Corrección de la temperatura
Los analizadores modernos de gases sanguíneos miden las presio-
nes de dichos gases a 37 °C. Debido a que los pacientes pocas veces
tienen una temperatura exacta de 37 °C, las muestras de sangre
deben calentarse o enfriarse a esa temperatura para su análisis. El
calentamiento de una muestra de sangre reduce el pH, la solubili-
dad de los gases y la afinidad de la Hb por el O
2
y el CO
2
. Por tanto,
a medida que la sangre de un paciente hipotérmico (p. ej., 35 °C)
se calienta y se analiza a 37 °C, hay más gas disuelto en la solución
y las Po
2
y Pco
2
medidas serán mayores que a 35 °C. La elevación
de la temperatura también incrementa la concentración de H
+
y
producirá una medición falsamente baja de pH en un paciente con
hipotermia. Los analizadores modernos utilizan un algoritmo de
los diversos disponibles para corregir de forma automática el pH
y las presiones de los gases sanguíneos en función de la tempera-
tura, y en el
cuadro 34-2se muestran las fórmulas aprobadas por
el National Committee for Clinical Laboratory Standards (NCCLS).
Todas las correcciones son bastante leves y hay pocas evidencias
para sugerir que los valores corregidos para la temperatura tengan
más utilidad clínica que los obtenidos a 37 °C. Se han utilizado dos
enfoques, pH-stato y alfa-stato para controlar el pH en pacientes
1182
Control de la anestesia
III
Figura 34-4
Efecto del gasto cardíaco
sobre la P
o
2
.
A,
Se muestra la presión y
el contenido de O
2
arterial y venoso
mixto para un gasto cardíaco de 5 l/min.
B,
Suponiendo una V˙
o
2
constante, un
incremento del gasto cardíaco a 8 l/min
aumenta la Pa
o
2
de 78 a 85 mmHg
porque la Sv– o
2
se incrementa a una
cifra mayor de gasto cardíaco. El
aumento resultante del contenido de O
2
de la sangre del cortocircuito (que en
este caso se supone que representa un
10% del gasto cardíaco) aumenta a
continuación el contenido arterial de O
2
y la Pa
o
2
. Los valores de P
o
2
están en
mmHg y el contenido de O
2
en ml/dl.