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sino que también dependen en parte de las influencias de la pos-

carga. Aunque está claro que la magnitud de la VPS y de la VPP

predicen la respuesta a la infusión de líquidos, aún no se conocen

con precisión los valores umbrales. Además, aún no se han estan-

darizado las diversas técnica

s 83 .

Quizá sea más importante que

todas esas determinaciones sólo se han validado en pacientes en

ventilación mecánica y no son aplicables a los pacientes que respi-

ran espontáneamente, lo que impide por tanto su uso en muchos

pacientes anestesiados y críticos.

Monitorización de la presión

venosa central

La valoración indirecta de la PVC mediante la exploración física de

las venas del cuello es un aspecto fundamental de la valoración car-

diovascular, pero tiene muchos inconvenientes. Las venas yugulares

pueden resultar imposibles de identificar en el 20% de los pacientes, y

el diagnóstico a la cabecera del enfermo de una PVC baja, normal o

alta suele ser impreciso,en particular en los pacientes crítico

s 87,88 .

Estos

problemas generales se agravan, en el período perioperatorio, cuando

la visualización de las venas del cuello es más difícil y se producen

cambios agudos, graves, a veces de gran magnitud, no infrecuente-

mente. Como consecuencia, a menudo se realiza una determinación

directa de la PVC en los enfermos hemodinámicamente inestables y

en aquellos sometidos a intervenciones quirúrgicas graves.

Canalización venosa central

La canalización de una vena central de gran tamaño constituye el

método clínico estándar para la monitorización de la PVC y también

se realiza para diversas intervenciones terapéuticas adicionales, como

proporcionar un acceso vascular seguro para la administración de

fármacos vasoactivos o para iniciar una reanimación rápida con

líquidos. Con frecuencia, la vena central es el único lugar disponible

para cualquier acceso venoso. Los pacientes con riesgo de embolia

gaseosa venosa pueden disponer de diversos catéteres venosos cen-

trales para la aspiración del aire. Asimismo, se requiere un acceso

venoso central para instaurar un marcapasos cardíaco transvenoso,

una hemodiálisis temporal o una cateterización de la arteria pulmo-

nar para una monitorización cardíaca más completa

( cuadro 30-4 )

.

La decisión de realizar la canalización venosa central antes o

después de la inducción de la anestesia está guiada más a menudo

por las preferencias individuales del enfermo y el médico o por las

prácticas habituales de cada institución. En cualquier paciente

sedado en exceso o que no coopere durante la técnica debería con-

siderarse el abandono de los intentos de canalización venosa central

en el período preoperatorio y proceder a la inducción de la anestesia

y a la intubación traqueal, según lo previsto, para más tarde lograr

el acceso vascular central en circunstancias más controladas.

Elección del método, del catéter y del lugar

para la canalización venosa central

Los catéteres venosos centrales tienen longitudes, calibres, composi-

ciones y números de luces variable

s 89,90

. Estas características cambian

en función del objetivo de la cateterización, bien la monitorización

de la PVC u otras necesidades terapéuticas o bien para su uso a corto

o a largo plazo. Por tanto, resulta fundamental que el médico elija el

mejor catéter para una aplicación determinada. Los catéteres de

múltiples luces de calibre 7 French de 20cm, que permiten tanto la

monitorización de la PVC como la infusión de fármacos, son los más

comune

s 91 .

Ha de tenerse en cuenta que la resucitación rápida con

fluidoterapia es más eficiente con el uso de catéteres intravenosos

periféricos de gran calibre, cortos, ya que el pequeño diámetro de

cada luz junto a la longitud global del catéter aumenta de una forma

importante la resistencia al flujo. Por ejemplo, según las especifica-

ciones del fabricante del producto, el flujo máximo de la luz 16 G de

un catéter venoso central estándar de 7 Fr y 20cm de longitud es la

cuarta parte que la de un catéter intravenoso periférico 16 G de 3cm

de longitud en una vena periférica grande.

Un popular método alternativo al acceso venoso central

multiluminal implica el uso de un introductor lateral en T que se

ajusta a varias llaves de paso para la perfusión de múltiples fárma-

cos, con un catéter de luz única insertado a través de la válvula de

hemostasia empleada para la monitorización continua de la PVC.

Aunque el uso de estas vainas introductoras más grandes también

tiene complicaciones, permiten la colocación rápida de un marca-

pasos o de un catéter arterial pulmonar (CAP) para una monito-

rización más intensiva, en caso de que se presente tal necesidad.

La selección del mejor lugar para la canalización venosa central

segura y eficaz requiere, por último, que el médico considere el obje-

tivo de la canalización (monitorización de la presión frente a perfu-

sión de fármacos o líquidos), las circunstancias médicas subyacentes

del enfermo, la intervención prevista y la habilidad y experiencia del

Monitorización cardiovascular

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Sección III

Control de la anestesia

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Figura 30-19

 Variación de la presión del pulso. La variación de la presión del

pulso (VPP) se calcula como la diferencia entre los valores máximo (PP

Máx

) y

mínimo de la presión del pulso (PP

Mín

) durante un ciclo de ventilación mecánica,

dividido por la media de esos dos valores. (Obsérvese que el trazado de la

presión arterial se muestra con objetivo de demostración y no en escala real).

Cuadro 30-4

 Indicaciones de la canalización venosa central

Monitorización de la presión venosa central

Cateterización y monitorización de la arteria pulmonar

Marcapasos cardíaco transvenoso

Hemodiálisis temporal

Administración de fármacos

Fármacos vasoactivos concentrados

Hiperalimentación parenteral

Quimioterapia

Administración de fármacos que irritan las venas periféricas

Tratamiento antibiótico de larga duración (p. ej., endocarditis)

Perfusión rápida de líquidos (a través de vías de gran calibre)

Traumatismos

Cirugía mayor

Aspiración de embolias gaseosas

Acceso venoso periférico inadecuado

Punto para la extracción repetida de muestras de sangre