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con diabetes tipo 2 o con deterioro de la tolerancia a la glucosa.

Proteínas como la leptina y la adiponectina, producidas sobre todo

por los adipocitos, se clasifican como adipocinas. Aunque la leptina

está implicada fundamentalmente en el control del apetito, entre

sus efectos inmunológicos están la protección de los linfocitos T

frente a la apoptosis y la regulación de la activación y la prolifera-

ción de los linfocitos T. Los niveles bajos de leptina pueden hacer

que aumente el apetito y que el metabolismo se haga más lento,

pero pueden también incrementar la sensibilidad a la toxicidad de

los estímulos proinflamatorios, como los de las endotoxinas y el

TNF-

a

. Por su parte, los niveles elevados de leptina son proinfla-

matorios, lo que probablemente influya en la progresión de la

cardiopatía y la diabetes, en especial en pacientes obesos. Los

niveles séricos de adiponectina, otra adipocina, se correlacionan

con la sensibilidad a la insulina y no están elevados en la obesidad.

En pacientes con diabetes tipo 2 se registra una disminución sus-

tancial de los niveles de adiponectina. La adiponectina reduce la

producción y la actividad de TNF-

a

e inhibe asimismo la produc-

ción de IL-6. La resistina, una adipocina que genera resistencia a

la insulina, es inducida por endotoxinas y citocinas. Actúa a nivel

celular, regulando al alza la producción de citocinas proinflamato-

rias, probablemente a través la vía del factor nuclear

k

B (NF

k

B).

Según parece, la resistina constituye un vínculo molecular entre la

señalización metabólica, los procesos inflamatorios y el desarrollo

de enfermedad cardiovascular. Los niveles aumentados de resistina

se han relacionado conmarcadores inflamatorios en seres humanos,

en apariencia independientes del IM

C 12

.

Es necesario conocer la función del NF

k

B en la resistencia a

la insulina para comprender en toda su dimensión la relación entre

obesidad e inflamación. Los ácidos grasos libres y el TNF-

a

actúan,

a través de las vías de la cascada inflamatoria intracelular, para inte-

rrumpir la señalización de la insulina. Este proceso es mediado por

la activación de factores de transcripción presentes en el citoplasma

celular. Después de la translocación del núcleo, se unen en última

instancia a factores de transcripción que regulan el proceso inflama-

torio. El citoplasma contiene también NF

k

B, otro factor de trans-

cripción cuya activación está implicada en diversas enfermedades,

incluida la diabetes. El NF

k

B es asimismo inducido por la hipoxia e

incrementa la producción de las citocinas proinflamatorias TNF-

a

e IL-6, que con frecuencia están aumentadas en los pacientes que

padecen síndrome de AO

S 12 .

Por consiguiente, la inflamación cons-

tituye el nexo entre obesidad, síndrome metabólico y AO

S 16 .

Síndrome de apnea/hipopnea obstructiva

del sueño

La AOS y la hipopnea obstructiva del sueño son afecciones relacio-

nadas entre sí, caracterizadas por episodios recurrentes de obstruc-

ción de las vías respiratorias altas durante el sueño (v. cap. 24

) 17 .

La

AOS se define como la interrupción completa del flujo de aire

durante la respiración, que se prolonga por un período de 10 segun-

dos o más, a pesar del mantenimiento del esfuerzo ventilatorio

neuromuscular, y que se produce cinco o más veces por cada hora

de sueño, acompañada de una disminución de, al menos, un 4% en

la Sao

2

. Por su parte, la hipopnea obstructiva del sueño se define

como una reducción parcial del flujo aéreo mayor del 50% durante

más de 10 segundos, que tiene lugar 15 o más veces por hora de

sueño y que va igualmente acompañada de una reducción de, al

menos, un 4% en la Sao

2

. El diagnóstico sólo puede concretarse en

pacientes que se someten a polisomnografía o a un estudio del

sueño, en el curso del cual se monitoriza y se registra el electroen-

cefalograma, el electrocardiograma, el electrooculograma, el capno-

grama y mediciones de flujo de aire oral o nasal, la presión esofágica,

la presión arterial, electromielogramas faríngeo y de las extremida-

des, pulsioximetría y ruido ambienta

l 17 .

