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Perspectivas futuras

Los avances en las prácticas anestésicas y quirúrgicas han facilitado

el rápido crecimiento de la cirugía ambulatoria en todo el mund

o 505 .

La introducción de anestésicos, analgésicos, simpaticolíticos y rela-

jantes musculares rápidos y de acción corta y las mejoras en las

técnicas de monitorización cerebral han permitido reducir los

efectos secundarios de la anestesia durante el proceso de recupe-

ración. Las mejoras de la asistencia perioperatoria han permitido

a los cirujanos realizar cada vez más intervenciones invasivas de

forma ambulatoria en pacientes con trastornos médicos complejos

en unidades de día (ambulatorias).

Las intervenciones quirúrgicas mayores (p. ej., reconstruc-

ción total de rodilla u hombro, histerectomía vaginal laparos­

cópica, funduplicatura gástrica, nefrectomía, esplenectomía y

adrenelectomía) se realizan de forma habitual en centros ambu-

latorios. Incluso los pacientes sometidos a endarterectomía caro-

tídea, lobectomía pulmonar, prostatectomía y craneotomías

menores están recibiendo el alta a las 23 horas de la intervención.

Aunque en general se asume que el principal motivo de esta

expansión progresiva de la cirugía ambulatoria es la presión ejer-

cida por los pagadores y agencias gubernamentales para reducir

los costes sanitarios, pueden existir otros beneficios menos evi-

dentes para los pacientes y sus familias. La rehabilitación más

agresiva consigue una recuperación más rápida de la función de

los órganos, se asocia a menos complicaciones quirúrgicas y anes-

tésicas, reduce la discapacidad mental y física y, lo que es más

importante, permite retomar antes las actividades normales

(p. ej., empezar a trabajar). Los pacientes «con riesgo» de sufrir

infecciones hospitalarias (p. ej., pacientes inmunodeprimidos)

pueden ver una reducción de las complicaciones infecciosas

postoperatorias con la cirugía ambulatoria.

Como médicos perioperatorios, los anestesiólogos pueden

desempeñar un papel importante a la hora de facilitar la cirugía

ambulatoria (y de corta estancia) al implicarse de forma activa en

la asistencia preoperatoria, intraoperatoria y postoperatoria de esta

creciente población de pacientes. Para conseguir este resultado, se

debe considerar con cuidado cada una de las fases del procedi-

miento de cirugía ambulatoria. En primer lugar, es importante

asegurarse de que todos los pacientes están en una situaciónmédica

«óptima» antes de la cirugía programada. Los cambios en las polí-

ticas de ayun

o 552

han permitido a los pacientes seguir recibiendo

sus fármacos crónicos y evitar los incómodos síntomas asociados

a la deshidratación, hipoglucemia y retirada de la cafeína. Además,

la medicación oral con analgésicos preventivos (p. ej., AINE, inhi-

bidores de COX-2) permite mejorar el control del dolor en el

postoperatorio. El uso de dosis bajas de fármacos sedantes-ansio-

líticos (p. ej., midazolam) para premedicación ha mejorado la expe-

riencia perioperatoria de los pacientes sin afectar de forma negativa

al proceso de recuperación precoz.

En segundo lugar, el uso de técnicas anestésicas que opti-

mizan la situación quirúrgica intraoperatoria al tiempo que con-

siguen una recuperación precoz más rápida ha adquirido gran

importancia en el actual entorno sanitari

o 464

. La introducción de

anestésicos volátiles y analgésicos opioides más rápidos y de

acción más corta ha permitido a los médicos mejorar el ajuste

de la dosis y conseguir un perfil de recuperación que facilite el

proceso de «recuperación rápida». El uso de monitorización

cerebral puede mejorar el ajuste de los anestésicos de manteni-

miento. Sin embargo, en los pacientes que respiran de forma

espontánea (no paralizados), la utilidad de la monitorización

cerebral para facilitar el proceso de recuperación es limitad

a 553 .

Es importante recordar que estudios recientes confirman que la

anestesia general moderna causa un mínimo trastorno cognitivo

tardí

o 554 .

Cada vez más los médicos optan por la AM como

alternativa a la anestesia general y raquídea. La disponibilidad

de fármacos como el propofol, el remifentanilo y la dexmedeto-

midina ha mejorado de forma clara las condiciones intraopera-

torias de los pacientes que se someten a cirugías más extensas

con técnicas de anestesia local.

En tercer lugar, resulta esencial prevenir el dolor postope-

ratorio y otros efectos secundarios no deseados (sobre todo las

NVPO) para poder aplicar con éxito un programa de seguimiento

rápido en pacientes ambulatorios y facilitar un reinicio más rápido

de las actividades de la vida diari

a 555 .

La aplicación de un abordaje

multimodal para la prevención del dolor postoperatorio reducirá

la dependencia de los analgésicos opioides. Además, los AINE

(p. ej., ketorolaco, diclofenaco, inhibidores de COX-2) y otros

analgésicos no opioides (anestésicos locales, gabapentina, parace-

tamol, ketamina, clonidina) están asumiendo un papel cada vez

más importante en el control del dolor en pacientes ambulatorios.

De un modo similar, el uso habitual de profilaxis antiemética

farmacológica resulta extremadamente útil para facilitar el proceso

de recuperación y mejorar la satisfacción del paciente. Las estra-

tegias multimodales para reducir los efectos secundarios han

adquirido una importancia superior por la rápida expansión de

los tipos de intervenciones quirúrgicas que se pueden realizar de

forma ambulatoria

424 .

Por último, orientar el proceso de recuperación y dotar a los

pacientes y sus familias de información sobre cómo evitar los pro-

blemas tras el alta facilitará también el proceso de rehabilitació

n 462,505 .

Comentar las implicaciones de estas intervenciones realizadas de

forma ambulatoria con el paciente y su familia antes de la cirugía

aumentará también la aceptación y satisfacción del paciente con un

alta temprana («alta rápida»). Como médicos perioperatorios, los

anestesiólogos tendrán que asumir un papel cada vez más impor-

tante para reducir los cambios fisiopatológicos postoperatorios y

facilitar el proceso de rehabilitación. Para mejorar la evolución del

paciente, es fundamental un abordaje en equipo en el que deben

participar el paciente y su familia, el personal de enfermería, el

anestesiólogo y el cirujan

o 556

. Se ha descrito recientemente que un

equipo dirigido por el anestesiólogo consigue mejorar la eficiencia

del quirófano (reduciendo un 48% el «tiempo perdido» entre los

casos) cuando estas políticas de organización definidas son apoya-

das por los cirujanos, enfermeros ydirectivos del hospita

l 557

. Además,

la aplicación de un abordaje multidisciplinar para reducir los efectos

secundarios postoperatorios frecuentes permite reducir las estan-

cias en recuperación y hospitalarias y aumentar la satisfacción del

paciente tras la cirugí

a 558

. Conforme se realicen intervenciones qui-

rúrgicas más extensas de forma ambulatoria, cada vez tendrá más

importancia un abordaje «multimodal» innovador para conseguir

una asistencia durante la recuperación tras el alt

a 7,556

.

En resumen, la cirugía ambulatoria se ha convertido en el

modelo de cirugía predominante en EE.UU. y Europa. Sin embargo,

los beneficios de la anestesia y la cirugía ambulatoria todavía tienen

que ser apreciados en los países en vías de desarrollo. La creciente

aplicación de la cirugía ambulatoria puede: 1) aumentar el acceso

del paciente a la cirugía en sitios alejados de centros médicos

importantes; 2) reducir la «lista de espera» quirúrgica en centros

públicos; 3) realizar servicios quirúrgicos básicos con un menor

coste para los pacientes, pagadores y agencias gubernamentales;

4) incrementar la satisfacción del paciente con su experiencia perio-

peratoria; 5) permitir una mayor implicación de la familia del

paciente en la asistencia postoperatoria, y 6) facilitar un reinicio

más precoz de las actividades normales de la vida diaria, incluido

volver a trabajar. Por tanto, el reto para los futuros médicos será

facilitar la práctica de la cirugía ambulatoria en todo el mundo para

mejorar la asistencia sanitaria y optimizar el uso de unos recursos

sanitarios cada vez más limitados.

Anestesia en el paciente ambulatorio

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

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