Table of Contents Table of Contents
Previous Page  1904 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 1904 / 2894 Next Page
Page Background

seres humano

s 41

y se asociaba a una hipotensión menos intensa y a

las ausencia de efectos sobre la función ventricular izquierda cuando

se comparaba con el isoflurano en estudios en seres humano

s 42,43 .

Mientras que las investigaciones en animales sugieren un aumento

sustancial en la perfusión cerebral con xenón al compararlo con

anestésicos intravenosos, parece no tener efecto sobre la perfusión

regional de otros órganos, incluida la perfusión hepática. No altera

el FSHA y dada la ausencia de efectos sobre el gasto cardíaco, teóri-

camente no debería tener efecto sobre el FSHT (a diferencia del resto

de anestésicos volátiles). Tampoco altera los resultados de las pruebas

funcionales hepáticas. Reinelt y cols. observaron en unmodelo expe-

rimental una elevación de los valores del contenido de oxígeno

venoso en cerdos, expuestos a una concentración de xenón del

73-78% comparado con una anestesia intravenosa con pentobarbital

y buprenorfin

a 44 .

Sus observaciones se consideraron secundarias a

una posible disminución de las concentraciones plasmáticas de cate-

colaminas y consecuentemente a una reducción posterior del meta-

bolismo hepático y un aumento en el contenido hepático de oxígeno

venoso. Por consiguiente, el xenón puede considerarse como un anes-

tésico ideal en lo referente a la perfusiónhepática. Se necesitan ensayos

clínicos a mayor escala, tanto en pacientes sanos como en pacientes

con pruebas funcionales hepáticas anómalas, antes de poder llegar a

conclusiones definitivas relativas a su seguridad en pacientes con

hepatopatías agudas y crónicas. Lamentablemente, es poco probable

que se lleven a cabo este tipo de ensayos con xenón.

En resumen, la influencia de los anestésicos inhalatorios sobre

el flujo sanguíneo y la función hepática es compleja y no sólo se

relaciona con factores dependientes del anestésico propiamente

dicho, sino también con otras variables vinculadas al paciente, tales

como la gravedad de la disfunción hepática subyacente, la presencia

de edad avanzada y el impacto del estrés quirúrgico y de la manipu-

lación quirúrgica intraabdominal. Sin embargo, el sevoflurano, el

desflurano y el isoflurano han demostrado de forma consistente que

preservan mejor el flujo sanguíneo y la función hepática que el halo-

tano y el enflurano. Se necesitan estudios prospectivos a gran escala

para definir mejor el impacto de los anestésicos volátiles sobre el flujo

sanguíneo hepático en pacientes con hepatopatías avanzadas.

Anestésicos intravenosos

La cantidad de información disponible acerca del impacto sobre la

función hepática de los anestésicos intravenosos es mucho menor

en comparación con los anestésicos volátiles (v. caps. 16 y 17). Las

primeras investigaciones sugerían que el etomidato y el tiopental

disminuían el flujo sanguíneo hepático, ya sea por un aumento de

la resistencia vascular arterial hepática o por una reducción del

gasto cardíaco y de la presión arteria

l 45 ,

mientras que la ketamina

tenía un impacto escaso sobre el flujo sanguíneo hepático, incluso

en dosis alta

s 46

. Gracias a la determinación del flujo sanguíneo en

órganos de animales mediante microesferas marcadas con radio-

isótopos sensibles, se descubrió que el propofol aumentaba el FSHT

tanto en la circulación arterial hepática como en la venosa portal,

lo que sugiere que este fármaco tiene un efecto vasodilatador

esplácnico notabl

e 47,48

. El FSHT se mantuvo en algunos modelos

animales, incluso con reducciones significativas de la PA

M 49 ,

mien-

tras que otros mostraron un descenso de la media del flujo sanguí-

neo hepático, a pesar de estar elevada la PAM. Este hallazgo se

atribuyó a efectos del propofol específicos de especie

s 50

. Probable-

mente el propofol posee un balance más favorable que el halotano

en el aporte de oxígeno esplácnico y hepátic

o 51

. De acuerdo con los

escasos datos clínicos y experimentales disponibles, parece que

los anestésicos intravenosos ejercen un impacto modesto sobre el

flujo sanguíneo hepático y que no tienen influencias adversas sig-

nificativas sobre la función hepática postoperatoria cuando se

mantiene la presión arterial de manera adecuada.

