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Control de la anestesia

III

mantener el volumen intravascular. El compartimento del LEC tiene

mayor concentración de sodio, cloruro y bicarbonato. La permeabi-

lidad a iones y proteínas varía en función de cada órgano, siendo el

cerebro el de menor y el hígado el de mayor permeabilidad.

El control del volumen y la composición del agua corporal

es multifactorial e implica a sustancias como el factor natriurético

atrial (ANF), la vasopresina (es decir, la hormona antidiurética

[ADH]), la aldosterona (es decir, renina, angiotensina), la hormona

paratiroidea, calcitonina o prostaglandinas; a los receptores dopa-

minérgicos y

a

-adrenérgicos; al mecanismo de la sed y a las pro-

piedades intrínsecas del riñón. El balance hídrico representa la

diferencia entre la ingesta de agua y sus pérdidas. El riñón es el

principal regulador de la eliminación del agua.

Aproximadamente un 60% de las pérdidas diarias de agua

se excretan por la orina. Sin embargo en situaciones de ejercicio

intenso o con altas temperaturas ambientales, la eliminación de

agua por el sudor puede aumentar tanto que suponga la principal

fuente de pérdidas diarias

( tabla 44-2 )

. Un ejercicio intenso puede

aumentar las pérdidas de agua a través del sudor hasta cincuenta

veces por encima de lo normal, además las pérdidas insensibles por

el tracto respiratorio aumentan con una ventilación más intensa.

En estas situaciones, el riñón intenta compensar las pérdidas dis-

minuyendo la eliminación de agua por la orin

a 1

.

Fisiología del sodio

El sodio es el ión positivomás abundante en el compartimento del LEC

y es determinante para la osmolaridad tanto intra como extracelular.

La osmolaridad del suero está estrechamente regulada en un rango

entre 275 y 290mosm/kg, principalmente por la acción de la ADH

(hormona antidiurética), y se estima según la siguiente ecuación:

Osmolaridad suero = (2 × Na) + (glucosa ÷ 18) + (urea ÷ 2,8)

Los osmorreceptores hipotalámicos pueden detectar cambios

del 1%. La mayoría de pacientes con hiponatremia tienen una osmo-

laridad urinaria mayor de 200mosm/kg, lo que refleja una alteración

en la excreción de agu

a 2 .

En relación con la fisiología del sodio, la

relación entre el plasma y el líquido intersticial se sitúa en una pro-

porción de 5:1 en la fase de equilibrio, la cual se alcanza en unos 15

a 20 minutos. El equilibrio del sodio extracelular depende de la dife-

rencia entre su aporte y sus pérdidas. Lamayoría de personas consume

mucho más sodio del que necesita, de manera que la principal tarea

del riñón en el equilibrio del sodio consiste en eliminar su exceso.

Las necesidades de sodio varían con la edad, siendo de

3mEq/kg/día para neonatos de menos de 32 semanas de gestación,

de 2 a 3mEq/kg/día para neonatos a término (v.

caps. 72 y 74

) 3

. Las

pérdidas de sodio por las heces en el neonato son de 1mEq/kg/día

y el proceso de crecimiento necesita 0,5mEq/kg/día. Las necesida-

des del adulto disminuyen hasta aproximadamente 1,5mEq/kg/día.

La eliminación urinaria de sodio es la principal vía de pérdida de

sodio y es aproximadamente igual a la cantidad diaria ingerida. Las

pérdidas extrarrenales por una sudoración profusa, por quemadu-

ras, vómitos intensos o diarrea, pueden ser de gran importancia.

En condiciones normales se pueden formar como máximo

10ml de orina por cada miliosmol de soluto eliminado por el riñón.

El riñón normal responde a un aumento de agua libre con la diu-

resis y a uno de sodio con la natriuresis, mientras que ante una

depleción de volumen o una disminución del aporte, lo hace con

la antidiuresis o la antinatriuresis (p. ej., un paciente sometido a

cirugía puede eliminar solo 1,2 a 1,6mOsm/ml de soluto). En

determinadas situaciones fisiopatológicas hay un aumento o dis-

minución anómalos de la eliminación de sodio.

Muchos de los factores implicados en el control de la reabsor-

ción tubular de sodio, como los hemodinámicos, los físicos (p. ej.,

aumento de la presión intraabdominal durante procedimientos lapa­

roscópicos) o los hormonales y la actividad nerviosa simpática renal,

se alteran en el periodo perioperatorio. El transporte de sodio y agua

a través de las paredes de los capilares peritubulares depende del

equilibrio de las fuerzas de Starling (hidrostática versus osmótica).

La presión neta en estos capilares es de aproximadamente 10 mmHg

a favor de la captación de líquido reabsorbido. La expansión de

volumen con suero salino isotónico hace descender la concentración

de proteínas plasmáticas y disminuye la presión oncótica en los

capilares peritubulares.

El sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA) inter­

viene en el control del volumen sanguíneo y la presión arterial junto

al sistema nervioso simpático, y los sistemas de cininas-calicreinas y

de arginina-vasopresina. El SRAA juega un importante papel en la

homeostasis del sodio y la función renal, especialmente en condicio-

nes de estrés, de manera que se puede poner en marcha ante descen­

sos en la presión sanguínea de la arteria renal, ante una disminución

del aporte de sodio a la mácula densa o por activación del sistema

nervioso simpático. Ante estos estímulos la renina se sintetiza desde

su precursor, la prorrenina, y se segrega por las células yuxtaglo­

merulares del riñón. La renina es una aspartil-proteasa (similar a la

pepsina o la catepsina), que descompone a su sustrato el angioten­

sinógeno (que es una

a

2

-globulina), para producir el decapéptido

angiotensina. Aunque la principal fuente de renina es el riñón, se han

encontrado isoenzimas de la misma en distintos tejidos como

cerebro, suprarrenales, lecho vascular, útero o placent

a 4

. También se

ha conseguido clonar el gen de la renina humana. Los niveles de

angiotensina aumentan después de una nefrectomía, por los estró­

genos, las hormonas tiroideas y los glucocorticoides y también por

la inhibición de la enzima convertidora de angiotensina

I 5,6 .

La angiotensina I se transforma rápidamente en el octapéptido

angiotensina II por efecto de la enzima convertidora de angiotensi­

Tabla 44-2

 Pérdidas diarias de agua

Fuente de

las pérdidas

Actividad

y temperatura

normales (ml)

Actividad normal

y temperatura

elevada (ml)

Ejercicio

prolongado

(ml)

Orina

1.400

1.200

500

Sudor

100

1.400

5.000

Heces

100

100

100

Pérdidas

insensibles

700

600

1.000

Total

2.300

3.300

6.600

Tomada de Rhoades RA, Tanner GA:

Medical Physiology.

Boston, Little, Brown, 1995.

Tabla 44-1

 Composición electrolítica de los líquidos orgánicos (normal)

Electrólito

Plasma

(mEq/l)

Líquido intersticial

(mEq/l)

Líquido

intracelular (mEq/l)

Na

+

142

145

10

K

+

4

4

159

Mg

2+

2

2

40

Ca

2+

5

3

1

Cl

103

117

10

HCO

3

25

27

7

Adaptada de Campbell I: Physiology of fluid balance.

Anaesth Intensive Care Med

7:462-465 2006.