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pérdida de cloruro, mientras que la diarrea produce pérdida de

sodio y potasio. Los drenajes quirúrgicos colocados en lechos hísti-

cos pueden extraer líquidos con concentraciones variables de elec-

trólitos (p. ej., el lecho pancreático secreta líquido rico en sodio). La

fiebre, el sudor, los tejidos que rezuman y los circuitos de los venti-

ladores humidificados de forma inadecuada dan lugar a pérdidas

insensibles de volúmenes grandes y alcalosis por contracción.

Las infusiones administradas a los pacientes pueden ser res-

ponsables de alteraciones inesperadas de la química sérica. Muchos

antibióticos, como la piperacilina-tazobactam, se diluyen en solu-

ciones ricas en sodio. Otros, como la vancomicina, se administran

en grandes volúmenes de agua libre (glucosa al 5%). El lorazepam

se diluye en propilenglicol, grandes volúmenes del cual producen

una acidosis metabólica similar a la que se ve con etilenglico

l 62 .

El tratamiento sustitutivo renal continuo se utiliza para la

administrar hemofiltración y hemodiálisis a pacientes graves que

están inestables hemodinámicamente. Rocktaschel y cols

. 63,64

han

mostrado que el tratamiento sustitutivo renal continuo resuelve la

acidosis de la insuficiencia renal aguda mediante la eliminación de

iones fuertes y fosfato. Sin embargo, esta corrección enmascara la

alcalosis metabólica debido a la hipoalbuminemia.

Otros tratamientos aparentemente inocuos pueden producir

trastornos significativos del equilibrio acidobásico. Con frecuencia

se administran diuréticos del asa a pacientes graves con la perspec-

tiva errónea de que liberarán los líquidos secuestrados. Estos fár-

macos producen alcalosis hipoclorémica y alcalosis por contracción.

Los inhibidores de la anhidrasa carbónica, como la acetazolamida,

dan lugar a excreción de sodio y bicarbonato con retención de

cloruro, lo que da lugar a acidosis hiperclorémica.

La alcalosis por contracción se trata corrigiendo el déficit de

agua libre utilizando la fórmula siguiente:

Déficit de agua  libre = 0,6 × peso del paciente  (en kg)

× ([sodio medido/140]−1)

La alcalosis hipoclorémica se debe tratar corrigiendo el

déficit de cloruro, utilizando suero salino normal.

Los pacientes neuroquirúrgicos son vulnerables a diver-

sos trastornos acidobásicos en relación con el tratamiento

osmolar y la lesión cerebra

l 65

. La administración de manitol

para reducir la presión intracraneal inicialmente produce aci-

dosis dilucional leve. A estos pacientes habitualmente se les trata

con una solución salina normal y con frecuencia con suero

salino hipertónico. Ambos tipos de soluciones pueden producir

acidosi

s 66

. Con frecuencia se produce diabetes insípida como

complicación de una lesión craneal grave. Está producida por

una interrupción del eje hipotalámico-hipofisario. Cuando no

hay hormona antidiurética el riñón es incapaz de concentrar la

orina. Esto da lugar a una diuresis masiva. El trastorno se carac-

teriza por aumento de la osmolalidad plasmática con osmolali-

dad urinaria baja; típicamente se manifiesta como alcalosis por

contracción. El tratamiento es el aporte hormonal de vasopre-

sina o desmopresina.

Conclusión

La mayor parte de la confusión sobre la química acidobásica se

relaciona con los intentos de aplicar abordajes observacionales,

como los de Henderson-Hasselbalch o Schwartz y Brackett, a

todo el espectro de procesos fisiopatológicos. El uso de los prin-

cipios de la química física permite explicar mejor el equilibrio

acidobásico y ofrece herramientas que se pueden aplicar en una

gran variedad de situaciones clínicas. Esto no quiere decir que

el abordaje «tradicional» sea incorrecto, sino que simplemente

es una imagen especular del que han propuesto Stewart, Fencl

y otros autores. Todos los trastornos acidobásicos se pueden

explicar en relación con la DIF, A

TOT

y la Pco

2

. Los anestesiólo-

gos pueden tener un efecto significativo sobre el equilibrio aci-

dobásico con la elección de los líquidos y la estrategia de

ventilación mecánica.

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Equilibrio acidobásico perioperatorio

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Sección III

Control de la anestesia

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