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Anestesia en ancianos

2031

61

Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

Riesgos evitables y consideraciones

perioperatorias especiales

en los pacientes ancianos

La principal preocupación de los pacientes ancianos es mantener su

independencia. Por tanto, el principal objetivo pronóstico y global

de los cuidados perioperatorios de la población geriátrica es acelerar

la recuperación y evitar el deterioro funcional. Se deben tener en

cuenta muchos factores en la planificación preoperatoria que impli-

can al control anestésico y a la recuperación de la cirugía.

Consentimiento, sustitutos en la toma

de decisiones y directivas avanzadas

La autonomía es el principio fundamental en la toma de decisiones

sanitarias en los anciano

s 34

. Sin embargo, la autonomía implica

contar con competencia mental. Los estándares legales de la com-

petencia constan de las capacidades de comunicar una elección,

comprender la información relevante, apreciar la situación actual

y sus consecuencias, así como manejar la información de un modo

raciona

l 35 .

Las dificultades cognitivas y sensoriales suelen compro-

meter el consentimiento informado en los pacientes ancianos frá-

giles. La demencia, depresión, hipoacusia y los ictus pueden

interferir con la capacidad de tomar decisiones independientes.

Si la capacidad de una persona de tomar decisiones se ve

muy afectada, un sustituto debe dar el consentimiento. En estas

situaciones hay que ser muy cauto. Se ha demostrado que hay una

tasa de concordancia muy baja entre las decisiones sanitarias

tomadas por los sustitutos y los deseos de los ancianos implica-

do

s 36 .

Las directivas avanzadas, cuando están disponibles, pueden

ser de gran utilidad, pero incluso en tal caso sigue habiendo pro-

blemas. Los aspectos referentes al consentimiento y a las decisiones

sobre el final de la vida en los pacientes ancianos son complejos y

resultan familiares a los anestesiólogos en ejercicio. Atender los

deseos específicos de un paciente que entra en quirófano con

órdenes de «no reanimar» es un problema frecuente. A menudo,

no hay respuestas fáciles a estos dilemas ético

s 37 .

Edad y enfermedades relacionadas

con la edad

Se sabe perfectamente que el envejecimiento se asocia con una

mayor incidencia de procesos patológicos sistémicos crónicos,

como la hipertensión, diabetes mellitus, cardiopatía isquémica y

neoplasias malignas. Algunas enfermedades específicas, como la

demencia y la enfermedad de Parkinson, tienen una incidencia

muy superior en ancianos. Suele ser difícil separar los efectos del

envejecimiento de los derivados de las enfermedades concurrentes.

En los estados de menor reserva fisiológica se producen agresiones

patológicas agudas y crónicas que pueden tener efectos intensos

sobre los mecanismos compensatorios habituales y que alteran en

gran medida la presentación clínica. Estos factores adquieren un

grado de confusión especialmente alto al considerar el riesgo perio-

peratorio en los ancianos.

Presentación atípica de las enfermedades

En el anciano puede ser difícil reconocer la enfermedad aguda y

la exacerbación de los problemas crónicos. A menudo la enfer-

medad aguda puede presentar una manifestación atípic

a 38

. Por

ejemplo, la aparición de neumonía en el anciano puede anun-

ciarse por unas características tan inespecíficas como confusión,

letargo y deterioro de su estado genera

l 39,40

. Pueden existir dife-

rencias significativas en la manifestación de la enfermedad en los

pacientes con demencia frente a los que no padecen ésta. Los

estudios sugieren que las manifestaciones patológicas inespecífi-

cas en los ancianos se relacionan sobre todo con la presencia de

demencia, más que con una característica específica del enve­

jecimient

o 41 .

Demencia

La demencia es frecuente en la población anciana. La enfermedad

de Alzheimer se presenta en el 6-8% de los pacientes de 65 o más

años. La hospitalización y la cirugía representan un desafío para

los pacientes con demencia, en quienes la agitación, en particular,

supone un problema.

Se debe determinar la presencia de déficit cognitivo durante

la evaluación preoperatoria y su presencia en dicha fase tiene una

relación directa con el despertar postoperatorio y con la morbili-

dad perioperatoria. Por ejemplo, los déficits cognitivos se asocian

con unos peores resultados de la rehabilitación y con una mayor

mortalidad quirúrgic

a 42,43 .

Por lo que se refiere a la elección de la

técnica anestésica, existe controversia sobre si la administración

de anestesia general acelera la progresión de la demencia senil,

porque no todos los estudios apoyan esta ide

a 44,45 .

Quizá lo más

relevante es que la demencia es un factor predictivo de delirio

postoperatori

o 46 .

El diagnóstico preciso de la demencia no es

siempre una tarea sencilla. Con fines de la evaluación preoperato-

ria, el miniexamen cognoscitivo permite una detección selectiva

rápida del estado cognitivo basa

l 47 .

Además, puede lograrse una

mejor comprensión si se habla con la familia del paciente sobre la

función basal y las AVD.

Enfermedad de Parkinson

La etiología de la enfermedad de Parkinson es desconocida. Esta

enfermedad se encuentra en alrededor del 3% de la población

mayor de 66 año

s 48 .

La tríada clásica de temblor en reposo, rigidez

muscular y bradicinesia se debe a la destrucción de las neuronas

dopaminérgicas en la porción compacta de la sustancia negra.

Los pacientes pueden presentarse para someterse a procedimien-

tos relacionados con esta enfermedad o para el tratamiento de

otras afecciones quirúrgicas frecuentes. Las revisiones más

recientes destacan la complejidad a la hora de adaptar la asisten-

cia anestésica en pacientes con enfermedad de Parkinso

n 49

. Los

pacientes con este trastorno tienen un mayor riesgo de disfun-

ción faríngea postoperatoria, lo que causa dificultades a la hora

del control de las secreciones y conlleva un riesgo de aspiración.

Además, puede haber inestabilidad neurovegetativa debida a la

enfermedad de Parkinson, como complicación del tratamiento

o como combinación de ambos factores. La exacerbación de

la enfermedad puede provocar complicaciones relacionadas con

la disfunciónmuscular, como dificultad respiratoria y un aumento

del temblor, la acinesia, la confusión o alucinaciones francas.

Por lo general, la pauta antiparkinsoniana debería conti-

nuarse hasta el momento de la cirugía. La levodopa (un fármaco

frecuentemente utilizado) tiene una semivida corta y sus efectos

terapéuticos pueden desaparecer al final de la cirugía propuesta.

Otros fármacos que suelen utilizarse en el tratamiento de la enfer-

medad de Parkinson son los inhibidores de la monoaminooxidasa,

cuyas interacciones adversas con los opioides son bien conocidas.

Los opioides pueden exacerbar la rigidez muscular. Las fenotiazi-

nas, las butirofenonas y la metoclopramida pueden empeorar los

síntomas y deberían evitarse. El propofol tiene efectos impredeci-

bles sobre la función motora y es mejor evitarlo durante los pro-

cedimientos estereotáxicos.