Bloqueo neuroaxial central

El efecto de la anestesia raquídea o epidural sobre el flujo sanguíneo

y la función hepáticas no es claramente una alteración de la función

hepática inducida por el anestésico (v. cap. 41). Las primeras inves-

tigaciones en seres humanos realizadas por Kennedy y cols

. 52,53

demostraron que el flujo sanguíneo hepático disminuía durante la

anestesia raquídea y epidural altas y parecía reflejar las reducciones

simultáneas en la presión arterial sistémica. Otros datos en anima-

les han sugerido la existencia de una disminución del FSP y la

ausencia de cambios en el FSHA con un bloqueo epidural alto, lo

que provoca un descenso del FSH

T 54 .

Estos cambios adversos

pueden revertirse y el flujo sanguíneo hepático puede mantenerse

mediante la administración de vasopresores (p. ej., dopamina o

efedrina) para restaurar el FS

P 55-57

o mediante la administración de

líquidos para mantener una presión arterial norma

l 58 .

Presumible-

mente, las reducciones en el flujo sanguíneo hepático asociadas a

la hipotensión son secundarias a un descenso del flujo sanguíneo

esplácnico y, por tanto, de un descenso del FSP. Más recientemente,

Vagts y cols. no observaron cambios en el aporte y la captación de

oxígeno hepático en cerdos anestesiados sometidos a anestesia epi-

dural torácica con bupivacaína, a pesar de un descenso en el FSHA.

En este estudio, la administración de líquidos intravenosos antes de

la anestesia epidural torácica no tuvo efectos sobre el FSH

T 59

.

Efectos de la disfunción hepática

y de la enfermedad hepatobiliar

sobre la farmacocinética

de los anestésicos

Una hepatopatía puede tener un impacto significativo sobre el meta-

bolismo y la farmacocinética farmacológica como resultado de altera-

ciones en launiónaproteínas, de ladisminuciónde las concentraciones

séricas de albúmina y de otras proteínas de unión, de la alteración del

volumen de distribución secundaria a ascitis y al aumento del com-

partimento corporal total de agua, y de la disminución del metabo-

lismo secundario a un funcionamiento anómalo de los hepatocitos

(v. cap. 9). Además, los sedantes y opiáceos pueden tener efectos exa-

gerados en pacientes con hepatopatías avanzadas y pueden inducir o

agravar una encefalopatía hepátic

a 60 .

El impacto de la ingesta etílica

crónica sobre la inducción de enzimas hepáticas también puede influir

sobre el efecto final de los fármacos en pacientes con cirrosis.

El impacto de la hepatopatía sobre la disposición de los fárma-

cos no depende sólo de las vías de eliminación de un fármaco deter-

minado, sino también de la gravedad de la disfunción hepática

subyacente. La eficiencia de la extracción del fármaco por parte del

hígado está determinada por varios factores, como el flujo sanguíneo

hepático, la eficiencia y actividad enzimática hepática, la magnitud de

la unión a proteínas plasmáticas, las alteraciones de la circulación

enterohepática y del metabolismo enteral de los fármacos inducidas

por la colestasis y la presencia de cortocircuitos portosistémicos que

excluyan a ciertos fármacos de la eliminación por un hígado patoló-

gic

o 61 .

Además, la influencia de una hepatopatía sobre la eliminación

de los fármacos difiere según se trate de fármacos enterales o parente-

rale

s 60 .

En general, una hepatopatía grave altera de forma predecible el

metabolismo de fármacos con tasas de extracción grandes, tales como

la lidocaína y la meperidina, mientras que el aclaramiento depende

ante todo del flujo sanguíneo hepático o de cortocircuitos portosisté-

micos. Por el contrario, el metabolismo de fármacos con una tasa de

extracción baja, tales como las benzodiazepinas, depende principal-

mente de la unión a proteínas, donde el fármaco libre está disponible

1904

Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV