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Anestesia para la cirugía oftalmológica y otorrinolaringológica

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

tubos de drenaje a las 4 horas o más de las intervenciones comple-

jas del oído medio o interno. Se debería aplicar una profilaxis

estándar contra la trombosis venosa profunda en todos los proce-

dimientos que no sean de muy corta duración. También hay que

realizar una monitorización de la temperatura para evitar la hipo-

termia y la hipertermia. En los procedimientos quirúrgicos más

prolongados debería plantearse el sondaje urinario.

Recuperación

Es esencial lograr un despertar y una recuperación suaves de la

anestesia. Algunos anestesistas recomiendan cambiar los tubos

endotraqueales por una ML para lograr una recuperación mejor;

esto se denomina maniobra de Baile

y 33 .

Cirugía nasal

Tipos de cirugía nasal

La cirugía nasal puede dividirse en: 1) procedimientos sobre la parte

externa de la nariz, 2) intervenciones en el interior de la cavidad

nasal, 3) operaciones en los senos paranasales y 4) procedimientos

que afectan a las estructuras óseas. Las fracturas de los huesos

nasales se suelen corregir en un plazo de 10 días cuando se ha

resuelto la tumefacción inicial. Si estas fracturas se reparan más

tarde, puede ser más difícil alinearlas y se produce una hemorragia

considerable. La cirugía septal se realiza para mejorar el flujo aéreo

a través de las fosas nasales y la ventilación de los senos paranasales.

Los pacientes pueden presentar una obstrucción casi total de la vía

respiratoria nasal debido a una desviación septal intensa que bloquee

una fosa nasal, con una hipertrofia del cornete inferior contralateral

que bloquee la otra fos

a 34 .

Los pólipos nasales pueden ser únicos o

múltiples y provocar una obstrucción significativa del flujo aéreo en

la cavidad nasal o los senos, e incluso un bloqueo nasal total.

En la actualidad, la mayoría de las intervenciones sinusales se

llevan a cabo mediante endoscopios y se denomina cirugía endoscó-

pica sinusal funcional. La antrostomía intranasal y los procedimientos

de Caldwell-Luc, que permitían acceder a los senos maxilares, se han

sustituido por lo general por esta nueva modalidad quirúrgica.

Anestesia local o general

Algunos procedimientos nasales pueden realizarse bajo anestesia

local con o sin sedació

n 35-37

, mientras que otros suelen requerir

anestesia general. La elección de una anestesia general o local

depende de factores del paciente y de la duración, localización y

complejidad del procedimiento. Por lo general, la anestesia local es

adecuada para los procedimientos de la parte anterior del tabique,

septoplastia, turbinectomía, cauterización, polipectomía simple y

reducción de fracturas nasales simples. Para los procedimientos

más complejos o prolongados, como la cirugía sinusal, rinoplastia,

septorrinoplastia, cirugía nasolagrimal, cirugía del seno frontal,

procedimientos de la base del cráneo y resecciones craneofaciales,

se prefiere la anestesia general. Durante estos procedimientos, los

movimientos bajo anestesia local en fases críticas de la operación

pueden tener consecuencias graves, capaces de causar ceguera,

lesión de la arteria carótida y una extensión intracraneal

38 .

Los niños pequeños son propensos a introducirse cuerpos

extraños en las fosas nasales. Algunos de ellos, como las baterías de

botón pueden ser corrosivas para la mucosa nasal y el tabique, por lo

que deben extraerse de urgencia. En los niños no colaboradores, los

intentos de extracción de un cuerpo extraño conllevan el riesgo de

inhalación del mismo, y puede ser necesario usar anestesia general. Lo

ideal es mantener la ventilación espontánea para reducir el riesgo de

que el cuerpo extraño se introduzca en la vía respiratoria inferior.

Evaluación preoperatoria

(v. también cap. 24)

La evaluación preoperatoria y la valoración anestésica deberían ser

iguales para la anestesia local y general. Se debería realizar una eva-

luación específica de la apnea obstructiva del sueño (AOS), el uso de

presión positiva continua nasal, el estado cardiovascular y la idonei-

dad para usar vasoconstrictores nasales tópicos, así como preguntar

por los antecedentes de uso de antiinflamatorios no esteroideos

(AINE). La tríada de Samter (asociación de sensibilidad a los AINE

en pacientes con asma y pólipos nasales, que pueden tener un bron-

coespasmo grave potencialmente mortal) debe tenerse en cuenta.

Vasoconstrictores nasales

Los vasoconstrictores nasales suelen utilizarse para reducir la hemorra-

gia procedente de la mucosa nasal y se pueden utilizar muchas sustan-

cias solas o en combinación para lograr la vasoconstricción y lograr

la anestesia local. Algunas de ellas, como la cocaína, tienen propiedades

anestésicas locales y vasoconstrictoras, mientras que otras, como la

lidocaína, sólo son anestésicas locales. Los vasoconstrictores que suelen

utilizarse son la cocaína, la epinefrina y la fenilefrina. La cocaína se

ha utilizado sola y asociada a la epinefrina. La fenilefrina se ha usado

combinada con lidocaína y ésta se ha asociado a la epinefrina.

La cocaína tiene un inicio de acción rápido y unas propieda-

des vasoconstrictoras excelentes. Las pequeñas dosis son vagotóni-

cas, de modo que producen una reducción de la frecuencia cardíaca,

mientras que las concentraciones sanguíneas crecientes provocan

taquicardia, hipertensión, taquicardia ventricular ydepresióndirecta

del miocardio. Cualquiera de estos efectos puede causar una muerte

súbita cardíac

a 39 ,

infarto de miocardi

o 40

y fibrilación ventricula

r 41 .

Los efectos cardiovasculares de la cocaína se atribuyen a su capaci-

dad para bloquear la recaptación de la norepinefrina en las termi-

naciones nerviosas simpáticas y potenciar la actividad simpátic

a 39 .

El uso de cocaína debería evitarse en pacientes con antecedentes de

infarto de miocardio, arteriopatía coronaria, insuficiencia cardíaca

congestiva, arritmias cardíacas e hipertensión, así como en aquellos

que tomen inhibidores de la monoaminooxidasa.

La cocaína se ha usado como vasoconstrictor nasal en una

solución tópica, en pasta o en gel y en aerosol. La dosis máxima

segura recomendada de cocaína es de 1,5

34

a 3mg/k

g 39,42-44 ,

con

una dosis máxima de 200mg. Es difícil establecer la posología

con la pasta y el gel, por lo que no se recomiendan.

La solución de cocaína está disponible en varias concentra-

ciones, del 0,5 al 20%, pero no se precisan soluciones de más del

4

% 39 .

La adición de 1mg de epinefrina (1ml al 1:1.000) a una

solución de cocaína se realiza para proporcionar una vasoconstric-

ción adicional y reducir la absorción de la cocaína. En un estudio

realizado con 30 adultos en el que se compararon las concentra-

ciones plasmáticas seriadas de cocaína entre dos grupos, uno con

epinefrina y otro sin ella, en el grupo con epinefrina se obtuvieron

unas concentraciones plasmáticas de cocaína significativamente

menore

s 45

. Sin embargo, también se observó que en dos pacientes

del grupo de cocaína y epinefrina había unas concentraciones plas-

máticas inusualmente altas, aunque estaban por debajo de los

niveles asociados con la toxicidad. La causa de esta absorción idio-

sincrásica rápida se desconoce, aunque se ha sugerido que puede

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