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Aumento de la presión intracraneal

Se ha señalado al aumento de la PIC como fuente de morbilidad y

mortalidad en enfermedades neurológicas graves como los trau-

matismos craneales, el síndrome de Reye, la encefalopatía hipóxico-

isquémica, las encefalopatías metabólicas, las lesiones ocupantes de

espacio intracraneales y la hidrocefalia. La PIC se eleva cuando

aumenta el volumen intracraneal de alguno de los cuatro compar-

timentos de la bóveda craneal (el LCR, la sangre, el cerebro o los

tejidos de soporte). El aumento de uno de estos compartimentos

sin que se eleve la PIC sólo puede producirse a costa del desplaza-

miento de un volumen igual de otro compartimento. Cuando ya

no es posible un mayor desplazamiento, la PIC se eleva de forma

proporcional al volumen añadid

o 137 .

En los niños mayores y los

adultos, en los que el cráneo es rígido, la cavidad craneal es un

receptáculo cerrado cuyos contenidos no se pueden comprimir.

Curva de distensibilidad intracraneal

La hipertensión intracraneal provoca un daño neurológico

mediante dos mecanismos: 1) si la PIC es lo suficientemente elevada

reduce la presión de perfusión cerebral y produce isquemia cere-

bral, y 2) si la PIC es lo suficientemente elevada puede provocar

compresión y herniación del tronco encefálico o de otras estructu-

ras vitales. La monitorización de la PIC y el tratamiento anticipado

pueden mejorar el pronóstico, en especial en pacientes con trau-

matismos craneale

s 138 .

A menudo resulta difícil determinar qué pacientes tienen

riesgo de sufrir hipertensión intracraneal. Una TC craneal normal

no descarta siempre el desarrollo de una hipertensión intracraneal

y la existencia de fontanelas o suturas no cerradas no evita su

aparición. Un estudio encontró una PIC superior a 20 mmHg en

el 86% de los niños con un valor de 3 a 8 en la EG

C 139 .

Aunque

ciertamente no es un sustituto de una valoración neurológica deta-

llada, la monitorización de la PIC puede indicar la necesidad de

nuevas intervenciones. En los pacientes con traumatismos cranea-

les, la hipertensión intracraneal puede aparecer con o sin lesiones

quirúrgicas, o puede producirse después de evacuar un hematoma.

Aunque para un mismo tipo de traumatismo craneal el pronóstico

es mejor en los niños que en los adultos, los niños pueden sufrir

lesiones importantes del SNC a largo plazo

140 .

El diagnóstico y

tratamiento precoces de la elevación de la PIC aumenta la super-

vivencia y mejora el pronóstico neurológic

o 141 .

Encefalopatía hipóxico-isquémica

Existen pocas pruebas de que el aumento de la PIC o la corrección

de la misma cambien el pronóstico de los pacientes con encefalo-

patía hipóxico-isquémica. La impresión clínica pone de manifiesto

que el pronóstico es menos favorable en los pacientes con trauma-

tismos o encefalopatía metabólica y que el tratamiento enérgico de

la PIC como mucho evita daños mayores del SNC, lo que es impor-

tante. La puntuación de la ECG aporta un medio razonable de

evaluación de la función neurológica en estos pacientes.

Hidrocefalia

Un aumento del volumen de LCR (es decir, la hidrocefalia) es otra

causa de incremento de la PIC. Las causas más frecuentes de

hidrocefalia son la obstrucción de derivaciones ventriculares, las

estenosis/compresiones acueductales debidas a malformaciones

congénitas, infecciones, tumores de la fosa posterior o hemorragias

intracraneales. Las derivaciones internas o externas para reducir

el volumen de LCR pueden salvar la vida de los pacientes.

Tumores

Los tumores cerebrales son frecuentes en los niños y muchos se

localizan en la fosa posterior. Los síntomas iniciales pueden ser

déficits focales, ataxia o síntomas de aumento de la PIC.

Pautas de actuación para la monitorización

de la presión intracraneal

Los pacientes con traumatismo craneal, síndrome de Reye o ence-

falopatía metabólica son candidatos a la monitorización de la PIC

si presentan una puntuación en la ECG de 8 o menor, signos clíni-

cos de elevación de la PIC o datos de aumento de la misma en la

TC. Se deben corregir posibles coagulopatías antes de colocar cual-

quier dispositivo de monitorización de la PIC.

Tratamiento de la presión intracraneal

elevada

Una vez documentada la hipertensión intracraneal, se debe iniciar el

tratamiento con prontitud. A la vez que se trata de reducir la PIC

elevada, se debe buscar y tratar la causa (es decir, evacuar hematomas,

administrar antibióticos cuando esté indicado o extirpar tumores u

otras masas). El tratamiento de la PIC elevada consiste en maniobras

posturales, oxigenación y administración de soluciones hipertónicas.

P

osición

.

Se debe situar la cabeza elevada de 15 a 30 gra-

dos y mantenerla en una posición intermedia para favorecer el flujo

sanguíneo cerebral venoso de salida. Los movimientos pequeños

de la cabeza, aunque sean de tan sólo unos grados con respecto a la

línea media, pueden duplicar la PIC.

O

xigenación adecuada

.

Los niños con elevación de la PIC

deben someterse a intubación traqueal después de haber administra-

do la premedicación adecuada para evitar un mayor aumento de la

PIC. La Pao

2

debe mantenerse en 100 mmHg o más y la Paco

2

entre

30 y 35 mmHg (cuando sea posible) mediante ventilación mecánica.

Para lograr estos objetivos y no dificultar el drenaje venoso cefálico

se deben utilizar las presiones respiratorias más bajas. La presión ar-

terial media debe mantenerse en los niveles previos a la intubación.

M

anitol

y

salino

hipertónico

.

El manitol reduce la PIC

al disminuir la viscosidad sanguínea, aumentando de forma tran-

sitoria el FSC y el transporte de oxígeno. Los niveles de adenosina

disminuyen y el FSC se mantiene en áreas que poseen una auto-

rregulación intact

a 142 .

El FSC se mantiene constante a pesar de la

reducción del volumen sanguíneo cerebral y de la PIC. El manitol

también disminuye la PIC por el movimiento de agua desde el pa-

rénquima cerebral a la circulación, eliminándose desde la misma

por la orin

a 143 .

El efecto osmótico del fármaco tarda entre 20 y

30 minutos en desarrollarse. El manitol se administra en bolos in-

travenosos de 0,25 a 1 g/kg sólo cuando es preciso para controlar la

PIC. El fármaco termina alcanzando el LCR y puede elevar la PIC.

La utilización de soluciones de salino al 3% está ganando popu-

laridad en el tratamiento de la elevación de la PI

C 144

. Como el sodio

no atraviesa la barrera hematoencefálica con rapidez, la administración

de suero salino hipertónico crea un gradiente osmolar similar al del

manitol. Además, posee beneficios añadidos teóricos, como la mejoría

del gasto cardíaco, la reducción de la inflamación, la restauración del

potencial de membrana celular en reposo y del volumen celular y la

estimulación de la liberación de péptido auricular natriurético.

Relajantes musculares

La parálisis de los músculos estriados puede reducir la PIC al dis-

minuir las presiones intratorácica y venosa incrementadas que se

asocian con la tos, los esfuerzos o la «lucha contra el ventilador».

Sedación

El miedo, la ansiedad y la respuesta a los estímulos dolorosos pueden

aumentar el FSC y la PIC. Aunque sedar a pacientes inconscientes

puede dificultar la exploración neurológica, en muchos casos la

reducción de la PIC puede compensar los riesgos. La mayoría de los

Cuidados intensivos pediátricos y neonatales

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Sección V

Anestesia pediátrica

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