paciente que desarrolle fiebre en las 6 horas siguientes a la recep-
ción de plaquetas se debe considerar la posibilidad de sepsis por
éstas. La evaluación de la eficacia de las plaquetas almacenadas
hace que el médico pueda disponer de ellas sólo durante 3 días, y
aún se necesitarían nuevas pruebas (v.
tabla 45-15). Más reciente-
mente se está permitiendo conservar las plaquetas durante 7 días, me
nos 2 para pruebas, con lo que están disponibles durante 5 días, lo
que mejora el uso global de un producto valioso y mejora el arsenal
terapéutico plaquetario. En estos momentos los concentrados de
plaquetas se prueban sistemáticamente en busca de bacterias y son
el único hemoderivado que se almacena a temperatura ambient
e 103 .La presencia de bacterias en las plaquetas varía entre 1/5.000 antes
y 1/50.000 después del cultivo rutinario de las bacteria
s 103 .En 2007,
se obtuvieron 186 cultivos positivos en 1.004.206 unidades estu-
diadas, de los cuales 20 causaron reacciones sépticas. Trece de estos
casos se produjeron 5 días después de la obtención y tres fueron
mortale
s 104 .Las indicaciones para el empleo de plaquetas son difíciles de
definir. En julio de 1989, el boletín de fármacos de la FDA afirmó
que no deberían administrarse plaquetas a pacientes con púrpura
trombocitopénica inmunitaria (a no ser que exista una hemorragia
potencialmente mortal), o de forma profiláctica en dos casos: en
las transfusiones masivas o después de la circulación extracorpó-
rea. El grupo de trabajo de la American Society of Anesthesiologists
(ASA
) 4recomendó lo siguiente:
1. La transfusión profiláctica de plaquetas es ineficaz y casi
nunca está indicada cuando la trombocitopenia se debe a un
aumento de la destrucción de plaquetas (p. ej., púrpura
trombocitopénica idiopática).
2. La transfusión profiláctica de plaquetas casi nunca está indi-
cada en pacientes quirúrgicos con trombocitopenia debida
a una disminución de la producción de plaquetas, si el
recuento de éstas es mayor de 100×10
9
/l, y suele estar indi-
cada cuando es menor de 50×10
9
/l. Si los pacientes que
tienen recuentos plaquetarios intermedios (de 50 a
100×10
9
/l) deben transfundirse dependerá del riesgo hemo-
rrágico que presenten.
3. Los pacientes quirúrgicos y obstétricos con hemorragia
microvascular suelen requerir transfusión de plaquetas si el
recuento de plaquetas es menor de 50×10
9
/l, y casi nunca
requieren tratamiento si es mayor de 100×10
9
/l. Ante
recuentos intermedios (de 50 a 100×10
9
/l), deberán trans-
fundirse en función del riesgo de sufrir una hemorragia más
significativa.
4. Los partos vaginales o los procedimientos quirúrgicos aso-
ciados con una hemorragia insignificante pueden realizarse
con recuentos plaquetarios menores de 50×10
9
/l.
5. La transfusión de plaquetas puede estar indicada, a pesar de
un nivel adecuado de las mismas, si hay una disfunción
plaquetaria conocida y hemorragia microvascular.
Los pacientes con trombocitopenia grave (
<
20.000 células/mm
3
) y
signos clínicos de hemorragia suelen requerir transfusión de pla-
quetas. Sin embargo, algunos pueden tener una intensa plaquetope-
nia(muchomenosde20.000 células/mm
3
)ynopresentarhemorragia
clínica. Estos pacientes probablemente no necesiten transfusión de
plaquetas. Los pacientes que han sufrido un traumatismo o que
requieren cirugía precisan un mayor nivel de plaquetas, quizá
100.000 células/mm
3
, para mantener una hemostasia adecuada (v.
tabla 45-5 ). Antes de tomar la decisión de transfundir plaquetas
deben tenerse en cuenta los análisis y la evaluación clínica.
Cuando sea posible se deben usar plaquetas con compatibi-
lidad ABO, aunque la necesidad de usarlas no está bien documen-
tada. Las pruebas específicas son difíciles. La agregación, que es el
criterio de valoración de las pruebas cruzadas de los eritrocitos, no
puede usarse porque las plaquetas se agrupan al tener inmuno-
globulinas en su membrana. Cualquier depósito adicional de anti-
cuerpos del receptor es difícil de detectar. A pesar del hecho de que
las plaquetas pueden destruirse por anticuerpos dirigidos contra
las proteínas del antígeno leucocitario humano de clase I presentes
en sus membranas y, en menor medida, por anticuerpos contra el
sistema ABO, las plaquetas escogidas para las transfusiones proba-
blemente se seguirán eligiendo sin tener en cuenta los sistemas de
antígeno
s 102 .Las plaquetas con incompatibilidad ABO proporcio-
nan una hemostasia muy adecuada.
La eficacia de las transfusiones de plaquetas es difícil de
monitorizar. En condiciones ideales, un concentrado de plaquetas
suele aumentar alrededor de 7.000-10.000plaquetas/mm
3
una hora
después de la transfusión en un adulto de 70kg. Se requieren 10 con
centrados de plaquetas para aumentar el recuento de plaquetas en
100.000 células/mm
3
. Sin embargo, muchos factores, entre ellos la
esplenomegalia, la fiebre, la sepsis y una hemorragia activa, pueden
reducir la supervivencia y disminuir la recuperación de las plaque-
tas transfundidas.
Se han propuesto muchos tipos distintos de concentrados
de plaquetas, como la aféresis (es decir, la obtención de más pla-
quetas de un donante para no reunirlas de donantes múltiples),
plaquetas sin leucocitos y plaquetas tratadas con radiación ultra-
violeta. B. Kruskall ha revisado el uso de estos producto
s 102 .Plasma fresco congelado
El PFC se prepara en el momento de obtener la sangre del donante.
Contiene todas las proteínas plasmáticas, sobre todo los factores V
y VIII, que disminuyen de forma gradual durante el almacena-
miento. El uso de PFC conlleva ciertos riesgos inherentes a la
transfusión de casi cualquier hemoderivado. El principal riesgo es
la transmisión de enfermedades infecciosas, como hepatitis B, C y
SIDA. Otro riesgo es la sensibilización a proteínas extrañas. Para
incrementar la utilización global de los hemoderivados se han
introducido muchas variaciones en la producción del PFC. Por
ejemplo, en una de ellas se modifica el tiempo en que el PFC es
viable después de la descongelación de 24 horas a 5 días. Además,
el plasma congelado 24 horas después de la flebotomía (FP24) es
comparable al PFC, excepto por un descenso aproximado del 25%
del factor VII
I 105.
A pesar de todos los problemas asociados con el PFC, su uso
se ha multiplicado por diez desde 1974 a 1984, cuando el consumo
alcanzó casi 2 millones de unidades anuales. Este aumento alar-
mante provocó que los National Institutes of Health dirigieran una
1526
Control de la anestesia
III
Tabla 45-15
Evolución histórica del período de validez en la relación con los
episodios clave
Año
Período de validez Período de validez práctic
o *1984-1986
7 días
6-7 día
s †1986-1999
5 días
3 día
s ‡1999-2004
5 días
3 día
s §2004-presente 5 días
2,5-3 días
*Días en los que el concentrado de plaquetas está realmente disponible para su
uso clínico.
†
Informes de contaminación bacteriana.
‡
Estudio mediante tecnología de ácidos nucleicos, centralizado en el estudio de
donantes de sangre.
§
Implantación de la detección bacteriana.