Table of Contents Table of Contents
Previous Page  1990 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 1990 / 2894 Next Page
Page Background

riesgo de hipotensión incluyen la administración intravenosa de

fluidos, evitar la compresión aorto-cava (desplazamiento del

útero hacia la izquierda) y la monitorización activa de la presión

arterial en intervalos frecuentes tras la realización de una anes-

tesia regional. Además, la evaluación de la FCF puede ser útil,

de manera que se intente corregir cualquier efecto adverso que

se observe en el feto. Si se diagnostica y se trata rápidamente, la

hipotensión materna transitoria no debería asociarse con mor-

bilidad materna ni neonata

l 206

. Como se ha comentado antes, la

evidencia más reciente recomienda el uso de fenilefrina

41 .

La

administración profiláctica de dosis habituales de efedrina no

parece tener ningún benefici

o 207,208 .

Punción dural accidental

Una complicación relativamente común y problemática de la

técnica epidural es la punción accidental de la duramadre («punción

húmeda»), que tiene una incidencia de hasta un 3% (v. también cap.

41

) 209 .

Esta complicación puede provocar la aparición de una CPPD

hasta en el 70% de los caso

s 210 .

El manejo tradicional de la punción

dural accidental consiste en realizar la punción epidural en un

interespacio diferente. Sin embargo, recientemente muchos aneste-

siólogos han defendido que el catéter epidural se pase en el espacio

espinal, con lo que esta técnica se convierte en una técnica espinal

continu

a 211 .

Esta técnica establece un rápido y efectivo alivio del

dolor. El análisis de datos agregados de un número limitado de

ensayos retrospectivos muestra que se produce una reducción sig-

nificativa de la incidencia de CPPD y de la necesidad de aplicar un

parche epidural hemático en pacientes que reciben analgesia

espinal continua tras una punción dural accidenta

l 120 .

El catéter

proporciona, asimismo, una analgesia excelente para el trabajo de

parto y una ruta para obtener un bloqueo casi instantáneo para

una cesárea. Una revisión reciente de siete casos en los que la

anestesia epidural se complicó con una punción dural accidental

sugiere que la cefalea espinal podría disminuir si se siguen estos

cinco pasos: 1) inyección del LCR de la jeringa epidural de vuelta

al espacio subaracnoideo a través de la aguja epidural, 2) inserción

de un catéter epidural en el espacio subaracnoideo, 3) inyección de

suero salino normal a través del catéter intratecal antes de retirarlo,

4) administración de analgesia continua intratecal en el parto y

5) dejar el catéter en su posición intratecal durante 12-20 hora

s 198 .

Cefalea pospunción dural

Como se ha mencionado antes, la CPPD puede aparecer en el 50%

o más de las pacientes tras una punción dural accidental con una

aguja epidural. Sin embargo, no todas las cefaleas posparto se pro-

ducen como consecuencia de una punción dural. Un análisis

extenso ha demostrado que las cefaleas se producían en el 15% de

las parturientas a las que no se les realizó epidural y en el 12% de

aquellas a las que sí se les realizó sin evidencia de punción dura

l 212 .

Otras causas de cefaleas en el período posparto incluyen cefaleas

inespecíficas; migraña; hipertensión; neumoencéfalo; infección,

incluidas sinusitis y meningitis; trombosis de venas corticales, y

patología intracerebral. Teniendo en cuenta que la ingesta de café

y té es muy prevalente, se puede considerar la retirada de la cafeína

en el diagnóstico diferencial. La CPPD se caracteriza por ser una

cefalea postural que empeora en bipedestación o sedestación y

mejora con el decúbito.

En general, la CPPD se trata inicialmente de forma conser-

vadora, aumentando la ingesta de cafeína, tanto oral como intrave-

nosa, y analgésicos. No existen evidencias que demuestren que el

aumento de la ingesta de líquidos favorece una mayor producción

de LCR; recientemente se ha cuestionado el uso de fluidos

intravenosos.

