Table of Contents Table of Contents
Previous Page  1991 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 1991 / 2894 Next Page
Page Background

cefálica del anestésico local es excesiva. Puede ocurrir tras una

anestesia espinal por punción única, o como resultado de la

administración intratecal inadvertida de medicación epidural

tras una punción dural accidental o una migración del catéte

r 226 .

La extensión subdural del anestésico local también puede pro-

vocar un bloqueo alt

o 227

que se caracteriza por un nivel sensitivo

alto, ausencia de afectación sacra, y un bloqueo motor incom-

pleto o nulo. Una anestesia espinal por punción única realizada

tras una anestesia espinal fallida o una epidural parcheada

también puede desencadenar una anestesia espinal tota

l 228 .

Existen varios mecanismos para que se produzcan bloqueos

espinales altos cuando la punción espinal se realiza tras epidu-

rales fallidas. La expansión del espacio epidural puede compri-

mir el canal espinal y facilitar la extensión cefálica del fármaco

intratecal. También puede producirse la transferencia rápida del

anestésico local desde el espacio epidural a través del agujero de

la duramadre. Además, puede haber suficiente anestésico local

en las raíces como para disminuir las necesidades anestesias

espinales subsiguiente

s 229

. En el caso de una cesárea no urgente,

cuando se produce un bloqueo parcheado existen diferentes

opciones sin que haya que recurrir a la inyección única espinal.

Una de ellas es recolocar el catéter epidural, y el fármaco puede

ir ajustándose a través del catéter. Otra alternativa consiste en

realizar una técnica CEE administrando sólo una fracción de la

dosis espinal habitual; de nuevo, el catéter puede emplearse para

ajustar un determinado nivel anestésico. Otras opciones son

repetir el bloqueo espinal una vez que ha revertido el bloqueo

original o convertir a anestesia general.

Complicaciones neurológicas

Las complicaciones neurológicas tras las técnicas regionales en

pacientes obstétricas son por suerte muy poco frecuentes, y por lo

general no se deben al bloqueo neuroaxial. Pueden clasificarse en

tres grupos: 1) las relacionadas directamente con la anestesia, 2) las

que no se relacionan con la anestesia y 3) aquellas en las que la

anestesia es un factor incidental pero posiblemente coadyuvant

e 230 .

El examen neurológico de la puérpera ha revelado disfunciones

sensitivas transitorias posparto en alrededor del 21% de las mujeres

que no referían ningún síntoma, y estos síntomas no estaban rela-

cionados con la anestesia regiona

l 231 .

Las complicaciones neuroló-

gicas son cinco veces más comunes tras el parto en sí mismo que

tras un bloqueo regiona

l 232 .

La mayoría de las lesiones neurológicas

posparto que tienen un origen obstétrico pueden producirse a

causa de la instrumentación, la posición forzada durante el parto,

o la compresión de las raíces nerviosas sacras por la cabeza fetal

durante el expulsivo.

Dolor de espalda

La lumbalgia es frecuente tras el parto. Muchas pacientes piensan

que su dolor de espalda está de alguna manera relacionado con la

analgesia epidural que se les ha administrado durante el parto, y

esta supuesta relación entre la epidural del parto y la lumbalgia

posparto ha sido sugerida en dos estudios retrospectivos. Uno de

ellos refiere lumbalgias de inicio reciente y de larga duración en el

19% de las mujeres que recibieron analgesia epidural en un parto

vaginal,frenteal10%enlasmujeresquenohabíantenidocolocadoun

catéter epidura

l 233

. Otro grupo de trabajo diferente encontró una

incidencia del 18% de lumbalgia posparto de reciente comienzo

en mujeres que tuvieron epidural en el parto, frente a una inciden-

cia del 12% en aquellas que no tuvieron analgesia epidura

l 234 .

Recientemente sin embargo, estudios prospectivos que evalúan la

analgesia epidural en el parto y la lumbalgia posparto no han

conseguido establecer una relación significativa entre la analgesia

epidural y la lumbalgia. Uno de esos trabajos describe una inci-

dencia similar de lumbalgia posparto tanto en mujeres que reci-

bieron anestesia epidural como en las que no la recibieron (44

frente a 45%). Un análisis más profundo de los datos pudo demos-

trar una asociación de la lumbalgia posparto con el exceso de peso

y la baja estatura; la lumbalgia posparto también estaba asociada

a unos antecedentes previos de lumbalgia, al sobrepeso y a la

juventud

235 .

Del mismo modo, otro estudio no halló diferencias en

la incidencia de lumbalgia de larga duración entre las pacientes

que recibieron epidural en el parto y en las pacientes de control

que no la recibiero

n 236 .

Infecciones del sistema nervioso central

En la práctica anestésica habitual, la incidencia conocida de infec-

ción tras una anestesia regional es muy baja. Es interesante destacar

que en Estados Unidos el absceso epidural se puede producir de

manera espontánea en 1 de cada 10.000 pacientes ingresados en un

hospita

l 237 .

Los signos y síntomas típicos son fiebre, lumbalgia e

infección localizada al nivel de la punción epidural, 2-3 días después

del procedimiento.

Las complicaciones infecciosas serias tras una analgesia

espinal/epidural son raras, pero pueden tener secuelas devasta-

doras. La infección puede ser de origen exógeno y estar causada

por la contaminación del equipo o de los agentes farmacológicos,

o por colonización del catéter. La extensión endógena se puede

producir desde un lugar de infección presente en cualquier otra

parte del organismo. También se han descrito meningitis tras

una anestesia espinal en la que se aisló el mismo microorga-

nismo

(Streptococcus viridans)

en el paciente y en el anestesió-

logo que realizó la técnic

a 238 .

Recientemente Reynolds ha

publicado un editorial exhaustivo en el que destaca los riesgos y

los focos potenciales de infección asociados con las técnicas

neuroaxiales y comenta las medidas de protección que hay que

tomar para reducir estas posibles complicacione

s 239

. A pesar de

que no existen guías clínicas sobre prevención y control de infec-

ciones en las técnicas neuroaxiales en EE.UU., la mayoría de los

anestesiólogos cree que las medidas estériles deben utilizarse

siempre.

Hematoma espinal y epidural

La incidencia de lesión neurológica como consecuencia de un

hematoma asociado a una anestesia neuroaxial es muy baja, y se

estima en 1 de cada 150.000 anestesias epidurales y 1 de cada

220.000 anestesias espinales, respectivament

e 240 .

Una revisión de 61

casos de hematoma espinal asociado con anestesia espinal o epi-

dural detectó evidencias de anomalías en la hemostasia en el 68%

de los pacientes, y punciones o colocación de catéteres traumática

o difícil en el 25% de los casos. Quince de los casos publicados

estaban relacionados con anestesia espinal y los 46 restantes reci-

bieron anestesia epidura

l 241 .

Un factor de riesgo nuevo para la aparición de un hema-

toma espinal es el caso de una parturienta de alto riesgo que está

recibiendo heparina de bajo peso molecular (HBP). Las guías

clínicas más recientes de la American Society of Regional Anes-

thesia recomiendan que las técnicas neuroaxiales deben pospo-

nerse 10-12 horas en las parturientas que reciban HBP

preoperatoriamente, e incluso 24 horas en el caso de parturientas

que reciben dosis más altas de HBP (p. ej., enoxaparina 1mg/kg

dos veces al día

) 242

.

Anestesia en obstetricia

1991

59

Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito