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Fisiología y anestesia

I

Fenómenos eléctricos y electrocardiograma

Los fenómenos eléctricos del marcapasos y del sistema de conduc-

ción especializado están representados en el ECG en la superficie

corporal (v. también caps. 32 y 33). Son la consecuencia de las

diferencias de potencial eléctrico que genera el corazón en los

puntos de registro superficiales. El potencial de acción que se inicia

en el nódulo SA se propaga hacia ambas aurículas a través de un

tejido de conducción especializado, y da lugar a la sístole (contrac-

ción) auricular y a la onda P del ECG. En la unión entre los tabi-

ques interauricular e interventricular el tejido de conducción

auricular especializado converge en el nódulo auriculoventricular

(AV), que está conectado distalmente con el haz de His. El nódulo

AV es una zona de conducción relativamente lenta, y en esta loca-

lización se suele producir un retraso entre la contracción auricular

y la contracción ventricular. Se puede utilizar el intervalo PR para

medir el retraso entre la contracción auricular y la ventricular a

nivel del nódulo AV. Desde el haz de His distal el impulso eléctrico

se propaga a través de las grandes ramas derecha e izquierda del

haz y finalmente hacia las fibras del sistema de Purkinje, que son

las ramas más finas del sistema de conducción especializado. Por

último, las señales eléctricas se transmiten desde el sistema de

Purkinje hasta los miocardiocitos ventriculares individuales. La

propagación de la despolarización hacia el miocardio ventricular

se manifiesta como el complejo QRS en el ECG. A la despolariza-

ción le sigue la repolarización ventricular y la aparición de la onda T

en el EC

G 2

.

Fenómenos mecánicos

Los fenómenos mecánicos de un ciclo cardíaco comienzan con el

retorno de la sangre hacia las aurículas derecha e izquierda desde

las circulaciones sistémica y pulmonar, respectivamente. A medida

que se acumula sangre en las aurículas aumenta la presión auricu-

lar hasta que supera la presión en el interior del ventrículo, y se

abre la válvula AV. Al principio, la sangre fluye pasivamente hacia

las cavidades ventriculares, y este flujo supone aproximadamente

el 75% del llenado ventricular tota

l 3 .

El resto del flujo sanguíneo

está mediado por la contracción auricular activa o sístole, lo que

se conoce como «golpe» auricular. El inicio de la sístole auricular

coincide con la despolarización del nódulo sinusal y la onda P.

Mientras se llenan los ventrículos, las válvulas AV se desplazan

hacia arriba y comienza la contracción (sístole) ventricular con el

cierre de las válvulas tricúspide y mitral, que corresponde al final

de la onda R en el ECG. La primera parte de la sístole ventricular

se conoce como contracción isovolúmica o isométrica. El impulso

eléctrico atraviesa la región AV y pasa por las ramas derecha e

izquierda hacia las fibras de Purkinje. Esto da lugar a la contracción

del miocardio ventricular y a un aumento progresivo de la presión

intraventricular. Cuando la presión intraventricular supera a la

presión en las arterias pulmonar y aorta, se abren las válvulas

pulmonar y aórtica y se produce la eyección ventricular, que es la

segunda parte de la sístole ventricular.

La eyección ventricular se puede subdividir en la fase de

eyección rápida y la fase de eyección reducida. Durante la fase

de eyección rápida el flujo anterógrado es máximo, y se generan las

presiones máximas en las arterias pulmonar y aórtica. En la fase de

eyección reducida el flujo y la presión en las grandes arterias dismi-

nuyen al avanzar la sístole. La presión en ambas cavidades ventri-

culares disminuye a medida que se expulsa la sangre desde el

corazón, y la diástole ventricular comienza con el cierre de las vál-

vulas pulmonar y aórtica. El período inicial de la diástole ventricular

es la fase de relajación isovolúmica/isométrica. Esta fase es simultá-

nea a la repolarización del miocardio ventricular y corresponde al

final de la onda T en el ECG. La porción final de la diástole ventri-

cular supone una disminución rápida de la presión intraventricular

hasta que disminuye por debajo de la presión de las aurículas

Figura 6-1

 Fenómenos eléctricos y mecánicos durante un único ciclo

cardíaco. Se muestran las curvas de presión, el flujo aórtico, el volumen

ventricular, el pulso venoso y el electrocardiograma.

(Tomado de Berne RM,

Levy MN: The cardiac pump.

En Cardiovascular Physiology,

8.

a

ed. St. Louis,

CV Mosby, 2001, págs. 55-82.)