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que en el estudio de Eger, lo que podría explicar la diferencia de

los resultados.

En resumen, no se han descrito lesiones renales significativas

desde el punto de vista clínico en pacientes sometidos a anestesia

con sevoflurano de bajo flujo, incluso en presencia de una disfun-

ción renal previa moderada. La relación entre la formación del

compuesto A, lesión bioquímica y disfunción renal relevante desde

el punto de vista clínico sigue siendo incierta y no demostrada. No

obstante, parece prudente seguir las directrices actuales de la Food

and Drug Administration (FDA) estadounidense, que recomien-

dan un flujo de gas nuevo de al menos 2 l/min para inhibir la

formación del compuesto A y su reinhalación, así como para

aumentar su eliminación.

Anestésicos volátiles y lesión por isquemia-reperfusión

Existe evidencia experimental de que los anestésicos volátiles

pueden atenuar la lesión por isquemia-reperfusión en el riñón. En

un modelo murino, Lee y Emala demostraron que la anestesia con

desflurano, sevoflurano, isoflurano y halotano atenúan significati-

vamente el aumento de la creatinina sérica comparado con el pen-

tobarbital o la ketamin

a 94

. El mecanismo parece ser independiente

de los canales K

+

-ATP pero relacionado con la supresión de las

citocinas proinflamatorias y activación de quemocinas en respuesta

a la isquemia-reperfusión.

Ventilación mecánica

La ventilación mecánica (v. cap. 83) y la presión teleespiratoria

positiva (PEEP) pueden causar disminución del FSR, el FG, la

excreción de sodio y la diuresis o incluso lesión aguda rena

l 95

. La

transmisión de la presión de la vía respiratoria e intrapleural al

espacio intravascular y disminuyen el retorno venoso, la presión

transmural (es decir, eficaz) de llenado cardíaco, y el gasto cardíaco.

La transmisión puede atenuarse en realidad en una lesión pulmo-

nar aguda, debido a la baja distensibilidad pulmonar. Una presión

media elevada en la vía respiratoria puede comprimir la circulación

arterial pulmonar, aumentar la poscarga ventricular derecha e

inducir el desplazamiento del tabique interventricular hacia el ven-

trículo izquierdo y disminuir su llenado y el gasto cardíac

o 96 .

La

ventilación con presión positiva aumenta la presión de la vena cava

inferior y la presión venosa renal y puede elevar la reabsorción

tubular de sodio al incrementar la presión capilar peritubular.

La reducción del gasto cardíaco y de la presión arterial sis-

témica aumenta el tono nervioso simpático en el riñón, mediado

por barorreceptores carotídeos y aórticos, con la consiguiente vaso-

constricción renal, antidiuresis y antinatriuresis. Los receptores de

volumen de las aurículas responden al menor llenado reduciendo

la secreción de ANF, lo que aumenta el tono simpático, la activación

de la renina y la actividad de la AVP.

La retención de sal y agua durante el tratamiento con

presión en la vía respiratoria se atribuyó al principio a un efecto

de la AV

P 97 ,

pero ahora se piensa que las respuestas simpáticas son

más relevantes y que la retención de sodio es en gran medida el

resultado de un menor aporte de sodio a los túbulos. El sistema

renina-angiotensina-aldosterona aumenta sin duda las respuestas

renales a la ventilación con presión positiva. Annat y cols

. 98

encon-

traron que la PEEP a 15 cmH

2

O deprimía el gasto cardíaco, el FSR,

el FG y la diuresis en un 20-30% y se asociaba a aumentos de

la renina y la aldosterona, pero no de la AVP. La alteración de la

función renal inducida por el tratamiento con presión en la vía

respiratoria puede evitarse o revertirse si se mantiene un estado

circulatorio normal, bien mediante hidratación

99

o con el uso de

dopamina

100 .

Aunque en teoría el grado de depresión de la función renal

depende de la presión media en la vía respiratoria, parece que no

hay diferencia en el aclaramiento de creatinina y en la FENa si se

usa ventilación con control del volumen o ventilación con presión

de soport

e 101 .

Las maniobras terapéuticas que se usan en la lesión

pulmonar aguda grave tales como la hipercapnia o hipoxemia per-

misivas pueden favorecer la vasoconstricción rena

l 95

.

Finalmente, en la lesión pulmonar experimental hay evi-

dencia de que un modo de ventilación lesivo induce inflamación

aguda asociada con disfunción y apoptosis de las células epiteliales

renale

s 102 .

Estos hallazgos parecen concordantes con la observa-

ción clínica de disfunción multiorgánica en pacientes con sín-

drome de distrés respiratorio agudo y con su atenuación cuando

se usa una ventilación mecánica con una estrategia protectora

pulmona

r 95 .

Hipotensión inducida

Durante la anestesia con hipotensión inducida, suele disminuir de

forma sustancial el FG y la diuresis. Sin embargo, cuando la hipo-

tensión dura menos de 2 horas, no se produce una alteración

permanente de la función renal, incluso en anciano

s 103 .

Los fárma-

cos vasodilatadores utilizados para inducir hipotensión difieren

en su efecto sobre el FSR. La administración de nitroprusiato

sódico reduce la resistencia vascular renal, pero tiende a derivar

el flujo sanguíneo fuera del riñón. Es más, su administración se

asocia a una marcada activación del sistema renina-angiotensina

y a la liberación de catecolaminas, lo que origina una hipertensión

de rebote si la infusión se interrumpe de forma brusca. La nitro-

glicerina disminuye el FSR menos que el nitroprusiato sódic

o 104 .

El fenoldopam, un agonista dopaminérgico-DA

1

selectivo, es capaz

de producir una hipotensión inducida sin una reducción signifi-

cativa del FS

R 105 .

Pinzamiento aórtico

Se han estudiado los efectos relacionados con el pinzamiento

aórtico suprarrenal e infrarrenal (v. cap. 52) sobre la función renal

en pacientes que van a someterse a una cirugía vascular mayor. Con

independencia de la posición del pinzamiento aórtico, el FSR dis-

minuye al 50% de lo normal durante la preparación quirúrgica de

la aorta, quizá debido a compresión directa o a un espasmo reflejo

de las arterias renales. Tras la liberación del pinzamiento suprarre-

nal, el FSR aumenta por encima de lo normal (hiperemia refleja),

pero el FG permanece deprimido a un tercio del valor del grupo

control durante un máximo de 2 horas. Tras 24 horas, el FG es aún

sólo de dos tercios del control. Las funciones tubulares (capacidad

de concentración, conservación de sodio y agua) están muy altera-

das, pero se mantiene la diuresis. Myers y Mora

n 106

observaron que

estos cambios se parecían a una forma atenuada de necrosis tubular

aguda. En el estudio antes mencionado, todos los pacientes recibie-

ron tratamiento previo con manitol, lo que quizá limitó la agresión

renal, ya que la oliguria fue infrecuente y la recuperación se produjo

con relativa rapidez. Sin embargo, los tiempos de pinzamiento

superiores a 50 minutos se asociaban a una depresión prolongada

del FG y a azoemia transitori

a 107 .

En modelos animales, el pinzamiento aórtico suprarrenal

induce una disminución del óxido nítrico endotelial renal; la sín-

tesis de óxido nítrico y el flujo sanguíneo cortical se potencian por

la administración de su sustrato la arginin

a 108 .

Si esta actuación

puede o no aminorar las consecuencias renales del pinzamiento

requiere de más investigación.

Fisiología renal

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Sección I

Fisiología y anestesia

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