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de coagulación a los fosfolípidos de membrana. El tratamiento se

monitoriza con el índice normalizado internacional (INR), derivado

del TP. En general, se considera una anticoagulación suficiente con

un INR de 2-

3 53 .

Cuando la anticoagulación es excesiva la suspen-

sión de la administración del fármaco es suficiente en la mayor parte

de los casos. En el contexto perioperatorio, puesto que su semivida

es de 2-4 días, puede ser necesaria una reversión más rápida. Para

ello, se administra vitamina K por vía oral o parenteral en dosis de

1-2 m

g 58 .

Puede obtenerse una inversión más rápida mediante la

administración de plasma o concentrados de complejo de protrom-

bin

a 59 .

También se ha demostrado la eficacia del factor VIIa recom-

binante para invertir las hemorragias asociadas a cumarínicos.

A pesar de su semivida relativamente corta y de una especi-

ficidad creciente para la fibrina, la administración de fármacos

fibrinolíticos sigue asociada con una posibilidad sustancial de

hemorragias. Éstas son de origen multifactorial, como consecuen-

cia de la degradación proteolítica de fibrina y fibrinógeno, la pro-

teólisis de los cofactores V y VIII y la digestión de los receptores

de superficie de la glucoproteína plaquetari

a 29 .

Además, los frag-

mentos de degradación tanto de la fibrina como del fibrinógeno

afectan a la función plaquetaria e inhiben el ensamblado de los

monómeros de fibrina en fibras. Una vez que el agente fibrinolítico

ha sido eliminado del plasma, los antifibrinolíticos son de eficacia

limitada. El tratamiento debe basarse en la reposición selectiva de

las plaquetas y los componentes de las proteínas plasmáticas. En

muchos casos, se administrará crioprecipitado para reemplazar el

fibrinógeno y se requerirán infusiones de concentrados de plaque-

tas para compensar la disfunción plaquetaria cualitativa. Pueden

requerirse transfusiones de plasma para reponer los factores de

coagulación plasmática, en particular los cofactores V y VIII.

Hepatopatías

Los defectos hemostáticos asociados con la insuficiencia hepática

son complejos y multifactoriales. Las hepatopatías graves afectan a

la síntesis de los factores de coagulación, impiden el aclaramiento

de las proteínas de coagulación activadas y fibrinolíticas y produ-

cen una disfunción plaquetaria cuantitativa y cualitativa. En

general, los hallazgos de laboratorio asociados incluyen un TP

prolongado, la posible prolongación del TTPa y trombocitopeni

a 60 .

La prolongación del tiempo de hemorragia refleja los defectos cua-

litativos de la adhesión y agregación plaquetaria. En el contexto de

una hepatopatía el tratamiento de una hemorragia se basa en las

anomalías de las pruebas de laboratorio. En la hemorragia aguda

se suele administrar plasma y concentrados de plaquetas. Las con-

centraciones bajas de fibrinógeno se tratan con la administración

de crioprecipitados. Además, en casos seleccionados, como en la

fibrinólisis de bajo grado, puede ser beneficiosa la administración

de un fármaco antifibrinolítico.

Nefropatías

En general, la insuficiencia renal crónica se asocia con disfunción

plaquetaria, reflejada por un tiempo de hemorragia prolongado y

por la predisposición a las hemorragias asociadas a cirugía o trau-

matismos. Los mecanismos subyacentes parecen ser multifactoria-

les y pueden incluir la acumulación de ácido guanidinosuccínico

y óxido nítrico en el plasma urémic

o 61 .

Además, se ha especulado

que los concentrados de hematíes desempeñan un papel ya que la

corrección de la anemia da lugar a una disminución del tiempo de

hemorragia, supuestamente relacionado con su papel en la margi-

nación plaquetaria a lo largo de la pared del vaso en condiciones

de flujo lamina

r 28 .

En pacientes con insuficiencia renal crónica se

ha descrito que tanto la diálisis como la corrección de la anemia

acortan los tiempos de hemorragia. Tradicionalmente, en este con-

texto, se administra crioprecipitado; no obstante, la desmopresina

(0,3

m

g/kg) y los estrógenos conjugados también pueden acortar

los tiempos de hemorragi

a 43

. Siguen sin dilucidarse los riesgos

asociados a estos tratamientos, al igual que el valor predictivo del

tiempo de hemorragia para una hemorragia posterior.

Coagulación intravascular diseminada

La coagulación intravascular diseminada (CID) incluye una res-

puesta hemostática fisiopatológica a la exposición al complejo

factor tisular/factor VIIa y la activación de la vía extrínseca de la

coagulación. Numerosos procesos subyacentes pueden precipitarla,

incluidos los traumatismos, la embolia de líquido amniótico, el

cáncer, la sepsis o la transfusión de sangre incompatibl

e 62

. Con

frecuencia, se presenta clínicamente como una diátesis hemorrá-

gica difusa asociada al consumo de factores de coagulación y pla-

quetas durante la actividad trombótica microvascular difusa.

También es habitual la fibrinólisis subyacente, que proporciona un

mecanismo contrarregulador para mantener la integridad vascular.

Los hallazgos de laboratorio típicos incluyen una disminución del

recuento de plaquetas, prolongación del TP, TTPa y tiempo de

trombina (TT) y un aumento de las concentraciones de fibrina

soluble y productos de degradación de la fibrina/fibrinógeno. Se

han identificado estados crónicos de CID con resultados de las

pruebas de cribado de la coagulación relativamente normales,

acompañados de un aumento de la concentración de fibrina soluble

y productos de degradación de la fibrina/fibrinógen

o 63 .

El trata-

miento de la CID es el del proceso subyacente que precipita la

activación hemostática. Por lo demás, incluye transfusiones selec-

tivas de componentes sanguíneos para reponer los factores de coa-

gulación y las plaquetas consumidas en el proceso. En general, el

tratamiento antifibrinolítico está contraindicado debido a la posi-

bilidad de complicaciones trombóticas catastróficas.

Estados protrombóticos

La trombofilia, una predisposición a los acontecimientos trombó-

ticos, suele manifestarse desde un punto de vista clínico en forma

de trombosis venosa (en general, trombosis venosa profunda de

las extremidades inferiores

) 64

. Al igual que en el caso de las diáte-

sis hemorrágicas, la trombofilia puede ser consecuencia de proce-

sos hereditarios o adquiridos (

tabla 46-3 )

. En la mayoría de casos,

puede identificarse un acontecimiento precipitant

e 65 .

Por ejemplo,

las complicaciones trombóticas suelen presentarse después de

cirugía, durante el embarazo, y asociadas a obesidad o un cáncer

subyacent

e 66 .

El cribado al azar de pacientes asintomáticos para

valorar el riesgo trombótico no ha demostrado ser rentable o

eficaz clínicament

e 67,68 .

Al igual que con las diátesis hemorrágicas,

la obtención de una historia clínica cuidadosa que preste atención

a los acontecimientos trombóticos previos, los antecedentes fami-

Coagulación

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46

Sección III

Control de la anestesia

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Tabla 46-3

 Estados de hipercoagulabilidad y riesgo de trombosis perioperatoria

Riesgo alto

Trombocitopenia inducida por heparina (TIH)

Déficit de antitrombina

Déficit de proteína C

Déficit de proteína S

Síndrome de anticuerpos antifosfolípido

Riesgo moderado

Factor V de Leiden: polimorfismo del gen del factor V

Polimorfismo G20210A del gen de la protrombina

Hiperhomocistinemia

Disfibrinogenemia

Estados protrombóticos postoperatorios

Cáncer

Inmovilización