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extrapolan la temperatura de la membrana timpánica a partir de

la temperatura del oído externo son poco fiable

s 196 ,

como lo son

los sistemas de infrarrojos que escanean la piel de la frent

e 197 .

Sitios de monitorización de la temperatura

El compartimento térmico central se compone de tejidos muy per-

fundidos cuya temperatura es uniforme y alta en comparación al

resto del cuerpo. Se puede evaluar la temperatura de este comparti-

mento en la arteria pulmonar, la porción distal del esófago, la mem-

brana timpánica o la nasofaring

e 198,199

. Las sondas de temperatura

incorporadas a los estetoscopios esofágicos deben situarse en el punto

de máximo sonido cardíaco o incluso más distalmente para obtener

lecturas precisas. Estos sitios de monitorización térmica permanecen

fiables incluso durante las perturbaciones térmicas rápidas (p. ej.,

circulación extracorpórea). Se puede estimar la temperatura central

con precisión razonable por las temperaturas oral, axilar, rectal y

vesical, excepto durante las perturbaciones térmicas extrema

s 198,199 .

Las temperaturas de la superficie cutánea sonmuchomás bajas

que la temperatura central. Sin embargo, cuando se compensan de

forma adecuada, reflejan bastante bien la temperatura centra

l 200

. No

obstante, la temperatura cutánea no logra confirmar de manera fiable

los signos clínicos de la hipertermia maligna (taquicardia e hipercap-

nia) en cerdo

s 201

y no se ha evaluado con este fin en seres humanos

( fig. 38-21 )

. La temperatura rectal también se suele correlacionar bien

con la centra

l 198,199

, pero no logra aumentar de manera apropiada

durante las crisis de hipertermia malign

a 201

y en otras situaciones

documentada

s 202

. Por consiguiente, las temperaturas rectal y de la

superficie cutánea deben emplearse con cierta precaución.

Los sitios de monitorización de la temperatura central (p. ej.,

membrana timpánica, nasofaringe, arteria pulmonar y esófago)

mantienen su utilidad incluso durante la circulación extracorpórea.

Por el contrario, las temperaturas rectales se retrasan con respecto

a las medidas en las localizaciones centrales. Por tanto, la tempera-

tura rectal se considera una temperatura «intermedia» en los

pacientes enfriados de forma intencionada. Durante la cirugía car-

díaca, la temperatura vesical es igual que la rectal (y por tanto es

una temperatura intermedia) cuando la diuresis es baja, pero es

igual a la temperatura en la arteria pulmonar (y por tanto es una

temperatura interna) cuando la diuresis es alt

a 203 .

Dado que la

temperatura vesical está muy influenciada por la diuresis, puede

ser difícil de interpretar en estos pacientes. La idoneidad del reca-

lentamiento se evalúa mejor cuando se consideran ambas tempe-

raturas: la «intermedia» y la «interna».

Cuándo se requiere monitorizar

la temperatura

La hipotermia central es tan frecuente durante las anestesias espinal

y epidural como durante la general y puede ser casi igual de grave

66 .

Por tanto, la temperatura central debería medirse durante la anes-

tesia regional en pacientes con probabilidad de desarrollar hipo-

termia, entre los que se encuentran, como mínimo, los sometidos

a cirugía de las cavidades corporales.

Se debe monitorizar la temperatura central durante la admi-

nistración de la mayoría de los anestésicos generales para facilitar la

detección de hipertermia maligna y para cuantificar la hiper y la

hipotermia. La alteración térmica perioperatoria más habitual, con

gran diferencia, es la hipotermia involuntaria. La temperatura central

suele disminuir 0,5-1,5°C en los primeros 30 minutos tras la induc-

ción de la anestesia. La hipotermia se produce por la redistribución

interna del calor y por diversos factores adicionales, cuya relevancia

en pacientes individuales es difícil de predeci

r 55,68

. Por tanto, las alte-

raciones de la temperatura central durante los primeros 30 minutos

son difíciles de interpretar y su medición no suele ser necesaria. Sin

embargo, debería monitorizarse la temperatura corporal en pacientes

sometidos a una anestesia general que exceda los 30 minutos de

duración y en todos aquellos cuya cirugía dure más de 1 hora.

Monitorización de la temperatura

y directrices para el control térmico

El objetivo de la monitorización de la temperatura y del trata-

miento térmico perioperatorio es detectar las alteraciones térmicas

y mantener una temperatura corporal apropiada durante la anes-

tesia. Los datos disponibles sugieren las siguientes directrices:

1. Debe medirse la temperatura corporal central en la mayoría

de los pacientes sometidos a anestesia general durante más

de 30 minutos.

2. La temperatura debe medirse también durante la anestesia

regional cuando se programen,prevean o sospechen cambios

en la temperatura corporal.

3. A menos que la hipotermia esté específicamente indicada

(p. ej., para protección contra la isquemia), se debe hacer un

esfuerzo para mantener una temperatura central intraope-

ratoria mayor de 36 °C

. *

Varias organizaciones han propuesto varias estrategias para la

vigilancia de la temperatura y el control térmico. Los estándares de

la ASA especifican sólo que «se monitorizará la temperatura en cada

*Las opiniones son del autor y no necesariamente las comparte la

American Society of Anesthesiologists (ASA), aunque debería ser así.

Regulación y monitorización de la temperatura

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38

Sección III

Control de la anestesia

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Figura 38-21

 Las temperaturas axilar y esofágica correlacionan bien durante

la hipertermia maligna aguda en cerdos, pero no así las de la piel de la frente

y del cuello. La temperatura rectal tampoco logró identificar con prontitud la

aparición de la hipertermia maligna. El tiempo transcurrido cero indica una

PCO

2

teleespiratoria de 70 mmHg. Estos datos indican que las temperaturas

de la superficie cutánea de la frente y del cuello no confirmarán de forma

adecuada otros signos clínicos de hipertermia maligna. Los sitios válidos para

la monitorización de la temperatura central incluyen el esófago distal, la

arteria pulmonar, la nasofaringe y la membrana timpánica. Excepto durante la

circulación extracorpórea, también puede medirse la temperatura corporal en

la boca, la axila y la vejiga urinaria. Los datos se presentan como medias±DE.

(Modificada de Iaizzo PA, Kehler CH, Zink RS y cols.: Thermal response in

acute porcine malignant hyperthermia.

Anesth Analg

82:803-809, 1996.)