Los resultados de la poli-

somnografía son integrados en el denominado índice de apnea/

hipopnea (IAH), que se deduce a partir del número total de episo-

dios de apnea e hipopnea, divididos por el número total de horas

de sueño. El límite inferior normal del IAH aún no ha sido definido

en un estudio epidemiológico realizado en personas sanas. La

mayor parte de los centros de estudio del sueño utilizan un referente

de entre 5 y 10 episodios por hora como límite normal. La gravedad

del síndrome de apnea/hipopnea obstructiva del sueño (SAHOS)

se establece de forma arbitraria, si bien recientemente se han preci-

sado las siguientes recomendaciones para su clasificación:

Enfermedad leve:

IAH de 5 a 15 episodios por hora.

Enfermedad moderada:

IAH de 15 a 30 episodios por hora.

Enfermedad grave:

IAH de más de 30 episodios por hora.

Dado el riesgo de desarrollo de hipertensión sistémica y

pulmonar, hipertrofia ventricular izquierda, arritmias cardíacas,

deterioro cognitivo, somnolencia persistente durante el día y otras

alteraciones, es aconsejable el tratamiento de los casos moderados

y graves. Dicho tratamiento ha de adecuarse en parte al grado de

gravedad de la alteración respiratoria durante el sueño. Sin embargo,

existe unanimidad en que, para casos moderados o graves, debe

basarse en la administración de presión positiva continua en las

vías respiratorias (CPAP) durante el sueño. Otras medidas conser-

vadoras son la pérdida de peso, no tomar alcohol antes de irse a la

cama y dormir de costado.

Numerosos estudios han confirmado que la obesidad es el

principal factor de riesgo de SAHOS, dándose la circunstancia de

que en torno al 70% de los casos (80% de los varones y 50% de las

mujeres) son personas obesas. La apnea del sueño grave es más

frecuente en varones y se ha registrado una importante correlación

entre el IAH y la Sao

2

mínima. Es importante reseñar que el diag-

nóstico de SAHOS puede pasar desapercibido hasta que el paciente

se somete a cirugía. En un estudio desarrollado en 170 pacientes

que iban a ser intervenidos, en el que solamente el 15% de ellos

había sido diagnosticado previamente de apnea del sueño, las

pruebas preoperatorias demostraron que el 76% de ellos presen-

taba SAHO

S 18 .

Consideramos que es importante que los pacientes

obesos con cirugía bariátrica programada se sometan a pruebas

polisomnográficas preoperatorias para detectar un posible SAHOS.

El diagnóstico preoperatorio y las correspondientes intervenciones

terapéuticas pueden tener las siguientes ventajas: menor privación

de sueño postoperatorio, mejora de la respuesta a analgésicos y

anestésicos y normalización de los trastornos cardiovasculare

s 19

.

Desde el punto de vista anatómico, es característico que los

pacientes obesos con SAHOS presenten aumento de la cantidad de

tejido adiposo en la boca y la faringe, incluyendo la úvula, las amíg-

dalas, los pilares amigdalinos, la lengua, los pliegues aritenoepigló-

ticos y las paredes faríngeas laterales. Existe una relación inversa

entre el grado de obesidad y la superficie faríngea. El depósito de

grasa en las paredes laterales disminuye el diámetro de la vía respi-

ratoria y modifica la forma de la orofaringe, que se transforma en

una elipse de eje transverso corto y eje anteroposterior larg

o 20-22 .

Ello

puede contribuir al desarrollo y la gravedad de la obstrucción de las

vías respiratorias y aumenta, asimismo, la probabilidad de que sea

más difícil mantener la permeabilidad durante la ventilación con

mascarilla, así como realizar una laringoscopia directa para la intu-

bación endotraqueal con anestesia genera

l 23,24 .

Por otra parte, es

probable que la obstrucción de las vías respiratorias tras la extuba-

ción se vea complicada por el uso de opiáceos y sedantes, necesarios

para el tratamiento del dolor postoperatorio, ya que estos medica-

mentos tienden a disminuir el tono dilatador faríngeo y a aumentar

la posibilidad de colapso de las vías respiratoria

s 23 .

La AOS desempeña también un papel importante en la infla-

mación y el síndrome metabólic

o 12,16

. Los episodios hipopneicos y

1858

Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV