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perfusión coronaria, un factor determinante fundamental para res-

taurar la circulación espontánea. Los datos experimentales demues-

tran que el flujo sanguíneo carotíde

o 29

y las diferencias de presión

arteriovenosa telediastólic

a 30 ,

índices ambos de la presión de per-

fusión coronaria, están aumentados durante la CAI-RCP. En una

revisión reciente basada en la evidencia de la CAI-RCP, Babb

s 31

describió indicios de mejoría en la reanimación inmediata cuando

se aplicaba esta técnica en las víctimas de una parada cardíaca en

el hospital, según los resultados de tres estudios aleatorizados en el

ser humano. Si bien esta técnica ha sido aceptada por la AHA como

un adyuvante satisfactorio de la RCP estándar, esta intervención

raramente se utiliza a pesar de sus efectos conocidos, su mínimo

riesgo y su facilidad de aplicación. La CAI-RCP puede considerarse

una alternativa razonable a la RCP estándar cuando se dispone de

suficiente personal con formación en esta técnica.

La RCP con compresión-descompresión activa (RCP con

CDA) aplica la compresión y descompresión activa del tórax

mediante un dispositivo que contiene un cabezal de aspiración, un

fuelle y una zona de compresión dentro del fuelle. Los datos preli-

minares de la comparación en pacientes en parada de la RCP con

CDA frente a la RCP estándar aportan datos de sus beneficios

hemodinámicos, siendo mayores la presión arterial sistólica y la

presión teleespiratoria de dióxido de carbono (Petco

2

) y demos-

trándose en la ecocardiografía un aumento de la integral velocidad-

tiempo, un parámetro análogo del gasto cardíaco. En el estudio

de pacientes durante la implantación de desfibriladores-cardiover-

sores, la RCP con CDA aumentó la presión arterial sistémica, la

presión de perfusión coronaria y la ventilación minuto cuando se

comparó con la RCP estánda

r 32 .

Aunque esas observaciones apo-

yaban clínicamente los estudios experimentales que indicaban la

mejoría de la función hemodinámica (y quizás de la ventiladora)

con RCP con CDA frente a RCP estándar, aún no se disponía de

datos sobre sus ventajas en cuanto a la evolución del paciente.

Se han realizado varios estudios de RCP con CDA en pacien-

tes con parada cardíaca extrahospitalari

a 33-35

, pero en ninguno se ha

demostrado una mejor evolución de los pacientes en cuanto al alta

hospitalaria cuando se comparó la RCP con CDA con la RCP están-

dar. En el estudio más extenso que comparaba ambas técnicas se

incluyeron 1.784 adultos con parada cardíaca intra y prehospitala-

ria. En este estudio, como en sus predecesores, se llegó a la conclu-

sión de que la RCP con CDA no mejora la supervivencia ni la

evolución neurológic

a 36 .

Por tanto, a pesar de que los datos clínicos

y experimentales previos indicaban que la RCP con CDA puede ser

beneficiosa para las víctimas de la parada cardíaca al mejorar las

variables hemodinámicas, hasta la fecha no hay datos que apoyen

la hipótesis de que la RCP con CDA mejora la evolución de la

parada cardíaca en el ser humano cuando se compara con la RCP

manual estándar. El dispositivo para RCP con CDA también puede

suponer un riesgo para los paciente

s 37 .

En la actualidad, la Food and

Drug Administration de los Estados Unidos no ha aprobado la

venta de ningún dispositivo para RCP con CDA en ese país.

El dispositivo para el umbral de impedancia (DUI) limita la

entrada de aire en los pulmones durante la fase de retracción

después de la compresión torácica, con lo que se crea una presión

intratorácica negativa mayor y se extrae una mayor cantidad de

sangre hacia el tórax que con la RCP estándar. El resultado parece

consistir en un mayor flujo sanguíneo coronario (que se produce

durante la fase de retracción diastólica/torácica de las compresiones

torácicas), un mayor flujo sanguíneo cerebral y una mejor hemodi-

námica en comparación con la RCP estándar. Los resultados de los

estudios clínicos y con animales apoyan los efectos beneficiosos de

este dispositivo, entre los que se incluyen la mejoría de la reanima-

ción y la supervivencia a corto plazo en comparación con la RCP

estánda

r 38-40 .

Aunque este dispositivo es más eficaz con tubos endo-

traqueales, el DUI también puede usarse si un reanimador puede

mantener un buen sellado con una mascarilla. Aunque no hay datos

de supervivencia a largo plazo después de usar el DUI durante la

reanimación, no hay razones convincentes que impidan considerar

el uso de esta tecnología si disponemos del dispositivo.

Se ha descrito que la compresión circunferencial del tórax

con un cinturón neumático (CN) es un mecanismo que genera

fluctuaciones de la presión intratorácica y, por tanto, mejora el flujo

sanguíneo al aprovechar el mecanismo de bomba torácica más de

lo que sería posible con la RCP estánda

r 41,42

. Este dispositivo

envuelve al paciente rodeando todo el torso y se cierra con velcro

ajustándose automáticamente la longitud del cinturón hasta encajar

exactamente con el tórax del paciente. El acortamiento repetitivo

del cinturón comprime el tórax y genera el flujo sanguíneo anteró-

grado. La retracción del tórax tiene lugar cuando el cinturón se

relaja. Al igual que con otros dispositivos que ya hemos mencio-

nado, en un estudio preliminar se ha demostrado que el CN

aumenta la presión de perfusión tanto aórtica como coronaria en

animales, con lo que se consigue mejorar la supervivencia y la

evolución neurológic

a 43,44

. No obstante, el desarrollo de un reciente

estudio multicéntrico aleatorizado en pacientes prehospitalarios

que pretendía evaluar la efectividad de un CN se tuvo que inte-

rrumpir debido al importante descenso de la recuperación neuro-

lógica en víctimas de parada cardíaca en las que se usó este

procedimiento comparadas con las que recibieron la RCP están-

da

r 45 .

Los autores especulan que la aplicación del dispositivo podría

retrasar o interrumpir la RCP y también observaron que el tiempo

hasta la primera desfibrilación en el grupo de CN se produjo como

media 2,1 minutos después que en el grupo de RCP estándar.

Si bien los dispositivos que acabamos de mencionar demues-

tran mejorar la circulación y el flujo sanguíneo en comparación

con la RCP estándar durante la parada cardíaca en el ser humano,

ninguno de ellos ha podido demostrar la mejoría de las tasas de

alta hospitalaria tras la reanimación de una parada cardíaca. Lo que

sí es cierto es que la RCP, con independencia del mecanismo y la

técnica de generación del flujo sanguíneo, es únicamente un pro-

cedimiento temporal que debe ser complementado rápidamente

con el SVCA, y más especialmente, con la desfibrilación rápida del

corazón en fibrilación.

Seguimiento de la reanimación cardiopulmonar

Hasta hace poco, la palpación del pulso carotídeo o femoral y la

observación del tamaño pupilar eran las mediciones estándar, y bas-

tante indirectas, de la idoneidad aparente de la RCP. Evidentemente,

el pulso palpable en una arteria de gran calibre indica solamente la

transmisión de una onda de presión en el árbol arterial durante la

compresión torácica y no aporta datos objetivos sobre la eficacia del

gasto cardíaco. El tamaño inicial de las

pupilas

y su evolución durante

la RCP tienen un cierto valor pronóstic

o 46 .

Si las pupilas se mantie-

nen persistentemente contraídas o están dilatadas inicialmente, pero

después se contraen, las probabilidades de éxito de la reanimación y

de la recuperación neurológica son mayores que cuando están dila-

tadas persistentemente o se dilatan más adelant

e 47 .

La monitorización directa de la presión arterial sistémica,

como se hace habitualmente durante la RCP hospitalaria, es útil

para optimizar la frecuencia y la profundidad de las compresiones

torácica

s 48 .

La presión diastólica aórtica y, en particular, el índice de

perfusión coronaria deben monitorizarse siempre que sea posible y

optimizarse mediante cambios apropiados en la técnica de compre-

sión manual e inyecciones precoces y repetidas de epinefrina y

vasopresina antes de restaurar la circulación espontánea.

En 1978, Kalend

a 49

describió el uso de la capnografía como

guía de la eficacia de las compresiones torácicas externas. Este autor

demostró el valor de la monitorización de la Petco

2

en tres pacien-

tes en parada cardíaca y confirmó su modificación con la restau-

ración de la circulación espontánea. Kalenda propuso que, cuando

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Cuidados críticos

VII