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pueden evitarse realizando lavados a presión del canal femoral y

perforando en el fémur un pequeño agujero de ventilación antes

de la inserción de la prótesis. La cirugía de revisión de prótesis, las

prótesis de vástago largo, la ATC en una fractura patológica, la

hipertensión pulmonar preexistente y la calidad del cemento utili-

zado, son factores que aumentan el riesgo. Estos pacientes deben

ser monitorizados mediante catéteres arterial y venoso central.

En cirugía ortopédica, la ATR se ha convertido también en

un procedimiento cada vez más frecuente en pacientes de edad

avanzada, que requieren la misma evaluación médica preopera-

toria que en el caso de la ATC. La inervación de la rodilla pro-

viene del nervio tibial, el nervio peroneo común, la rama posterior

del obturador y el nervio femoral. Aunque la anestesia general

puede ser una técnica segura para la cirugía de ATR, en un

estudio prospectivo, la anestesia general y la intubación traqueal

fueron los principales factores de riesgo en la aparición de com-

plicaciones no quirúrgicas tras una AT

R 50

. La anestesia regional

mediante bloqueo neuraxial (intradural o epidural) o la combi-

nación de un bloqueo femoral y ciático son técnicas adecuadas

para la cirugía. Los bloqueos del nervio ciático pueden ser un

problema en las deformidades en valgo de la rodilla, en las que

es importante detectar precozmente la parálisis de los nervios

ciático y peroneo.

Los pacientes sometidos a ATR experimentan un dolor

severo en el postoperatorio, habiéndose comprobado que el control

del dolor con anestesia regional reduce las complicaciones y

mejora su evolució

n 83-85

. Se han utilizado los bloqueos del nervio

femoral con inyección única junto con analgesia controlada por el

paciente por vía intravenosa o epidural para el control del dolor y

para favorecer la recuperación funcional. Cuando se han adminis-

trado HBPM para la prevención de una TVP, la anestesia epidural

controlada por el paciente no puede prolongarse en el postopera-

torio y en su lugar se está utilizando la analgesia con bloqueo

femoral continuo.

Durante la intervención de ATR, se coloca un manguito

neumático hinchado alrededor del muslo para reducir el sangrado

intraoperatorio y conseguir un campo quirúrgico «exangüe» que

permita la fijación con cemento de los componentes femoral y

tibial. Cuando el manguito de isquemia se suelta, se produce un

sangrado que puede prolongarse durante las siguientes 24 horas.

Por lo general, el manguito se coloca durante 1-3 horas, a una

presión de 100 mmHg por encima de la presión sistólica del

paciente. La lesión nerviosa como consecuencia del mantenimiento

del manguito durante un tiempo prolongado (

>

120 minutos)

se atribuye a la combinación de los efectos de la isquemia y del

traumatismo mecánico. La parálisis del nervio peroneo es una

complicación frecuente (con una incidencia del 0,3 al 10%) en la

ATR y puede ser el resultado de la combinación de la tracción

quirúrgica y de la isquemi

a 86

. Horlocker y cols

. 86

comunicaron que

había una disfunción de los nervios tibial y peroneo en un 7% de

los casos de pacientes sometidos a ATR. Esta disfunción estaba

asociada a una menor edad del paciente, a la existencia previa de

deformidades en flexión y al tiempo de isquemia prolongado.

Cuando hay que prolongar el tiempo de isquemia, se puede des-

inflar el manguito durante 30 minutos para reducir la posible

isquemia del nervio.

También puede aparecer dolor relacionado con el manguito

de isquemia a los 60 minutos, a pesar de una anestesia regional

que es suficiente para la cirugía. Se cree que este dolor puede estar

causado por la falta de bloqueo de fibras C desmielinizadas

durante la recesión del bloqueo neuraxial. Puede mejorarse el

dolor producido por el manguito de isquemia añadiendo opiáceos

a la anestesia intradural o epidural. La presión arterial disminuye

de forma significativa al soltar el manguito, debido en parte a

la liberación en la circulación de metabolitos procedentes de la

pierna isquémica y al descenso de la resistencia vascular perifé-

rica. En pacientes con neurapraxias del nervio ciático previas a la

cirugía, con dolor neuropático y con enfermedades vasculares en

la pierna que se va a intervenir, la operación puede hacerse sin

manguito de isquemia.

Muchos pacientes tienen artrosis en ambas rodillas y necesi-

tan una ATR bilateral para mejorar su calidad de vida y disminuir

el dolor. Sigue siendo controvertida la cuestión de si deben susti-

tuirse ambas rodillas en un único acto quirúrgico (artroplastia total

de rodilla bilateral, ATRB) o en dos intervenciones, separadas por

varios meses. Entre las ventajas de la ATRB se incluyen la exposición

a los riesgos de un solo acto anestésico, un único postoperatorio

doloroso, unmenor tiempo de hospitalización y rehabilitación, y una

recuperación más temprana de la función. Sin embargo, la cirugía

bilateral se asocia con una mayor incidencia de complicaciones

perioperatorias, que incluyen la isquémica miocárdica, la emboliza-

ción grasa y complicaciones tromboembólicas. Las complicaciones

postoperatorias más graves son más frecuentes en el paciente de

edad avanzada con patología cardiovascula

r 87,88 .

Los pacientes que

se somenten a una artroplastia bilateral necesitan un mayor número

de transfusiones, el ingreso en un centro de rehabilitación y una

mayor incidencia de ingresos postoperatorios en la UCI.

Dos estudios más recientes sugieren que se puede realizar la

ATRB sin que se produzcan mayores complicacione

s 89,90

. Urban y

cols

. 89

han publicado que pacientes sometidos a ATRB presentaban

una media de complicaciones similar a la media control para ATR

unilateral cuando se utilizaba anestesia regional y unos cuidados

postoperatorios que incluían la estancia en UCI durante 24 horas.

Sin embargo, estos pacientes sí presentaban una mayor incidencia

de SEG y arritmias cardíacas que los pacientes de ATR unilateral.

Sobre la base de otros estudios publicados en los que se valora el

riesgo de complicaciones, Urban y cols

. 89

han creado unas guías de

exclusión de pacientes para la cirugía bilateral

( tabla 60-5 )

.

Cirugía del pie y del tobillo

La anestesia regional que combina el bloqueo de los nervios

ciático y femoral es suficiente para todos los procedimientos qui-

rúrgicos por debajo de la rodilla que no requieran manguito de

isquemia en el muslo. El nervio femoral inerva la zona medial de

la pierna hasta el maléolo interno, y el resto de la pierna por debajo

2018

Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV

Tabla 60-5

 Pacientes excluidos para una artroplastia total bilateral de rodilla

en una sola intervención

Edad

75 años

ASA de clase III

Cardiopatía isquémica activa (test de estrés positivo)

Función ventricular disminuida (FEVI

<

40%)

Enfermedad pulmonar oxígeno-dependiente

Pacientes considerados con mayor riesgo de morbilidad y mortalidad

 DMID

 Insuficiencia renal

 Hipertensión pulmonar

 Asma corticoides-dependiente

 Obesidad mórbida (IMC

>

40)

 Enfermedad hepática crónica

 Enfermedad cerebrovascular

ASA, American Society of Anesthesiologists; DMID, diabetes mellitus

insulinodependiente; FEVI, fracción de eyección del ventrículo izquierdo;

IMC, índice de masa corporal.