /Q˙ y este es un modelo hipersimplificado, pero de

gran utilidad clínica.

La fracción de cortocircuito (Q˙ s/Q˙ t) puede calcularse utili-

zando la ecuación de cortocircuito de Berggren para comparar el

contenido de O

2

de la sangre venosa mixta Cv¯ o

2

, capilar pulmonar

(Cc'o

2

) y arterial (Cao

2

):

Q˙ s/Q˙ t = (Cc

9

o

2

− Cao

2

)/(Cc

9

o

2

−Cv– o

2

)

(10)

En una persona sana con una saturación capilar de O

2

cercana al 100%, se puede hacer la siguiente aproximación:

Q˙ s/Q˙ t = (1−Sao

2

)/(1−Sv– o

2

)

(11)

donde Sv– o

2

y Sao

2

son las saturaciones venosa mixta y arterial de

O

2

, respectivamente.

1180

Control de la anestesia

III

Figura 34-2

 Diferencia alveoloarterial de P

o

2

causada por la dispersión de las

relaciones V˙ /Q˙ , lo que da lugar a presiones de oxígeno a lo largo del punto de

inflexión superior de la curva de disociación del oxígeno. El diagrama muestra el

efecto de tres grupos de alveolos con valores de P

o

2

de 5,3, 10, 7 y 16 kPa (40,

80 y 120 mmHg). Si se ignora el efecto de los distintos volúmenes de gas y

sangre con los que contribuyen los tres grupos, la P

o

2

alveolar media es de

10,7 kPa. Sin embargo, debido a la forma de la curva de disociación, la

saturación de la sangre que sale de cada grupo no es proporcional a su P

o

2

. En

realidad, la saturación arterial media es del 89%, por lo que la P

o

2

es de 7,6 kPa.

Por consiguiente, la diferencia alveoloarterial de P

o

2

es de 3,1 kPa. La diferencia

real sería un poco mayor, porque el gas con una P

o

2

elevada tendría una

contribución relativamente mayor al gas alveolar y la sangre con una baja P

o

2

tendría una contribución relativamente mayor a la sangre arterial. En este

ejemplo, se requeriría una mezcla venosa calculada del 27% para justificar la

dispersión de las relaciones V˙ /Q˙ en términos de la diferencia alveoloarterial

medida de P

o

2

a una P

o

2

alveolar de 10,7 kPa.

(De Lumb AB:

Nunn’s Applied

Respiratory Physiology,

6.

a

ed. Filadelfia, Elsevier/Butterworth Heinemann, 2005.)

Figura 34-3

 Modelo tricompartimental (de Riley) del intercambio gaseoso. Se

supone que el pulmón consta de tres unidades funcionales, que son el espacio

muerto, los alveolos «ideales» y la mezcla venosa (cortocircuito). El intercambio

gaseoso se produce sólo en los alveolos «ideales». El espacio muerto medido

consta del verdadero espacio muerto alveolar junto con un componente

causado por la dispersión V˙ /Q˙ . La mezcla venosa medida consta de la mezcla

venosa verdadera (cortocircuito) junto con un componente causado por la

dispersión V˙ /Q˙ . Obsérvese que el gas alveolar «ideal» se espira contaminado

con gas del espacio muerto alveolar, por lo que no es posible tomar una

muestra del gas alveolar «ideal».

(De Lumb AB:

Nunn’s Applied Respiratory

Physiology,

6.

a

ed. Filadelfia, Elsevier/Butterworth Heinemann, 2005.)