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ejemplo, la concentración del fármaco después de un bolo intra­

venoso se puede describir como una ecuación con dos exponen­

tes, C(t) =Ae

a

t

 +Be

b

t

o como una ecuación con tres exponentes,

C(t) =Ae

a

t

 +Be

b

t

 +Ce

g

t

.

Los anestésicos intravenosos se pueden administrar mediante

otras técnicas diferentes a las de los bolos únicos. Una manera más

general de pensar en la farmacocinética es descomponer la entrada

del fármaco en una serie de pequeñas partes (bolos) y considerar

cada parte de forma independiente. El modelo farmacocinético

general de disposición del fármaco, que se utiliza a menudo en anes-

tesia, es tratar cada parte del fármaco administrada como si experi-

mentara una disminución poliexponencial a lo largo del tiempo. La

descripción matemática correcta para tal disminución poliexponen-

cial de cada parte del fármaco a lo largo del tiempo es la relación

C(t)=I(t)

*

∑ 

i=1

​ 

n

A​

i

e

l

i

t

donde C(t) es la concentración plasmática en el momento t e I(t) es

la entrada de fármaco (es decir, un bolo o una infusión). El suma-

torio que sigue al asterisco (que se describirá más adelante) es la

función que describe cómo se distribuye cada parte del fármaco (de

ahí su nombre función de «disposición»). Esta función es la suma

de

n

exponenciales, como se ha descrito en el párrafo anterior.

La realización de modelos farmacocinéticos es el proceso de

estimar los parámetros por medio de esta función. El número

entero

n

es el número de exponenciales (es decir, de compartimen-

tos) y suelen ser dos o tres para los fármacos usados en anestesia.

Cada exponencial se asocia a un coeficiente A

i

y a un exponente

l

i

.

El valor

l

es inversamente proporcional a la semivida (semi-

vida=0,693/

l

), de modo que una menor

l

refleja una mayor semi-

vida (terminal). El valor A es la contribución relativa de cada

semivida a la disposición global del fármaco. Si un fármaco tiene

una semivida terminal muy larga, pero el coeficiente es más

pequeño que otros coeficientes, es probable que la semivida larga

sea insignificante. Por el contrario, si el fármaco posee una semi-

vida muy larga o un coeficiente relativamente grande, el fármaco

tendrá una larga duración, incluso tras administraciones breves. El

operador * es un proceso matemático denominado «convolución»,

que consiste simplemente en el proceso de desmenuzar la infusión

en «partes» de fármaco, sumando a continuación los resultados

para obtener las concentraciones globales.

Los modelos farmacocinéticos mostrados tienen algunas

características útiles que explican que su popularidad dure tanto

en los análisis farmacocinéticos. Lo esencial es que los modelos

describan razonablemente bien las observaciones de los estudios

(una condición necesaria para los modelos). Segundo, estos

modelos tienen la característica de la «linealidad». Grosso modo,

si se dobla la dosis I (p. ej., se da un bolo el doble de grande o una

infusión al doble de velocidad), se doblará la concentración.

En términos generales, la linealidad implica que el sistema

(es decir, a partir de la dosis de entrada, el cuerpo hace que vaya

saliendo la concentración plasmática del fármaco) se comporta de

acuerdo al principio de la superposición, que establece que la res-

puesta de un sistema lineal con múltiples entradas se puede calcular

determinando la respuesta de cada una de ellas y luego sumando

las respuestas individuales. En otras palabras, cuando el cuerpo

trata a cada parte del fármaco como una disminución poliexponen-

cial a lo largo del tiempo, la «disposición» de cada parte del fármaco

no influye en la disposición de las otras partes del mismo.

La tercera razón por la que estos modelos siguen siendo popu-

lares es que se pueden transformar matemáticamente desde una

forma exponencial no intuitiva previamente mostrada a una forma

compartimental intuitiva con más facilidad, tal y como se muestra

en la

figura 18-5 .

Los parámetros fundamentales del modelo com-

partimental son los volúmenes de distribución (volúmenes central,

periférico de equilibrio rápido y periférico de equilibrio lento) y los

aclaramientos (sistémico, e intercompartimental rápido y lento). El

compartimento central (V

1

) representa un volumen de distribución

e incluye la porción que se mezcla pronto con la sangre y la captación

pulmonar de primer paso. Los compartimentos periféricos se com-

ponen de tejidos y órganos que muestran una evolución en el tiempo

y una extensión de la acumulación (o disipación) del fármaco distinta

de la del compartimento central. En el modelo tricompartimental,

los dos compartimentos periféricos pueden corresponder aproxi­

madamente a los tejidos esplácnicos y musculares (compartimento

de equilibrio rápido) y a los depósitos de grasa (compartimento de

equilibrio lento). La suma de los volúmenes de los compartimentos

es el volumen de distribución aparente en el equilibrio estacionario

(Vd

EE

), y es la constante de proporcionalidad que relaciona la con-

centración plasmática del fármaco en el equilibrio estacionario con

la cantidad total de fármaco en el cuerpo. Las constantes de velocidad

intercompartimental (k

12

, k

21

, etc.) describen el movimiento del

fármaco entre el compartimento central y los periféricos. La cons-

tante de velocidad de eliminación (k

10

) comprende los procesos por

los que, mediante biotransformación o transformación, se elimina de

forma irreversible el fármaco del compartimento central.

Aunque el modelo compartimental puede evocar un modelo

fisiológico, sólo se trata de una transformación matemática de las

funciones de disposición poliexponenciales calculadas a partir de

las concentraciones plasmáticas. Por tanto, la interpretación fisio-

lógica de los volúmenes y aclaramientos, con la excepción del acla-

ramiento sistémico y el Vd

EE

(la suma algebraica de los volúmenes),

es totalmente especulativa.

La última razón por la que estos modelos siguen siendo

populares es que se pueden utilizar para diseñar regímenes de

infusión, motivo por el cual se introducen en este capítulo. Si

abreviamos la función de disposición

∑ 

i=1

​ 

n

​A​

i

e

l

i

t

y la denominamos simplemente D(t), podemos representar la rela-

ción entre la concentración, la dosis y el modelo farmacocinético

D(t) como

C(t) = I(t)

*

D(t)

donde * es el operador convolución, como ya se ha explicado más

arriba. En el estudio farmacocinético habitual, conocemos I(t) (la

dosis que administramos al paciente), y medimos C(t) (la concen-

tración a lo largo del tiempo). Nuestro objetivo es calcular D(t), la

función de disposición farmacocinética. El análisis farmacociné-

tico se puede realizar como una modificación de la ecuación 3, para

calcular la D(t):

donde el símbolo

significa deconvolución, la operación inversa

a la convolución. La deconvolución es como una división, pero de

funciones en lugar de números. Cuando se diseñan regímenes de

dosis a partir de un modelo farmacocinético conocido y una evo-

lución para la concentración plasmática deseada a lo largo del

tiempo, los valores conocidos son D(t) (la farmacocinética) y C

T

(t)

(la concentración deseada), entonces el esquema para calcular las

dosis es:

(3)

(4)

(5)

(1)

(2)

Sistemas de administración de fármacos intravenosos

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18

Sección II

Farmacología y anestesia

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