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El pinzamiento aórtico infrarrenal también puede alterar el

FSR y el FG al inducir disminución del gasto cardíaco en respuesta

a un aumento de las resistencias vasculares sistémica

s 109 .

El pinza-

miento o la manipulación de áreas de placas de ateromatosis

pueden inducir una ateroembolismo de las arterias renales. Puede

aparecer una necrosis cortical, que es habitualmente irreversible.

Protección renal durante el pinzamiento aórtico

Se ha utilizado el manitol durante más de 40 años para proteger

al riñón durante el pinzamiento aórtico (v. cap. 52). Sus efectos

protectores se han demostrado con claridad en modelos animales

de necrosis tubular aguda isquémic

a 110 ,

pero se han realizado

pocos estudios prospectivos controlados en seres humanos. Se ha

utilizado con frecuencia la dopamina a bajas dosis durante una

cirugía vascular mayor. En un estudio en perros con pinzamiento

de la aorta torácica, el FSR, el FG y el flujo urinario permanecie-

ron alterados durante bastante tiempo tras la liberación del pin-

zamiento.Este retraso no se evitaba con la dopamina profiláctic

a 111 .

En un estudio de pinzamiento infrarrenal en seres humanos, Paul

y cols.

112

compararon el tratamiento diurético combinado de

manitol y dopamina frente a una carga de líquidos con suero

salino hasta una presión de enclavamiento de la arteria pulmonar

de 12-15 mmHg. Aunque el manitol y la dopamina aumentaron

de forma sustancial la diuresis y la excreción de sodio durante el

pinzamiento, no resultaron superiores al suero salino a la hora de

atenuar la depresión residual del FG tras la liberación del

pinzamiento.

El fenoldopam, una análogo sintético fenolado de la dopa-

mina que es un agonista selectivo del receptor DA1, aumenta el

flujo sanguíneo renal de modo dosis-dependient

e 113 .

La infusión de

fenoldopam ha demostrado tener un efecto renoprotector en el

pinzamiento aórtico suprarrenal experiementa

l 114 .

En un estudio

controlado, aleatorizado, ciego en 28 pacientes que fueron someti-

dos a pinzamiento aórtico infrarrenal, se administró fenoldopam

0,1

m

g/kg/min o placebo intravenoso antes de la incisión cutánea

quirúrgica y se mantuvo hasta la liberación del pinzamiento aór-

tico

115 .

El fenoldopam atenuó de forma significativa el descenso del

aclaramiento de creatinina y el aumento de la creatinina sérica

observada en los pacientes que recibieron placebo. Está garantizada

la realización de estudios más amplios con este agente.

Circulación extracorpórea

La incidencia de fracaso renal agudo es muy baja (

<

2%) tras una

cirugía cardíaca sin complicaciones en pacientes con función renal

previa normal. Aumenta con la complejidad de la cirugía (p. ej.,

procedimientos combinados frente a revascularización simple). En

una revisión prospectiva de más de 4.000 casos en la Clínica Cle-

veland, Higgins y cols. observaron que el riesgo de morbilidad renal

y mortalidad aumenta exponencialmente cuando el valor preope-

ratorio de la creatinina sérica es mayor de 1,9mg/dl

116 .

Cuando

aparece tras cirugía cardíaca, el fracaso renal agudo tiene un efecto

devastador en la mortalidad, aumentándola en 15 veces con la lesión

renal aguda (SCr máxima postoperatoria

>

1mg/dl) y 30 veces

cuando es necesario tratamiento renal sustitutiv

o 117

. Durante la

CEC (v. cap. 50), la hipotensión con flujo no pulsátil provoca vaso-

constricción renal y disminución del FSR. Los niveles de adrenalina

aumentan progresivamente durante la CEC, y se activa el sistema

renina-angiotensina. Se ha asociado el fracaso renal agudo con

elevación persistente de los niveles de renina plasmática

106 .

El

tromboxano, liberado por las plaquetas activadas, y la síntesis vas-

cular de endotelina podrían añadirse a la vasoconstricción renal

durante la circulación extracorpórea. La enzimuria tubular y la

microalbuminuria, un indicativo de lesión subclínica en la nefrona,

se observa repetidamente durante la CE

C 118

.

