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excepciones son infrecuentes y cuando se producen (p. ej., un paciente

somnoliento, que vomita, con papiledema, una gran masa y com-

presión de las cisternas basales o la víctima de un traumatismo craneal

con una lesión con efecto masa en expansión o cisternas y surcos

obliterados en la TC), puede ser recomendable que el médico utilice

una técnica predominantemente intravenosa hasta que el cráneo y la

duramadre estén abiertos y se pueda evaluar el efecto de la técnica anestésicamediante observación directa del campo quirúrgico. Los

anestésicos inhalatorios serán una parte totalmente aceptable de la

mayoría de las anestesias neuroquirúrgicas. Sin embargo, en circuns-

tancias donde la PIC se encuentre permanentemente elevada (en un

procedimiento con el cráneo cerrado) o cuando el campo quirúrgico

esté «tenso» de forma persistente, se debe valorar la posible contribu-

ción del N

2

O y de los anestésicos volátile

s 4

y eliminarlos de la anes-

tesia en favor de los fármacos intravenosos.

Los relajantes musculares (v. cap. 19) que tengan el potencial

de liberar histamina (mivacurio, atracurio) deben administrarse en

dosis pequeñas fraccionadas. Aunque la succinilcolina aumenta la

PIC, estos aumentos son pequeños y transitorios; pueden blo-

quearse mediante una dosis previa de metocurina de 0,03mg/k

g 5

(y probablemente con otros despolarizantes) y, al menos en algunos

casos, no resultan evidentes en pacientes con enfermedades neu-

roquirúrgicas urgentes habituales (es decir, traumatismos cranea-

les, hemorragia subaracnoidea [HSA]

) 6

. Por tanto, en una situación

clínica que requiera una relajación rápida para controlar o proteger

la vía respiratoria, resulta razonable usar succinilcolina junto con

el control adecuado de la vía respiratoria y de la PAM.

A partir de la información que se acaba de exponer y de la

descripción previa sobre la fisiología cerebral del capítulo 3, se

puede deducir con facilidad un enfoque clínico sistemático. En la

tabla 53-3

se muestra un esquema para abordar el problema de un

aumento agudo de la PIC o del deterioro súbito de las condiciones

en el campo quirúrgico. Ante la duda de qué hacer si el problema

no se resuelve de forma satisfactoria tras seguir el planteamiento

de la

tabla 53-3 ,

se presentan las opciones de la

tabla 53-4 .

El drenaje de LCR se expuso anteriormente. La utilización

adicional de diuréticos osmóticos está restringida en teoría por

un límite superior de osmolaridad aceptable de aproximadamente

320mOsm/l. Sin embargo, en situaciones extremas, su uso suele

ser empírico y se administran dosis repetidas (p. ej., 12,5 g) hasta

que no se observa más respuesta clínica. Los barbitúricos han sido

durante mucho tiempo los fármacos más utilizados para inducir

una reducción del IMC, con el objetivo de producir una reduc-

ción acoplada del FSC y del VSC. El propofol está ganando popu-

laridad para esta aplicación. Aunque la utilización de barbitúricos

se apoya en la experiencia en las unidades de cuidados intensivos

(UCI) que demuestra su eficacia en el contro

l 7

(y quizá en el

pronóstico) de la PIC, no se ha acumulado tal experiencia con

el propofol. Se ha reconocido un síndrome, que suele ser mortal,

de acidosis metabólica y rabdomiólisis en pacientes que han

recibido infusiones prolongadas de propofol en la UC

I 8-9 .

La

reducción de la PAM disminuirá en ocasiones la congestión vas-

cular y, por tanto, la masa encefálica total, pero debe aplicarse con

extrema precaución si los pacientes presentan una circulación

colateral intracraneal comprometida. Resulta más probable que

este planteamiento sea relevante en una situación de disautorre-

gulación producida en los casos de resección de malformaciones

arteriovenosas (MAV) (v. la sección posterior sobre aneurismas

y malformaciones arteriovenosas).

Control de la Pa

co

2

El anestesista y el cirujano deben establecer desde el principio los

objetivos referentes a la Paco

2

. La inducción de hipocapnia es un

aspecto clásico del control de los procedimientos neuroquirúrgicos

intracraneales. El fundamento principal es que la reducción con-

comitante del FSC (v. fig. 3-4) y del VSC provocará una reducción

de la PIC o «relajación cerebral», un principio que resulta válid

o 10 .

Sin embargo, dos consideraciones deben influir en la utilización

clínica de la hiperventilación. En primer lugar, el efecto vasocons-

trictor de la hipocapnia puede producir isquemia en determinadas

situaciones. En segundo lugar, el efecto de disminución del FSC y

de disminución de la PIC no es mantenid

o 11

.

Isquemia cerebral inducida por hipocapnia

Al comienzo, los médicos no creían que la hiperventilación pudiera

en realidad producir isquemia y de hecho parece poco probable

que el cerebro normal se lesione por el uso clínico habitual de la

hiperventilación. Sin embargo, puede que éste no sea el caso en

determinadas condiciones patológicas.

Cerebro normal.

Los datos disponible

s 12-16

señalan que, en personas sanas, no se producirá isquemia con una Paco

2

superior a

20 mmHg. Esta generalización parece aplicarse también durante la

hipotensión inducid

a 17-19 .

Sin embargo, se han observado alteraciones

fisiológicas, demostradas tanto por alteraciones metabólicas como

electroencefalográficas (EEG), en voluntarios humano

s 13,15,20

con

hipocapnia grave. En uno de estos estudio

s 15

se produjeron al­

teraciones del EEG y parestesias en voluntarios que hiperventilaron

Anestesia neuroquirúrgica

1815

53

Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

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Tabla 53-3

 Lista de control respecto a la presión intracraneal

elevada/«cerebro a tensión»

1. ¿Se encuentran controladas las presiones relevantes?

Presión venosa yugular

¿Rotación de la cabeza o flexión del cuello excesivas?

¿Compresión yugular directa?

¿Postura con la cabeza elevada?

Presión en la vía respiratoria

¿Obstrucción de la vía respiratoria?

¿Broncoespasmo?

¿Tiraje, tos, relajación adecuada?

¿Neumotórax?

Pa

co

2

, Pa

o

2

Presión arterial

2. ¿Está controlado el índice metabólico?

¿Dolor/ansiedad?

¿Crisis comiciales?

3. ¿Se está usando algún posible vasodilatador?

N

2

O, anestésicos volátiles, nitroprusiato, antagonistas del calcio

4. ¿Hay lesiones con efecto masa desconocidas?

Sangre, aire sin o con N

2

O

Tabla 53-4

 Métodos para reducir con rapidez la presión intracraneal

y el volumen cerebra

l *

Control adicional de la Pa

co

2

(

25 mmHg)

Drenajedel líquidocefalorraquídeo(ventriculostomía,puncióncerebralconaguja)

Diuresis (habitualmente con manitol)

Supresión del IMC (barbitúricos, propofol)

Reducción de la PAM (si existe disautorregulación)

Control quirúrgico (es decir, retirada de un colgajo óseo o lobectomía)

*Tras la revisión de la «lista de control» de la tabla 53-3.

IMC, índice metabólico cerebral; LCR, líquido cefalorraquídeo; PAM, presión arterial

media.