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o intravenosa, un buen equilibrio hidroelectrolítico y unas funciones

cardiovascular y renal adecuadas son parte del soporte pulmonar.

La ventilación mecánica es la base del tratamiento de la

insuficiencia respiratoria. Los siguientes son motivos extrapulmo-

nares para instaurar ventilación mecánica:

1. Reanimación del colapso circulatorio. En las situaciones en

las que el sistema cardiovascular se encuentra inestable, lo

más seguro es la ventilación asistida de los pulmones. En caso

de parada cardíaca, el soporte respiratorio es obligado, aunque

inicialmente la ventilación con mascarilla y bolsa puede ser

eficaz.

Los pacientes no suelen fallecer por la falta de un TET,

sino por la falta de oxígeno, lo que en ocasiones se olvida en

nuestra precipitación por colocar un TET.

En el postoperatorio

tras la cirugía cardíaca se utiliza la ventilación mecánica para

asegurar un intercambio gaseoso adecuado hasta que la cir-

culación se estabilice. La ventilaciónmecánica también reduce

el riesgo de descompensación cardiovascular adversa.

2. Asistencia respiratoria. La hiperoxia intencionada se utiliza en

ocasiones para dilatar el lecho vascular pulmonar en algunos

neonatos mientras se instauran otros tratamiento

s 46 .

La ventila-

ción mecánica también se utiliza para reducir la presión intra-

craneal (PIC) al inducir una alcalosis respiratoria media y

disminuir el volumen sanguíneo cerebra

l 80 .

Durante estamanio-

bra la presión arterial media debe mantenerse en los valores

pre-hiperventilación o más elevada para evitar una mayor

isquemia cerebral. Los niños con riesgo de sufrir insuficiencia

respiratoria, debido a sus enfermedades subyacentes (obesidad

mórbida, sepsis, debilidad por causas nutricionales y cifoesco-

liosis), también pueden necesitar ventilación mecánica.

3. Reducción del trabajo respiratorio. La disminución del gasto

de oxígeno que supone la respiración en algunos pacientes

puede mejorar su capacidad para sobreponerse a graves tras-

tornos fisiológicos. Los niños con DBP pueden necesitar

ventilación mecánica a largo plazo para conservar la energía

que gastan en respirar y usarla para el crecimient

o 81

.

Tratamiento ventilatorio

La asistencia respiratoria puede ofrecerse mediante presión posi-

tiva continua en la vía respiratoria (CPAP), ventilación con presión

positiva intermitente y ventilación con presión negativa. La venti-

lación con presión positiva suele aplicarse mediante un TET o un

tubo de traqueostomía. La asistencia en algunos lactantes y niños

puede realizarse con máscaras de CPAP, ventilación no invasiva o

gafas nasales con flujo alto. La intubación oral es más sencilla de

realizar que la nasal, especialmente en situaciones de urgencia.

El tamaño del TET debe seleccionarse con cuidado. Una

fórmula que permite estimar el tamaño apropiado del tubo en niños

mayores de 2 años de edad es la siguiente: (16 + edad del niño)/4.

Esta fórmula proporciona el diámetro interno del TET de

tamaño adecuado. Si el tamaño del TET es correcto, debería existir

un ligero escape de aire cuando se aplican presiones positivas de

20 a 30 cmH

2

O 82 .

La inserción de un tubo demasiado grande puede

dar lugar a serios daños laríngeos y subglóticos a largo plazo, en

especial en niños con lesiones inflamatorias de la vía respiratoria

superior, como es el caso de las laringotraqueobronquitis.

Debido a la mayor flexibilidad del cartílago traqueal y a la

relativa estrechez subglótica que existe en los niños, los TET sin

manguito suelen proporcionar un sellado adecuado en niñosmenores

de 5 años. Sin embargo, si el paciente padece una enfermedad pulmo-

nar que precise presiones de ventilación altas, es más adecuado utili-

zar un tubo con manguito. En los pacientes más pequeños se están

empleando con mayor frecuencia tubos pequeños con manguito en

las UC

I 65

, pero teniendo cuidado para que exista una pequeña fuga

de aire a presiones de 25-30cmH

2

O. Los tubos con manguito pueden

eliminar la fuga de aire alrededor del TET, pero el sobreinflado del

manguito puede impedir el flujo venoso y producir daños en la vía

respiratoria. En la actualidad no existen datos acerca de la seguridad

a largo plazo del uso de TET con manguito en los niños pequeños.

Tras la intubación endotraqueal, debe comprobarse la posi-

ción del TET. Si está colocado correctamente, los movimiento del

tórax deberían ser simétricos y los ruidos respiratorios deberían ser

simétricos durante la auscultación axilar. Los sistemas de detección

de CO

2

electrónicos o colorimétricos sirven para confirmar si el tubo

está posicionado en la tráquea o en el esófag

o 83 .

Si las líneas dobles

del TET se encuentran a nivel de las cuerdas vocales, el TET se

encuentra por lo general en la posición correcta. Otro método para

posicionar correctamente el TET es introducirlo hasta el bronquio

principal derecho y escuchar los ruidos respiratorios en la axila

izquierda. Los ruidos respiratorios se percibirán reducidos. Saque el

TET lentamente. Cuando oiga los ruidos respiratorios en el lado

izquierdo, saque el tubo 1-2cm, dependiendo del tamaño del niño.

Si los ruidos respiratorios son iguales, fije el tubo en posición. En la

radiografía de tórax, el extremo del TET debería encontrarse a mitad

de camino entre las cuerdas vocales y la carina. En los lactantes pe­

queños, la distancia entre la carina y las cuerdas vocales es muy

pequeña. Por tanto, es fácil introducir involuntariamente el TET en

un bronquio principal. La flexión de la cabeza hace que el TET avance

hacia el interior de la vía respiratoria. La extensión lo desplaza hacia

las cuerdas vocales. El giro de la cabeza hacia un lado puede obstruir

el extremo del TET si contacta con la pared traqueal, lo que puede

producir retención de CO

2

y/o hipoxemia (datos no publicados).

No es infrecuente que un niño permanezca con intubación

traqueal durante más de dos semanas antes de realizar una traqueos-

tomía. Esta estrategia ha sido posible gracias a la adecuada humidi-

ficación de los gases inspirados, lamejor aspiración ymonitorización

endotraqueal (Sao

2

) y los excelentes cuidados de enfermería.

Todo el personal debe vigilar de forma constante a todo niño

con un TET colocado, por si se produce la obstrucción del mismo

por secreciones, la extubación accidental o la intubación de un

bronquio principal. En los neonatos, los TET con un «ojo de

Murphy» se obstruyen por secreciones con mayor frecuencia que

los que no tienen un ojo de Murphy (datos no publicados). El ojo

de Murphy se localiza muy cerca del extremo del TET. Una vez que

el TET es introducido en el bronquio principal, es imposible que el

lactante respire de modo eficaz a través del «ojo». Como el TET tiene

casi el mismo tamaño que la tráquea, es prácticamente imposible

que el lactante pueda respirar alrededor del tubo. Por tanto, los TET

con ojo de Murphy son peligrosos y probablemente no deberían ser

utilizados en los lactantes pequeños. La traqueostomía está indicada

en aquellos niños que requieren una vía respiratoria artificial a largo

plazo para ventilación mecánica, aspiración endotraqueal o para

superar una obstrucción de la vía respiratoria superior. Una com-

plicación de la traqueostomía que puede amenazar la vida del

paciente es el desprendimiento accidental del tubo de traqueostomía

antes de que se forme un trayecto bien cicatrizado. La reinserción

del tubo puede ser muy complicada en esas primeras 72 horas tras

la cirugía, y puede dar lugar a la formación de falsas vías, que pueden

imposibilitar la ventilación pulmonar o producir un neumotórax.

P

resión positiva continua en la vía respiratoria y presión

positiva teleespiratoria

.

Con laCPAP, el niño respira espontánea-

mente a través de un sistema que mantiene constante la PEEP durante

la espiración. Con la PEEP, los pulmones son ventilados mecánica-

mente a la vez que se mantiene una presión teleespiratoria constante.

La CPAP se aplica por medio de un TET, cánulas nasales o

mascarillas faciales. Como los neonatos respiran por la nariz de

forma obligada, las cánulas nasales para CPAP a menudo resultan

efectivas, incluso en los lactantes prematuros más pequeños. El

éxito de la aplicación de CPAP depende del tamaño y el estado del

lactante, o de si puede respirar o no por la boca. El llanto y la res-

piración por la boca reducen la eficacia de la CPAP nasal, porque

ambas situaciones reducen la presión faríngea. La distensión gaseosa

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Anestesia pediátrica

V