Protección renal durante la circulación extracorpórea

Perfusión pulsátil durante la CEC

En estudios en animales y en humanos, la perfusión pulsátil

durante la CEC aumenta el flujo sanguíneo renal y disminuye las

catecolaminas circulantes, la endotelina, y la activación de citoci-

nas (v. cap. 50

) 119,120

. Sin embargo, estas ventajas fisiológicas no se

han traducido en beneficios clínicos.Aunque la actividad de renina

plasmática está suprimida por la perfusión pulsátil, persiste evi-

dencia de lesión glomerular (en este caso, microalbuminuria

) 35 .

En

un estudio prospectivo aleatorizado en 215 pacientes pediátricos

que fueron sometidos a una reparación de una enfermedad car-

díaca congénita, el uso de flujo pulsátil durante la CEC se asoció

con disminución de la utilización de inotrópicos, menor tiempo

de estancia en cuidados intensivos y en el hospital y mayor diuresis,

pero no hubo diferencias significativas en los valores de creatinina

séric

a 121 .

El balón intraaórtico de contrapulsación se utilizó para

proporcionar flujo pulsátil durante la CEC en un estudio aleatori-

zado prospectivo en 100 pacientes adultos que fueron sometidos a

cirugía cardíac

a 122 .

El flujo pulsátil atenuó el descenso en el FG,

pero no hubo diferencias en el volumen de diuresis o en la evolu-

ción de la función renal. En un amplio estudio observacional no

aleatorizado, se proporcionó flujo pulsátil durante la CEC en 915 de

1.820 pacientes, pero éste no pareció proporcionar aumento en la

protección contra la lesión renal perioperatori

a 123 .

Evitación de la CEC

El beneficio para la función renal de la derivación coronaria sin

bomba (DCSB, también conocido como cirugía a corazón latiente)

también sigue estando en cuestión. En pacientes de bajo riesgo,

parece haber poca diferencia en la incidencia de lesión renal aguda

tanto si se usa o no CE

C 124

. La mayoría de los estudios publicados

hasta la fecha han sido de pequeño tamaño (

<

60 pacientes), y

aunque demuestran que la DCSB se asocia con menor evidencia

de lesión renal aguda, como se evidencia por los menores niveles

de creatinina sérica, cistatina C, microalbuminuria y NAG, esto no

se ha traducido en un beneficio para la evolución de la función

renal, morbilidad o mortalida

d 125,126 .

En un estudio más amplio en

201 pacientes, el uso de CEC provocó un aumento significativo de

la lesión aguda renal, definida como un aumento mayor del 50%

en la concentración sérica de creatinina postoperatoria (el 27,7

frente al 14,0%,

p

<

0,03

) 127

. Aunque la técnica del DCSB se iden-

tificó como el único factor independientemente asociado con una

menor incidencia de lesión aguda renal, el estudio no fue aleatori-

zado y todos los procedimientos fueron realizados por el mismo

cirujano experimentado.

Presión de perfusión durante la CEC

Se ha observado en estudios animales de CEC que el FSR depende

de la presión de perfusión renal y que la infusión de dopamina no

aumenta el FSR durante los estados de baja presió

n 10 .

Esto sugiere

que la autorregulación puede estar alterada durante la CEC. Sin

embargo, Hilberman y cols

. 128

no encontraron relación entre el bajo

flujo (

<

50ml/kg/min) y baja presión arterial media (

<

50 mmHg)

y fracaso renal agudo postoperatorio. Sin embargo, la gravedad de

la disfunción renal en el postoperatorio y su evolución correlacionó

con la gravedad de la disfunción cardíaca tras la CE

C 129 .

Fármacos dopaminérgicos y diuréticos

En un estudio comparando dosis inotrópicamente equivalentes de

dopamina y dobutamina tras la cirugía cardíaca, ambos fármacos

tuvieron un efecto similar en el FG, FSR, resistencia vascular renal y

fracción de filtración, pero la dopamina logró una mayor tasa de

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Fisiología y anestesia

I