Table of Contents Table of Contents
Previous Page  895 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 895 / 2894 Next Page
Page Background

esqueleto de la membran

a 436 .

Aunque no se ha definido del todo el

posible uso terapéutico de la esplenectomía en estas enfermedades,

se sabe que en la enfermedad grave mejora la corta vida de los

hematíes un 100% (pasan de 20-30 días a 40-70 días). Dado que la

esplenectomía predispone a los pacientes al desarrollo de septice-

mia por gram positivos (sobre todo neumococos), es posible que

los pacientes deban recibir la vacuna neumocócica preoperatoria

antes de episodios posibles de bacteriemia. En estos trastornos no

se describen problemas específicos por la anestesia.

La deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PD)

(un rasgo recesivo ligado al sexo) se describe en un 8% de los

varones afroamericano

s 437 .

Los hematíes jóvenes tienen una activi-

dad normal, pero las células viejas muestran una deficiencia franca

en comparación con las células normales. La deficiencia de G6PD

se traduce en hemólisis de los eritrocitos con formación de cuerpos

de Heinz. La hemólisis de hematíes se puede producir también con

las infecciones intercurrentes o tras la administración de fármacos

que producen sustancias que necesitan G6PD para su detoxifica-

ción (p. ej., metahemoglobina, glutatión y peróxido de hidrógeno).

Los fármacos que se deben evitar incluyen las sulfamidas, la qui-

nidina, la prilocaína, la lidocaína, los antipalúdicos, los antipiréti-

cos, los analgésicos no narcóticos, los análogos de la vitamina K y

quizá también nitroprusiato sódico.

Las anemias hemolíticas autoinmunitarias incluyen la anemia

por anticuerpos fríos, por anticuerpos templados (idiopática) y la

anemia inducida por fármaco

s 438-440

. Las anemias hemolíticas indu-

cidas por anticuerpos fríos vienen mediadas por anticuerpos IgM

o IgG, que a temperatura ambiental o inferior condicionan la agre-

gación de los hematíes. Cuando estos pacientes reciben transfusio-

nes de sangre, las células y todos los líquidos para infusión deben

estar templados y se debe mantener la temperatura corporal de

forma meticulosa en 37 °C si se desea prevenir la hemólisis. La

anemia hemolítica por anticuerpos templados (o «idiopática») es

un problema terapéutico difícil caracterizado por anemia crónica,

presencia de anticuerpos activos frente a los hematíes, una prueba

de Coombs positiva y dificultad para las pruebas cruzadas de la

sangre. En pacientes que se realizan una cirugía programada, se

pueden emplear transfusiones autólogas, predepósito de sangre con

o sin estimulación por eritropoyetin

a 441

y uso de sangre de los raros

donantes de hematíes Rh negativos o de familiares de primer grado

del paciente (o ambos). En situaciones de emergencia se debe

comentar la posibilidad de autotransfusión, esplenectomía o trata-

miento corticosteroideo con un hematólogo experto en este tema.

Las anemias inducidas por fármacos pueden tener tres meca-

nismos. En la hemólisis de tipo receptor, un fármaco (p. ej., la

penicilina) se liga a la membrana del hematíe y el complejo estimula

la formación de un anticuerpo frente al complejo. En una hemólisis

del «espectador inocente», un fármaco (p. ej., quinidina, sulfona-

mida) se liga a una proteína plasmática, lo que estimula la formación

de un anticuerpo (IgM) que muestra una reacción cruzada con un

eritrocito. En una hemólisis autoinmunitaria, el fármaco estimula la

producción de un anticuerpo (IgG) que reacciona de forma cruzada

con el eritrocito. Las anemias hemolíticas inducidas por fármacos

suelen desaparecer cuando se interrumpe el tratamiento con el

fármaco. En casos de urgencias se deberían emplear las células

menos incompatibles para la transfusión de sangre.

Granulocitopenia

Los mecanismos de los granulocitos han sido sometidos a estudio

experimental en la última década, en parte por la revolución de la

biología molecular; además de la eritropoyetina (comentada antes)

se han descubierto más de 14 factores de crecimiento hemolinfo-

poyéticos o citocinas a nivel bioquímico y se han clonado genéti-

camente. Estos factores de crecimiento interaccionan con los

receptores de la superficie celular para producir sus principales

acciones

( tabla 25-19 ) 442 .

