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Anestesia para la cirugía torácica

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

La mayoría de los pacientes toman piridostigmina (un anti-

colinesterásico oral) y muchos reciben tratamiento inmunosupre-

sor (p. ej., corticoides). El día de la cirugía, la posología de la

piridostigmina debería asegurar que se administre la pauta habitual

del paciente durante el período perioperatorio inmediato. Algunos

pacientes requieren una posología intravenosa con neostigmina

hasta que sean capaces de reanudar la ingesta oral de piridostig-

mina. Se ha diseñado una escala para predecir la necesidad de

ventilación mecánica prolongada después de la timectomía por

esternotomía. Entre los criterios que contribuyen a la necesidad

predicha de soporte se encuentra la duración de la enfermedad

superior a 6 años, las enfermedades respiratorias crónicas, una

posología de piridostigmina superior a 750mg/día y un valor de

capacidad vital menor de 2,9 litros. La relevancia de esta escala ha

disminuido con la mejor preparación preoperatoria y la cirugía

mínimamente invasiv

a 237

. Derivar al paciente para el tratamiento

quirúrgico en una fase precoz de la enfermedad y la estabilización

de los síntomas con fármacos y plasmaféresis, combinado con un

mayor uso de los abordajes mínimamente invasivos, ha hecho que

sea menos frecuente la necesidad de ventilación postoperatoria. En

los pacientes optimizados, la duración media del ingreso hospitala-

rio puede reducirse a 1 día después de la timectomía mínimamente

invasiva y a 3 días después de la realizada por vía transesterna

l 238

.

Los pacientes deberían mantener su pauta farmacológica completa

en el postoperatorio. La remisión de la miastenia grave tras la timec-

tomía es lenta, a lo largo de un período de meses a años.

Tratamiento postoperatorio

Principales complicaciones precoces

Se pueden producir muchos tipos de complicaciones graves en el

postoperatorio inmediato tras la cirugía torácica, como la torsión

de un lóbulo restante tras la lobectomía, la dehiscencia del muñón

bronquial, o una hemorragia de un gran vaso. Por fortuna, se trata

de complicaciones infrecuentes y, cuando se producen, los princi-

pios terapéuticos son iguales a los descritos antes para los procedi-

mientoshabitualesyespecíficos.Entreestasposiblescomplicaciones,

hay dos que se describirán con más detalle: la insuficiencia respi-

ratoria, porque es la causa más habitual de morbilidad grave tras la

cirugía torácica, y la herniación cardíaca, porque aunque es infre-

cuente, suele ser mortal si no se diagnostica con rapidez y se trata

adecuadamente.

Insuficiencia respiratoria

La insuficiencia respiratoria es una causa fundamental de morbi-

mortalidad postoperatoria en pacientes sometidos a una resección

pulmonar mayor. La insuficiencia respiratoria aguda tras la resec-

ción pulmonar se define como la aparición aguda de hipoxemia

(Pao

2

<

60mmHg) o de hipercapnia (Paco

2

>

45mmHg), o bien el

uso de ventilación mecánica postoperatoria durante más de

24 horas, o la reintubación para aplicar ventilación controlada tras

la extubación. La incidencia de insuficiencia respiratoria tras la

resección pulmonar es del 2-18%. Los pacientes con una menor

función respiratoria antes de la cirugía tienen un mayor riesgo de

complicaciones respiratorias postoperatorias. Además, la edad, la

presencia de arteriopatía coronaria y la extensión de la resección

pulmonar desempeñan un papel destacado a la hora de predecir la

morbimortalidad postoperatoria. La contaminación cruzada,

debido a la incapacidad de lograr el aislamiento pulmonar de forma

intraoperatoria durante la resección pulmonar en pacientes con

secreciones contaminadas, puede causar una neumonía contrala-

teral e insuficiencia respiratoria postoperatori

a 239 .

La ventilación

mecánica durante el período postoperatorio tras la resección pul-

monar se asocia con el riesgo de neumonía nosocomial adquirida

y de fístula broncopleural.