Los fármacos que se han utilizado para tratar la CPPD son

la cafeína, la vasopresina, la teofilina, el sumatriptán y la hormona

adrenocorticotropa (ACTH). La cafeína, como vasoconstrictor

cerebral, se ha utilizado de manera eficaz, pero se estima que sus

efectos son transitorio

s 213 .

El tratamiento con cafeína parece ser

más efectivo cuando las cefaleas se producen con agujas de pequeño

calibre (p. ej., aguja espinal en lugar de una punción epidural

húmeda). Un aspecto negativo del tratamiento con cafeína es que

las pacientes pueden sentirse ansiosas e insomnes. Además, se han

publicado casos de aparición de convulsiones y arritmias cardíacas

tras la administración de cafeín

a 214 .

A pesar de que algo de cafeína

está presente en la leche materna, no se han demostrado efectos

deletéreos en el recién nacid

o 215 .

Un estudio reciente propone que

la administración de cafeína intravenosa puede ser efectiva como

profilaxis de la CPP

D 216 .

La teofilina, que también es un vasocons-

trictor cerebral y está disponible en formulaciones de acción larga,

puede ser útil en el tratamiento farmacológico de la CPPD. Por

desgracia, el único estudio que evalúa este fármaco para la CPPD

se ha publicado sólo en forma de resume

n 217 .

El sumatriptán, un

agonista serotoninérgico con propiedades vasoconstrictoras cere-

brales que se utiliza rutinariamente para tratar las cefaleas migra-

ñosas, se ha utilizado también en el tratamiento de la CPP

D 217 ,

aunque no todos los estudios defienden su us

o 218 .

En ocasiones, también se ha usado la ACTH en el trata-

miento de la CPP

D 219 .

Si los síntomas son tan graves que limitan

la actividad de la madre o si existe evidencia de afectación de

pares craneales, se debe realizar un parche hemático epidural.

Esta técnica fue descrita por primera vez hace más de 40 años, y

sigue siendo el tratamiento más eficaz de la CPPD. Aunque los

primeros estudios mostraban una cura inmediata y permanente

de la CPPD, recientemente se ha sugerido que las tasas de éxito

total se acercan al 75% y que la efectividad del parche hemático

epidural es menor si la punción dural se produce con una aguja

de gran calibre

220 .

Otro estudio refiere una tasa de curación per-

manente de sólo el 61%, a pesar de que se produzca un alivio

inmediato en casi todas las paciente

s 221 .

El éxito de un parche

hemático epidural probablemente no se deba simplemente al

taponamiento del desgarro dural con sangre coagulada. La repo-

sición del volumen de LCR no es rápida, y aun así, los síntomas

se resuelven casi de inmediato. Otras explicaciones para la efec-

tividad del parche hemático epidural son el aumento de la presión

del LCR y la vasoconstricción cerebra

l 222

. Existe cierta controver-

sia sobre el volumen óptimo que hay que inyectar, aunque la

mayoría de los facultativos utilizan entre 15 y 25ml, y suspenden

la inyección si se presenta un dolor intenso. A pesar de que la

incidencia de complicaciones (especialmente dolor de espalda) se

eleva al aumentar el volumen, parece ser que el incremento del

volumen también aumenta la tasa de éxit

o 223 .

Estudios radiológicos que utilizaban contraste radiopaco

cuando se realizaba un parche hemático han demostrado que la

sangre inyectada en el espacio epidural se extiende un espacio por

debajo del nivel de inserción de la aguja epidural y cuatro espacios

por encim

a 224 .

Si durante la colocación epidural se produce una punción

dural inadvertida, existe una evidencia cada vez mayor que si se

coloca inmediatamente un catéter espinal y se utiliza analgesia

espinal continua, puede reducirse la incidencia de CPP

D 225 .

Bloqueo espinal total

El bloqueo espinal total es una complicación rara que pone en

peligro la vida de la paciente y se produce cuando la extensión

1990

Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV