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del abdomen es frecuente con el uso de CPAP a través de cánulas

nasales o mascarillas faciales, siendo preciso colocar una sonda

orogástrica para descargar el estómag

o 84 .

La CPAP administrada a

través de una mascarilla facial puede aplicarse de forma eficaz tanto

a adultos como a niños durante períodos cortos de tiempo. El uso

prolongado de mascarillas de CPAP puede producir necrosis por

presión de la cara y/o de los ojos. Se pueden mantener niveles entre

bajos y moderados de PEEP en niños mediante TET sin manguito,

pero los escapes importantes de gas alrededor del TET impiden

mantener un nivel estable de PEEP. Para solucionar este problema

se puede colocar un TET más grande o un TET con manguito.

El nivel óptimo de CPAP o PEEP es difícil de establecer, pero

se cree que se debe utilizar la menor cantidad de presión capaz de

mantener una Pao

2

normal sin elevar la Paco

2

excesivamente. Si

la presión es demasiado baja, puede que no aumente de modo eficaz la

Pao

2

, mientras que si es excesiva puede dar lugar a una sobredistensión

del pulmón y a un aumento de la ventilación del espacio muerto. Los

niveles bajos de CPAP o de PEEP (de 2 a 5cmH

2

O) han sido recomen-

dados para todos los niños con una vía respiratoria artificia

l 85

.

El objetivo es utilizar los niveles más bajos de CPAP o de PEEP

que mejoren adecuadamente la oxigenación a la vez que se minimi-

cen los efectos sobre la ventilación. Una estrategia es usar niveles de

CPAP lo suficiente como para mejorar la oxigenación y que permi-

tan reducir la Fio

2

a 0,6 o menos. Una segunda estrategia consiste

en aumentar los niveles de presión teleespiratoria hasta conseguir los

mejores resultados en relación con la distensibilida

d 86

.

Suter y cols

. 87

propusieron que la PEEP (o CPAP) óptima es el

nivel de presión teleespiratoria necesaria para conseguir el máximo

transporte de oxígeno, que se define como el producto del gasto car-

díaco y del contenido arterial de oxígeno. Para ello es necesario rea-

lizar determinaciones repetidas del gasto cardíaco y la colocación de

un catéter Swan-Ganz de termodilución, lo que raramente se realiza

en niños pequeños. Lamayoría de los clínicos se aproximan a la CPAP

o PEEP óptimas utilizando la CPAP o la PEEP que proporcionan unas

Pao

2

y Paco

2

adecuadas y que permiten reducir la Fio

2

.

V

entilación

con

presión

positiva

.

Los ventiladores me-

cánicos de presión positiva pueden clasificarse de acuerdo con su

método de control como 1) de volumen prefijado, 2) de presión pre-

fijada y 3) de tiempo-flujo prefijado

s 88 .

Como regla general, los ven-

tiladores de tiempo-flujo o de presión prefijados son los más ade-

cuados para su utilización en lactantes y niños pequeños (

<

10kg),

mientras que los que funcionan con volumen prefijado son los em-

pleados con mayor frecuencia en niños mayores (

>

10kg) y adultos.

Los ventiladores de tiempo-flujo y de presión prefijados ofrecen va-

rias ventajas en los lactantes y los niños pequeños. La mayoría de es-

tos pacientes son intubados con TET sin manguito, de modo que se

produce una fuga de cuantía variable alrededor del TET. Esta fuga,

junto con el relativamente elevado volumen de compresión del cir-

cuito en relación con el volumen corriente en los niños, hacen que

la ventilación con ventiladores de volumen prefijado sea poco fiable.

El principal problema en la utilización de ventiladores de presión o

de tiempo-flujo prefijados es que el volumen aplicado depende de

la distensibilidad total torácica y pulmonar del niño, así como de la

resistencia de la vía respiratoria. Se puede producir una sobreventi-

lación con rotura alveolar a medida que la distensibilidad pulmonar

y de la pared torácica van aumentando. Por otro lado, pueden apare-

cer hipoventilación y atelectasias si la distensibilidad se reduce.

La ventilación obligatoria intermitente (IMV) permite al niño

respirar espontáneamente de una fuente de gas fresco a baja resisten-

cia, a la vez que recibe intermitentemente un volumen corriente por

parte del ventilador mecánico a intervalos prefijado

s 89 .

Entre las res-

piraciones con el ventilador, los niños pueden respirar con las mismas

Fio

2

yPEEPque recibendel ventilador. La IMVes producidamediante

un circuito de flujo continuo o una serie de válvulas de demanda. Los

circuitos de IMV de flujo continuo son más simples y no precisan

esfuerzos adicionales por parte del paciente durante las respiraciones

espontáneas. Los sistemas de válvulas de demanda pueden ser inefi-

caces en los niños con frecuencias respiratorias relativamente rápidas,

porque la sensibilidad de las válvulas y los tiempos de respuesta de

las válvulas puede que no permitan que el ventilador funcione en

sincronía con las respiraciones del paciente. Durante la ventilación

con soporte de presión, cada respiración espontánea se ve aumentada

por la administración de gas a una presión prefijada. El paciente

determina la frecuencia respiratoria y el tiempo de inspiración, y la

máquina determina la presión inspiratoria. La ventilación con soporte

de presión incrementa el volumen corriente aplicado, puede dismi-

nuir el trabajo respiratorio y puedemejorar la comodidaddel paciente.

Esta modalidad de ventilación se usa con frecuencia para retirar la

ventilación mecánica al paciente. El soporte de presión no funciona

en enfermos con un control anómalo de la respiració

n 90–92 .

El

cuadro 74-5

destaca las características más relevantes de la

fisiopatología del síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).

El mejor conocimiento de la patología de esta enfermedad ha pro-

ducido un cambio en el tratamiento hacia el empleo de estrategias

de ventilación que utilizan tiempos inspiratorios relativamente pro-

longados, presiones teleespiratorias elevadas y volúmenes corrientes

bajos. Esta estrategia de ventilación de protección pulmonar resulta

en una menor ventilación minuto y una elevación de la Paco

2

.

También reduce las fuerzas de cizallamiento que actúan sobre la vía

respiratoria final reclutando unidades pulmonares que se encuen-

tran por debajo del volumen de cierr

e 93 .

El equilibrio acidobásico

puede mantenerse relativamente normal induciendo una alcalosis

metabólica compensatoria que se produce mediante la retención

renal de bicarbonato y la administración de bicarbonato o THAM.

El patrón óptimo de ventilación en los pacientes con enferme-

dad obstructiva de la vía respiratoria consiste en la utilización de un

flujo inspiratorio rápido con un tiempo inspiratorio más corto y un

tiempo espiratorio más prolongado, que permite una mejor ventila-

ción del pulmón relativamente normal y facilita la espiración de gas

de las regiones obstruidas del mismo. La broncodilatación farmaco-

lógica es el principal tratamiento de la enfermedad de las vías respi-

ratorias pequeñas. Durante la ventilaciónmecánica de estos pacientes

se producen con frecuencia barotraumas y roturas alveolares.

I

nicio de

la ventilación mecánica

.

En muchos pacientes

los parámetros de comienzo útiles son una relación inspiratoria/

espiratoria de 1,5:1 o 1:1 y frecuencias de ventilación relativamente

lentas (

<

24 ciclos/minuto en lactantes y

<

16 ciclos/minuto en ni-

ños). Los parámetros de ventilación se cambian en función de los

gases sanguíneos, el pH y la saturación de oxígeno.

Los criterios importantes para determinar la idoneidad de la

ventilación son la expansión del tórax, la auscultación torácica y

la adecuada ventilación alveolar (que se determina midiendo la

Paco

2

). Se debe medir con frecuencia la presión máxima en la vía

respiratoria, lo más cerca posible del TET.

Hay que comenzar con una PEEP de 3 a 4 cmH

2

O, que se

aumenta en incrementos de 2 cmH

2

O hasta que la Sao

2

sea ade-

cuada. Pocos pacientes pediátricos precisan presiones teleespirato-

rias por encima de los 20 cmH

2

O.

Cuidados intensivos pediátricos y neonatales

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74

Sección V

Anestesia pediátrica

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Cuadro 74-5

 Fisiopatología del síndrome de dificultad

respiratoria aguda

Rotura de las barreras endoteliales con fuga de líquidos con

contenido proteico y de células inflamatorias a los alveolos

Inactivación del surfactante, que produce un aumento de la

tensión superficial de la capa de recubrimiento alveolar

Atelectasias y pérdida de volumen pulmonar

Derivación de sangre a través de zonas no ventiladas del

pulmón, que da lugar a hipoxemia e hipoxia tisular

Reducción de la distensibilidad pulmonar