La reducción de las complicaciones postoperatorias en los

pacientes de alto riesgo se asocia con el uso de analgesia epidural

torácica durante el período perioperatori

o 2

. La prevención de las

atelectasias y de las infecciones secundarias se ha atribuido a una

mejor conservación del volumen residual funcional, un aclara-

miento mucociliar eficaz y el alivio de los reflejos inhibidores que

actúan sobre el diafragma en los pacientes que reciben analgesia

epidura

l 240 .

La fisioterapia respiratoria, la espirometría de incentivo

y la deambulación precoz son fundamentales para minimizar las

complicaciones pulmonares tras la resección pulmonar. Para que

no haya complicaciones en la resección pulmonar, es deseable

lograr una extubación precoz, a fin de evitar las posibles complica-

ciones que surgen por la duración prolongada de la intubación y

la ventilación mecánica. El tratamiento actual de la insuficiencia

respiratoria aguda consiste en medidas de soporte destinadas a

proporcionar una mejor oxigenación, tratar la infección y propor-

cionar soporte vital orgánico sin lesionar más los pulmones.

Herniación cardíaca

La herniación cardíaca aguda es una complicación infrecuente,

pero bien descrita, de la neumonectomía cuando el pericardio se

cierra de forma incompleta o el cierre sufre una dehiscenci

a 241 .

Suele producirse de forma inmediata o en las primeras 24 horas

tras la cirugía torácica y se asocia a una mortalidad superior al 50%.

La herniación cardíaca puede producirse también después de una

resección lobar con apertura pericárdica o en otras resecciones de

tumores torácicos que afecten al pericardio, así como en trauma-

tismo

s 242 .

Cuando se produce una herniación cardíaca después de

una neumonectomía derecha, la presentación clínica se debe a la

alteración del retorno venoso al corazón, con un aumento asociado

de la presión venosa central, taquicardia, hipotensión profunda y

shock. Después se produce un síndrome agudo de vena cava supe-

rior debido a la torsión del corazó

n 243 .

Por el contrario, cuando la

herniación cardíaca se produce después de una neumonectomía

izquierda, la rotación del corazón es menor, pero el borde del peri-

cardio comprime el miocardio. Esto puede causar isquemia mio-

cárdica, arritmias y una obstrucción del tracto de salida del

ventrículo. La herniación cardíaca se produce después del cierre

del tórax debido a las diferencias de presión entre los dos hemitó-

rax. Esta diferencia de presión puede provocar la extrusión del

corazón a través de un defecto pericárdico.

El tratamiento de un paciente con herniación cardíaca debería

considerarse una cirugía de extrema urgencia. El diagnóstico dife-

rencial debería descartar una hemorragia intratorácica masiva, una

embolia pulmonar o un desplazamiento mediastínico debido a un

tratamiento inadecuado del drenaje torácico. El diagnóstico precoz

y un tratamiento quirúrgico inmediato mediante la reposición del

corazón en su lugar anatómico con la reparación del defecto peri-

cárdico o utilizando un parche de material análogo o protésico es

fundamental para la supervivencia del paciente. Debido a que estos

pacientes se han sometido a una toracotomía previa, se deben tomar

todas las precauciones para una reexploración, consistente en el uso

de catéteres intravenosos de gran calibre y de una vía arterial. Las

maniobras para minimizar los efectos cardiovasculares consisten en

colocar al paciente en decúbito lateral completo con el lado operado

hacia arriba. Debido a que el tiempo es crucial, se utiliza un TLS. Es

preciso utilizar vasopresores o inotrópicos (o ambos) para el soporte

circulatorio mientras se lleva a cabo la exploración. Se puede plan-

tear el uso de la ETE de forma intraoperatoria, tras la reanimación

y reposición del corazón, durante la reparación pericárdica con

parche para evitar una compresión excesiva del corazón por la repa-

ració

n 244

. En general, los pacientes sometidos a una reexploración