Table of Contents Table of Contents
Previous Page  1860 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 1860 / 2894 Next Page
Page Background

Modificación del comportamiento

e intervenciones

Las intervenciones conductuales y la modificación del comporta-

miento son esenciales para que los pacientes obesos aprendan a

modificar sus hábitos alimentarios y de actividad física aprendidos,

de modo que puedan conseguir una pérdida de peso y mantenerla a

largo plaz

o 27 .

Los aspectos clave de los programas conductuales inclu-

yen el establecimiento de objetivos autorregulados, educación nutri-

cional y del ejercicio, control de estímulos, resolución de problemas,

reestructuración cognitiva y prevención de recaídas. A menudo los

pacientes obtienen buenos resultados al ser derivados a programas

de pérdida de pesomultidisciplinares, que incorporan intervenciones

dietéticas, de actividad física y conductuales, dado que estos progra-

mas combinados permiten conseguir y mantener los mejores niveles

de pérdida de peso sin intervenciones farmacológicas ni quirúrgicas.

No obstante, es esencial identificar a los pacientes que presentan

trastornos de la alimentación o alteraciones psicológicas graves, con

el fin de que reciban el tratamiento psicológico o psiquiátrico ade-

cuado y puedan alcanzar una pérdida de peso significativa.

Farmacoterapia para la pérdida de peso

Las recomendaciones sobre farmacoterapia para tratar la obesidad

se centran en primera instancia en las modificaciones del estilo de

vida y la conducta como enfoque inicial de los programas de pérdida

de pes

o 27 .

Los pacientes que no consiguen cumplir objetivos razona-

bles de pérdida de peso combinando medidas dietéticas y de ejerci-

cio pueden ser tratados farmacológicamente para poder llegar a

ellos. Son varios los medicamentos para perder peso aprobados por

la Food and Drug Administration (FDA) que se emplean como

tratamiento a largo plazo. Suelen administrarse como complemento

a las medidas dietéticas y de ejercicio a pacientes con un IMC de 30

o superior (

27 para pacientes con factores de riesgo o patologías

comórbidas relacionados con la obesidad). En la práctica actual,

únicamente hay dos categorías de fármacos reductores de peso, los

supresores del apetito y los inhibidores de la lipasa, y sólo tres fár-

macos han sido aprobados para la indicación específica de perder

peso: la fentermina, la sibutramina y el orlista

t 27 .

La fentermina, un

inhibidor de la recaptación adrenérgica, aumenta la señalización

adrenérgica en el sistema nervioso central y los tejidos periféricos.

Para favorecer la pérdida de peso, este fármaco disminuye el apetito

y la ingesta de alimento y aumenta el índice metabólico en reposo.

Entre sus efectos secundarios están la aparición de taquicardia e

hipertensión. La sibutramina es un fármaco adrenérgico y serotoni-

nérgico que suprime el apetito y aumenta la termogénesis. Induce

efectos secundarios como hipertensión, taquicardia, insomnio y

sequedad de boca. Está relativamente contraindicada en pacientes

que toman inhibidores de la recaptación selectiva de la serotonina,

debido al riesgo potencial de síndrome serotonínico. El orlistat, un

inhibidor de la lipasa, se une de forma reversible a la lipasa y previene

tanto la absorción como la digestión de determinadas grasas de la

dieta. Dado que también interfiere con la absorción de las vitaminas

liposolubles, los pacientes tratados con orlistat deben recibir suple-

mentos de vitaminas liposolubles A, D, E y K. Presenta efectos secun-

darios gastrointestinales significativos, como diarrea, esteatorrea,

flatulencia, incontinencia fecal y secreción rectal oleosa.

Medicamentos dietéticos

y a base de hierbas

En 2001 Allison y cols

. 29

revisaron la literatura disponible sobre los

medicamentos dietéticos y la fitoterapia para tratar la obesidad. En

Estados Unidos, este tipo de productos se comercializan como

«suplementos alimenticios», por lo que quedan fuera del ámbito de

cobertura de la FDA. Aunque legalmente estos productos no pueden

publicitarse con el argumento de que sirven para tratar una enfer-

medad, sí pueden afirmar que disminuyen el riesgo de contraerla.

Según la citada revisión, son muchos los productos comer-

cializados como inductores de pérdida de peso. Entre ellos están el

quitosano, el picolinato de cromo, el ácido linoleico conjugado, los

alcaloides de efedra (ma huang

) 30

y la especie vegetal

Garcinia

cambogi

a 29

. La mayoría de los informes referidos a estas sustancias

proceden de estudios de calidad dudosa, sin aleatorización, grupos

de control o procesos ciegos, lo que induce a poner en duda su

eficacia y seguridad. Los únicos estudios referidos a productos a

base de hierbas que han demostrado de forma coherente su eficacia

para lograr una pérdida de peso son los centrados en combinacio-

nes de efedrina y cafeín

a 31-33 .

Farmacológicamente, ello resulta pre-

visible, dado que se sabe que la efedrina, un agonista adrenérgico,

tiene acciones supresoras del apetito y termogénicas. Por ello, el ma

huang, una fuente natural de alcaloides de efedra, se añade a

muchos, aunque no a todos, de los suplementos dietéticos comer-

cializados para perder peso. Está sobradamente demostrada la efi-

cacia de la efedrina para perder peso cuando se combina con

cafeína o ácido acetilsalicílico (o con ambos). Por desgracia, se han

comunicado numerosos casos de secuelas cardíacas y neurológicas,

entre las que se incluyen hipertensión, ictus, convulsiones e incluso

muert

e 34 ,

posiblemente relacionados con la falta de idoneidad de

las dosis en las preparaciones y la carencia de supervisión médica

en los pacientes que toman estos productos. En consecuencia, los

National Institutes of Health han prohibido la inclusión de tales

productos en los regímenes recomendados para perder peso.

Estimuladores eléctricos implantables

Los estimuladores gástricos implantables son dispositivos similares

a los marcapasos, implantados subcutáneamente, que estimulan

regiones situadas a lo largo de la curvatura menor del estómago. Se

han ensayado a lo largo de la última década, mostrando una leve

acción reductora del peso, con escasos efectos secundario

s 35,36

. Se

han desarrollado diversos estudios en Europa y actualmente están

en marcha ensayos en Estados Unidos. En un estudio se documentó

una pérdida de exceso de peso del 25%, una mejora de la respuesta

en la prueba de tolerancia a la glucosa oral, una disminución de la

presión arterial y mejoría de los síntomas de la enfermedad por

reflujo gastroesofágico, además de activar el tono parasimpático. En

los primeros 65 pacientes incluidos en este estudi

o 35 ,

y en 20 de los

incluidos en otro ensay

o 36

, no se registraron efectos secundarios

significativos. La modificación de los niveles de grelina puede estar

implicada en los resultados positivos de estos dispositivos.

Tratamiento quirúrgico

de la obesidad

La obesidad en el adulto tiene su antecedente inmediato en la obe-

sidad infantil. Uno de los principales factores pronósticos de la obesi­

dad adulta lo constituyen, de hecho, los antecedentes de obesidad

infantil. Los niños que son grandes crecen hasta convertirse en

adultos grandes. En Estados Unidos, la obesidad pediátrica es por

desgracia el trastorno nutricional infantil más frecuente. La impor-

tante y creciente prevalencia de la obesidad en jóvenes es uno de los

elementos más graves de la actual epidemia de obesidad. No obstante,

el diagnóstico de obesidad pediátrica se establece habitualmente a

partir de los IMC, la edad y las gráficas clínicas de crecimiento

1860

Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV