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de inflad

o 93 .

Evidentemente, este problema es frecuente en pacien-

tes que sufren una parada cardiorrespiratoria porque habitual-

mente tienen el estómago lleno y, con frecuencia, requieren una

presión de inflado alta durante la ventilación. La ML se ha usado

con éxito en los pacientes en parada sin signos de regurgitación o

aspiració

n 94 .

Cuando no es posible la intubación endotraqueal, la

ML es más segura que la mascarilla facial y es una alternativa para

controlar la vía aérea y ventilar al pacient

e 90,95

. Es importante saber

que la colocación de una ML por un profesional sin experiencia no

puede dar lugar a la intubación esofágica no detectada en un

paciente que requiere el control urgente de la vía aérea.

El Combitubo esofagotraqueal es un dispositivo alternativo

aceptable para crear una vía aérea durante una parada cardíaca. El

Combitubo es un dispositivo de doble luz que cuenta con sendos

manguitos inflables, uno faríngeo proximal y otro distal que se

introduce de forma ciega en la vía aérea. La primera de estas luces

tiene cerrado su extremo distal y unos orificios de ventilación a la

altura de la hipofaringe. La segunda está abierta y tiene un manguito

con globo en su extremo distal. Ambas luces pueden acomodarse a

la ventilación. Una vez insertado y después de inflar los manguitos

faríngeo y distal, es obligado confirmar que la ventilación es ade-

cuada. La auscultación y la detección de la Petco

2

deben demostrar

que existe ventilación traqueal y no esofágic

a 96

. Cuando el Combi-

tubo esofagotraqueal se coloca correctamente, la vía aérea queda

aislada y se reduce el riesgo de aspiración gástrica.

Si estos dispositivos y procedimientos no consiguen asegu-

rar la vía aérea, puede ser necesaria una cricotiroidotomía. Para

ello, se introduce rápidamente un catéter sobre una aguja de calibre

12, 13 o 14 en la tráquea a través de la membrana cricotiroidea. En

el quirófano y la UCI debe estar disponible un equipo que permita

la ventilación transtraqueal en jet desde una fuente de oxígeno de

50 psi a través de este catéte

r 97,98

. Benumof y Schelle

r 98

proporcio-

naron normas específicas para los sistemas aceptables de ventila-

ción transtraqueal en jet. Para implantar un sistema eficaz de

ventilación en jet hay que seguir las normas adecuadas en el qui-

rófano o la UCI. La ventilación de un paciente en parada se puede

conseguir con varios dispositivos, como bolsas de anestesia, bolsas

de autoinflado, válvulas a demanda de ciclo manual alimentadas

con oxígeno y con flujos máximos de 40 l/min y generadores de

flujo inspiratorio constante con ciclos de tiempo que se conocen

como ventiladores automáticos para transporte.

El control de la vía aérea y la ventilación aplicada en el con-

texto de la reanimación son procesos que se analizan constante-

ment

e 16,17,67,68 .

Los estudios clínicos apoyan el concepto de que es

la circulación, y no la ventilación, la que tiene el mayor impacto en

la supervivencia después de la parada cardíac

a 67,99,100 .

Y todavía las

compresiones torácicas se ven interrumpidas frecuentemente

durante períodos prolongados para permitir la ventilación o la

colocación de una vía aérea avanzada en entornos tanto hospitala-

rio

s 16

como prehospitalario

s 17 .

La ventilación que se proporciona

durante la reanimación, con o sin la utilización de una vía aérea

avanzada, es a menudo excesiva y se asocia al aumento de la presión

intratorácica, una presión de perfusión coronaria más baja, altera-

ciones del retorno venoso y, finalmente, a una menor superviven-

ci

a 28,101

. Además de vigilar otros componentes del tratamiento, el

equipo responsable debe estar atento a la frecuencia y energía de

la ventilación que se aplica durante la reanimación.

Desfibriladores externos automáticos

y desfibrilación manual

El ritmo cardíaco que con más frecuencia es responsable de una

parada cardíaca en los adultos es la FV. La RCP prolonga la duración

de la FV pero no puede convertir la arritmia en un ritmo organizado.

Para terminar con esta arritmia se requiere una desfibrilación eléc-

trica rápida, no medicaciones. Las normas más recientes de la AHA

comprenden la desfibrilación precoz con un DEA dentro de la for-

mación sobre SVB y del concepto del acceso público a la desfibrila-

ción, lo que plantea la política de hacer accesible la desfibrilación en

la parada cardíaca a través de personal no convencional (p. ej., poli-

cías, vigilantes de seguridad y otros

) 9 .

Cuando se aplica a un paciente,

el DEA es capaz de analizar el ritmo cardíaco, detectar la FV y la

taquicardia ventricular (TV) rápida y después proporcionar una des-

carga desfibriladora. La función del personal con experiencia en

reanimación consiste en aplicar las almohadillas del desfibrilador

sobre el tórax del paciente, activar el DEA y, si el dispositivo indica

que está indicada la descarga desfibriladora, aplicarla manualmente

pulsando el botón cuando el DEA avise que debe hacerse.

En las directrices anteriores sobre el uso de los DEA en la

parada cardíaca se recomendaba administrar hasta tres descargas

consecutivas sin interrupción para terminar con una FV. Durante

esa secuencia de descargas no se proporcionaban compresiones torá-

cicas. Según los datos clínicos y experimentales actuales, el éxito de

la desfibrilación y la supervivencia están influenciados negativa-

mente por interrupciones frecuentes o prolongadas de las compre-

siones torácicas durante la parada cardíac

a 14 .

Ante esta información

más reciente, en las Directrices de 2005 se recomienda aplicar una

única descarga con el DEA, seguida inmediatamente por un período

de 2minutos de RCP, equivalente a cinco ciclos de 30:2 compresiones

torácicas-ventilaciones, antes de volver a analizar el ritmo cardíaco.

Las compresiones torácicas continúan hasta que el DEA se vuelva a

cargar y esté listo para aplicar la descarga. En la mayoría de los casos,

el corazón queda «aturdido», al menos transitoriamente, por las des-

cargas del desfibrilador y se beneficia de un período de flujo sanguí-

neo coronario con las compresiones torácicas. En el caso excepcional

del paciente con monitorización invasiva presente en el momento de

la parada cardíaca, las compresiones torácicas podrían no estar indi-

cadas si se presenta un ritmo cardíaco organizado con una forma de

onda arterial de perfusión después de la desfibrilació

n 70 .

La secuencia

recomendada de actuaciones que reducen las interrupciones de la

RCP durante el tratamiento de la parada cardíaca con los DEA se

presenta en la

figura 87-3 .

Reanimación cardiopulmonar: soporte vital básico y avanzado

2743

87

Sección VII

Cuidados críticos

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

Figura 87-3

 Parada sin pulso: secuencia de tratamiento.

RCP, reanimación cardiopulmonar.

(De CPR and ECC

Guidelines 2005.

Handbook of Emergency Cardiovascular

Care for Healthcare Providers.

Dallas, American Heart

Association, 2006, pág. 8.)