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repetición CCTG es la causa de la DM2. Los pacientes con DM2

sufren una miotonía (el 90% de los afectados), una disfunción

muscular (el 82% debilidad, dolor y rigidez) y con menos frecuen-

cia defectos de la conducción cardíaca, cataratas subcapsulares

posteriores iridiscentes, diabetes mellitus del tipo 2 insensible a la

insulina e insuficiencia testicular

62

.

C

onsideraciones anestésicas

.

 Las consideraciones anes-

tésicas en la DM son similares a las de las otras distrofias muscu-

lares. Mathieu y cols. realizaron un estudio retrospectivo sobre las

complicaciones anestésicas y quirúrgicas de la DM. La mayoría de

las complicaciones fueron pulmonares y significativamente más

frecuentes en pacientes sometidos a operaciones abdominales

superiores y en aquéllos con una incapacidad más grave, evaluada

por la presencia de debilidad proximal en las extremidades

63

. Las

complicaciones pulmonares de la DM son el resultado de la hipo-

tonía, la aspiración crónica y la hipoventilación central y perifé-

rica

29

. La atrofia muscular lisa, que conduce a una motilidad gástrica

reducida, favorece la aspiración cuando se une a la disminución del

reflejo tusígeno. El suxametonio producirá contracciones que

duran varios minutos, lo que dificulta la intubación y la ventilación.

Estas contracciones no son antagonizadas por los relajantes mus-

culares no despolarizantes. Otros fármacos, como el metohexital,

el etomidato, el propofol e incluso la neostigmina, también pueden

inducir reacciones miotónicas. Por tanto se aconsejan los relajantes

musculares no despolarizantes de acción corta o evitar la relaja-

ción

29

. Los factores desencadenantes, como la hipotermia, los esca-

lofríos y el estímulo mecánico o eléctrico, pueden causar una

reacción miotónica

64

. La reacción puede tratarse con difenilhidan-

toína (4 a 6mg/kg/día) o quinina (0,3 a 1,5 g/día)

29

. Además, los

pacientes con DM pueden ser muy sensibles a los anestésicos, con

la observación ocasional de somnolencia y retención de CO

2

.

Puede ser beneficioso un ajuste cuidadoso con anestésicos con una

acción relativamente corta. Es necesaria una monitorización car-

díaca estrecha en los pacientes con DM. Debemos disponer fácil-

mente de equipos de marcapasos porque los bloqueos

auriculoventriculares de tercer o primer grado pueden no respon-

der a la atropina

29

. A todos los pacientes se les debe tratar como si

tuvieran una miocardiopatía y defectos de conducción.

Miotonía congénita

La miotonía congénita (MC) es una forma congénita de distrofia

muscular caracterizada por una excitabilidad temporal incontrola-

ble del músculo esquelético debido a mutaciones en el gen del canal

muscular del cloro

(CLCN1)

. Hay dos formas de MC, una con una

herencia autosómica dominante y otra con una herencia recesiva.

La primera también se conoce como enfermedad de Thomsen y la

segunda como miotonía de Becker. La miotonía en los pacientes

con MC suele iniciarla una contracción muscular fuerte, particu-

larmente tras un descanso de al menos 10 minutos. La rigidez

muscular miotónica se hace entonces cada vez más obvia tras una

segunda y tercera contracciones fuertes cortas. Las contracciones

adicionales suelen frustrar la miotonía

65

.

La enfermedad de Thomsen fue la primera enfermedad mio-

tónica que se describió. Los pacientes pueden tener un aspecto

hipertrófico y atlético. El signo de la miotonía por percusión se

describe como una miotonía de aspecto indentado desencadenada

por el golpeteo del músculo. El retraso palpebral es frecuente y los

reflejos de fuerza muscular son normales

65

. Los síntomas de mio-

tonía en la miotonía de Becker comienzan a los 10 a 14 años de

edad o incluso después y son más intensos que los de la enferme-

dad de Thomsen. La miotonía de Becker puede asociarse a una

rigidez intensa generalizada que produce una caída. Con frecuen-

cia se considera erróneamente una epilepsia. Pero los fármacos

antiepilépticos mejoran los síntomas

65

.

C

onsideraciones

anestésicas

.

 Como en muchas enfer-

medades musculares, hay informes de pacientes con MC predis-

puestos a la HM, pero como ocurre en casi todos ellos, no hay datos

que apoyen esta hipótesis

66-68

. Sin embargo, los relajantes muscula-

res despolarizantes pueden llevar a un espasmo intenso de los

maseteros en los pacientes con MC. Se ha descrito un espasmo

generalizado que afecta a los músculos respiratorios y esqueléti-

cos

66

. Las observaciones se parecen a las de la HM, de forma que a

veces se administra dantroleno

65

. Como el dantroleno es un inhi-

bidor de la liberación de calcio en el retículo sarcoplásmico (RS),

puede anular habitualmente la miotonía de un modo eficaz

66,67

.

Algunos creen que los anestésicos locales y los antiarrítmicos de la

clase Ib como la lidocaína deberían usarse en las reacciones mio-

tónicas mejor que el dantroleno

69

. Como los escalofríos del quiró-

fano pueden desencadenar la reacción miotónica, los pacientes con

MC deben mantenerse normotérmicos durante la intervención

65

.

Miopatía miotubular

La miopatía miotubular (MTM) se define en el estudio anatomo-

patológico por la presencia de núcleos centrales en la mayoría de

las fibras musculares extrafusales, un aspecto que recuerda a los

miotubos fetales durante el desarrollo muscular normal. En conse-

cuencia, la MTM también se llama miopatía centronuclear

(CNM)

70

. Sin embargo, la MTM ahora se refiere sobre todo a una

forma ligada al X de la enfermedad, mientras que la CNM se usa

para la forma autosómica

70

.

La MTM y la CNM son raras. La incidencia calculada de

MTM es de 1 cada 50.000 varones nacidos

70

. La MTM se ha ligado

al gen de la miotubularina

(MTM1)

situado en Xq28. El embarazo

se complica a menudo con polihidramnios y reducción de los

movimientos fetales. Los varones afectados tienen habitualmente

flexibilidad y debilidad intensas e insuficiencia respiratoria al nacer.

Los músculos cardíacos no suelen verse afectados. El paciente suele

tener una respuesta normal al dolor, pero faltan los reflejos tendi-

nosos. El pronóstico a largo plazo en la MTM es muy malo

70

. En

pacientes que sobreviven al primer año de vida, la mayoría depende

total o parcialmente del respirador

71

. Estos pacientes tienen a

menudo una función hepática alterada

71

. Se han observado las

formas autosómica recesiva y autosómica dominante en los pacien-

tes con CNM. Sus manifestaciones clínicas son la insuficiencia

respiratoria, la hipotonía, la debilidad bulbar, la oftalmoplejía, la

ptosis y la diplejía facial. Aunque no se conoce del todo el meca-

nismo génico exacto, se ha implicado a los genes

MTM1,

de la

proteína relacionada con la miotubularina

(MTMR2)

y de la fosfa-

tasa relacionada con la miotubularina

(MTMR3)

70

. En el estudio

anatomopatológico, la MTM y la CNM comparten una caracterís-

tica histológica similar: se ven fibras del tipo 1 predominantes con

núcleos centrales en las tinciones con hematoxilina y eosina de

tejido fijado con formol y embebido en parafina

70

.

C

onsideraciones

anestésicas

.

 Los informes sobre la

anestesia en pacientes con MTM son escasos

72-77

. Se ha usado gene-

ralmente una anestesia general no activadora debido a la posibili-

dad infundada de una proclividad a la HM. Se han usado con éxito

fármacos como el propofol, el fentanilo, el remifentanilo y el óxido

nitroso sin efectos adversos

72-77

. La posibilidad de un efecto pro-

longado de los relajantes musculares no despolarizantes se ha seña-

lado por mecanomiografía

72-77

. Sin embargo, en realidad, la

intubación de tales pacientes puede no requerir ningún relajante

muscular debido al estado hipotónico. Costi y van der Walt sospe-

charonqueeldefectoenlaMTMesdistalalauniónneuromuscular

73

,

Trastornos neuromusculares e hipertermia maligna

943

27

Sección

III

Control de la anestesia

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