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Por el contrario, también se han descrito respuestas normales a los

relajantes musculares despolarizantes y no despolarizantes como el

pancuronio

120

, el vecuronio

121

y el atracurio

108,122

. Aunque los rela-

jantes musculares no están absolutamente contraindicados en

función de la literatura médica e investigación actuales, es necesa-

rio que los anestesiólogos administren relajantes musculares des-

polarizantes o no despolarizantes con precaución en los pacientes

con enfermedades mitocondriales y usar la monitorización neuro-

muscular (v. cap. 37)

98

.

Se ha publicado el uso de fármacos antiinflamatorios no

esteroideos

100

y técnicas regionales que consisten en la administra-

ción local

100,123

, espinal

124

y epidural. Sin embargo, se aconseja rea-

lizar la anestesia regional cuando se hayan excluido de forma

definitiva alteraciones neurológicas de la médula espinal y los

nervios periféricos

124

. Hay que evaluar la coagulación por la posi-

bilidad de disfunción hepática, lo que es importante

100

.

Los opiáceos deben usarse con precaución debido al mayor

riesgo de depresión respiratoria y al potencial de inducir una

acidosis respiratoria además de la acidosis metabólica subya-

cente

100

. Debido a que los pacientes con enfermedades mitocon-

driales tienen un metabolismo aeróbico disfuncional, hay que

evitar cualquier aumento de la tasa metabólica básica

102

. Los esca-

lofríos, la hipoxia, el ayuno y la hipotensión en tales pacientes

pueden exacerbar la acidosis láctica y, por tanto, deben evitarse

125

.

Finalmente, la mayor frecuencia de infecciones postoperatorias en

los pacientes con enfermedades mitocondriales puede deberse a

una actividad mitocondrial hepática baja, la fagocitosis por células

de Kupffer y la menor actividad del sistema reticuloendotelial

126

Miastenia grave

La miastenia grave (MG) es una enfermedad autoinmunitaria de

la unión neuromuscular. Los autoanticuerpos frente a la subuni­

dad

a

del receptor nicotínico de la acetilcolina del tipo muscular destruyen los receptores de acetilcolina de la unión neuromuscular y

producen el clásico fracaso de la transmisión con debilidad mus-

cular y fatiga. El respeto de las subunidades

a

de los receptores

nicotínicos de la acetilcolina de tipo neuronal explica la falta de

afectación autónoma o del SNC por la enfermedad. La incidencia

de MG varía entre regiones geográficas, desde 1,2 por millón en

Japón a unos 14 por 100.000 en algunas zonas de Estados

Unidos

127,128

. En grupos de edad menores, las mujeres se ven afec-

tadas más que los varones, mientras que en grupos de edad más

avanzada (

>

60 años), los varones son los más afectados.

Hay una asociación llamativa entre la MG y la hiperplasia

del timo, de forma que más del 70% de los pacientes con MG tiene

hiperplasia tímica y el 10% timomas

128

. La MG también puede

verse como parte de un síndrome paraneoplásico

128

.

Los pacientes habitualmente se quejan primero de síntomas

bulbares que consisten en diplopía y ptosis. Los síntomas bulbares

se siguen de una debilidad muscular y fatiga de distribución des-

igual en las extremidades y la cara. El habla y la masticación pueden

verse afectadas, así como la función faríngea y la coordinación de

la deglución, con un aumento consiguiente de la frecuencia de

aspiración del contenido bucal. La debilidad muscular se exacerba

a menudo durante el ejercicio y a lo largo del día. Aparte de la

distribución parcheada de la debilidad muscular, los síntomas

también pueden variar de un día a otro y puede haber períodos de

remisión de duración variable.

El diagnóstico de MG se realiza por exploración neurológica

y pruebas de la tendencia a la fatiga y aumento de la debilidad

durante el ejercicio o las contracciones repetidas. El diagnóstico

puede confirmarse con la prueba del Tensilon (administración de

un anticolinesterásico, p. ej., edrofonio). La mejora suele verse

menos de 5 minutos después de la administración del fármaco y

dura unos 10 minutos.Además se realiza a menudo una evaluación

electrofisiológica que muestra un decremento clásico en el poten-

cial de acción compuesto del músculo tras un estímulo repetitivo.

C

onsideraciones

anestésicas

.

 Lo ideal es realizar una

consulta neurológica cuidadosa además de la evaluación preope-

ratoria en pacientes con MG con el objetivo de optimizar el trata-

mientofarmacológicoyprepararseparalaasistenciapostoperatoria.

Las pruebas de función pulmonar pueden estar indicadas para

determinar la necesidad de ventilación mecánica postoperato-

ria

117

. Como regla general, los pacientes deben continuar tomando

medicamentos anticolinesterásicos y ser informados de la posibi-

lidad de apoyo postoperatorio con respirador. Puede usarse suxa-

metonio si es necesario para una intubación traqueal rápida. Sin

embargo, los pacientes con MG podrían necesitar dosis mayores

de lo normal (1,5 a 2mg/kg de peso corporal) debido al menor

número de receptores funcionales de acetilcolina

129

. Por otra parte,

debido a la menor actividad de la colinesterasa conseguida con el

tratamiento anticolinesterásico, con frecuencia los bloqueos neu-

romusculares con suxametonio o mivacurio son prolongados

130,131

.

Los relajantes musculares no despolarizantes pueden usarse en

pacientes con MG pero deben administrarse con precaución

debido a que sus efectos son muy impredecibles y la distribución

de la debilidad muscular es a menudo heterogénea. En consecuen-

cia, la monitorización de la función neuromuscular con un esti-

mulador de nervio periférico no es siempre fiable en los pacientes

con MG y la dosis de cualquier relajante muscular no despolari-

zante debe aumentarse en pequeños incrementos correspondien-

tes a 0,1 a 0,2 veces la dosis eficaz en el 95% (ED

95

) hasta conseguir

el efecto bloqueante neuromuscular deseado. El tratamiento perio-

peratorio con anticolinesterásicos modificará la respuesta a los

fármacos reversores debido al bloqueo ya existente de la acetilco-

linesterasa y en algunos casos se ha publicado que la recuperación

de la función neuromuscular tras la administración de un fármaco

reversor es prolongada

132

.

En los pacientes con MG se han usado con éxito anestésicos

volátiles potentes. Debido al menor margen de seguridad en la

unión neuromuscular, un anestésico volátil suele producir una

parálisis muscular adecuada que permita realizar la mayoría de los

procedimientos quirúrgicos sin la necesidad de relajantes muscu-

lares. La anestesia epidural y espinal puede usarse en pacientes con

MG, siempre que se monitoricen con atención a lo largo del período

perioperatorio la función muscular y la ventilación, como se haría

para una anestesia general. Para obtener una revisión más deta-

llada, véanse Baraka

133

y Abel y Eisenkraft

134

.

Síndrome miasténico

de Eaton-Lambert

El síndrome miasténico de Eaton-Lambert (SMEL) es una cana-

lopatía inmunitaria causada por la menor liberación de acetilco-

lina por la presencia de autoanticuerpos contra los canales del

calcio presinápticos sincronizados con el voltaje y otros elemen-

tos presinápticos

135

. Los pacientes con SMEL tienen debilidad

muscular y fatigabilidad, generalmente de los músculos proxi-

males de las extremidades, y las extremidades inferiores se

afectan a menudo más que los grupos musculares extraoculares

y bulbares. El síndrome forma parte con frecuencia de un fenó-

meno paraneoplásico, habitualmente combinado con un carci-

noma pulmonar de células pequeñas. Al contrario que la MG, los

946

Control de la anestesia

III