El uso de los factores estimuladores de

colonias ha permitido un tratamiento oncológico más intensivo.

Las pocas publicaciones en relación con sus efectos perioperatorios

describen las consecuencias negativas que estos tratamientos

pueden tener sobre el intercambio de gases cuando se producen

efectos inmunológicos adverso

s 443 .

En los pacientes con menos de 500 granulocitos por mililitro

de sangre y sepsis establecida, se ha demostrado que el uso de

factores de crecimiento y las transfusiones de granulocitos prolon-

gan la supervivenci

a 444-446 .

Aunque el trasplante de médula ósea se

emplea cada vez más, las complicaciones se suelen producir tras el

trasplante, no durante la obtención de las células (momento en el

cual suele participar con más frecuencia el anestesista que no está

implicado en los cuidados críticos). Los resultados anormales en

las pruebas de función pulmonar previas al trasplante de médula

ósea parecen predecir las complicaciones tras el mismo, pero no

con suficiente intensidad para contraindicarl

o 447 .

Trastornos de las plaquetas

Aunque los trastornos hereditarios de las plaquetas son infrecuen-

tes, los adquiridos son bastante frecuentes y afectan al menos al 20%

de todos los pacientes de las UCI médicas y quirúrgicas y las causas

principales son las infecciones y los tratamientos farmacológicos (v.

también cap. 45

) 448

. Los trastornos adquiridos o hereditarios de las

plaquetas producen hemorragias cutáneas y mucosas, mientras que

los trastornos en la coagulación del plasma producen sangrados en

tejidos profundos o hemorragias tardías. El tratamiento periopera-

torio de los trastornos hereditarios de las plaquetas (p. ej., tromboas-

tenia de Glanzmann, síndrome de Bernard-Soulier y síndrome de

Hermansky-Pudlak) son las transfusiones de plaquetas. Reciente-

mente se ha empleado EACA con éxito (a nivel experimental

1g/70kg de peso cuatro veces al día) para reducir las hemorragias

perioperatorias en pacientes trombopénicos. Los trastornos adqui-

ridos son mucho más frecuentes y pueden responder a uno de

diversos tratamientos (v. cap. 45). Las trombocitopenias inmunita-

rias, como las asociadas al lupus eritematoso, la púrpura tromboci-

topénica idiopática, la uremia, el síndrome hemolítico-urémico, las

transfusiones plaquetarias, la heparina y la trombocitosis, pueden

responder a esteroides, esplenectomía, plaquetaféresis, erradicación

de

Helicobacter pylori

o agentes alquilantes o pueden necesitarse

transfusiones de plaquetas, intercambio de plasma, intercambio de

sangre completa o transfusiones; en ocasiones estos trastornos no

responden a ninguna medid

a 194,449,450

. Es habitual realizar la esple-

nectomía cuando el tratamiento esteroideo no tiene éxito o se con-

sigue con dosis que se asocian a un riesgo de toxicidad inaceptable.

Los agentes más recientes, como la globulina inmunitaria anti-D o

rituximab, pueden conseguir remisiones deseables en la púrpura

trombocitopénica idiopática sin esplenectomía.

La púrpura trombocitopénica trombótica es un trastorno

infrecuente de causa desconocida. A pesar de los distintos trata-

mientos, se asocia a una mortalidad muy elevada. Sin embargo, la

introducción de la plasmaféresis ha mejorado de forma espectacu-

lar las tasas de respuesta en pacientes con esta enfermedad. Un

estudio no controlado indica que el beneficio radica no sólo en la

mejora del cuadro hematológico, sino también en la prevención del

síndrome de dificultad respiratoria del adulto, la principal causa de

muerte en estos paciente

s 450 .

En este estudio una plasmaféresis

precoz mejoraba la oxigenación.

Con gran diferencia la mayor parte de las alteraciones pla-

quetarias son defectos relacionados con fármacos en la agregación

y liberación de las plaquetas. La aspirina acetila de forma irreversi-

ble la ciclooxigenasa plaquetaria, la enzima responsable de convertir

el ácido araquidónico en las endoperoxidasas prostaglandinicas.

Dado que la ciclooxigenasa no se regenera en la circulación durante

la vida de la plaqueta y que esta enzima es fundamental para la

Implicaciones anestésicas de las enfermedades concurrentes

895

25

Sección III

Control de la anestesia

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito