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es el momento adecuado de la medición respecto al

ciclo respirato-

rio,

en especial en pacientes que reciben ventilación mecánica con

presión positiva. Como el volumen sistólico del ventrículo derecho

varía hasta un 50% durante el ciclo respiratorio, el «muestreo»

limitado de volúmenes de eyección del ventrículo derecho esta-

blecidos mediante la técnica de termodilución del bolo puede dar

lugar a determinaciones ampliamente variables del gasto cardíaco,

dependiendo del punto del ciclo respiratorio en que se realice dicha

determinació

n 369 .

Aunque la reproducibilidad de las determinacio-

nes consecutivas mejora de forma considerable cuando las inyec-

ciones de los bolos se sincronizan en la misma fase del ciclo

respiratorio, la determinación precisa del gasto cardíaco medio se

logra con mayor fiabilidad mediante la realización de múltiples

inyecciones durante las distintas fases del ciclo respiratorio y

después promediando los resultado

s 361,369 .

Monitorización continua del gasto cardíaco

mediante termodilución

Las tecnologías más recientes aplicadas a la monitorización

mediante CAP permiten una monitorización casi continua del

gasto cardíaco con el uso de indicadores térmico

s 370,371

. Brevemente,

este método implica la liberación de pequeñas cantidades de calor

desde un filamento térmico de 10 cm, incorporado a la porción

ventricular derecha de un CAP aproximadamente a 15-25 cm del

extremo del catéter y se analiza la señal térmica determinada por

el termómetro del extremo del catéter en la arteria pulmonar. El

filamento térmico realiza ciclos en una secuencia binaria seudoa-

leatoria, y el gasto cardíaco proviene de la correlación cruzada de

la temperatura determinada en la arteria pulmonar y la secuencia

conocida de activación del filamento térmic

o 371

. En general, el valor

representado para el gasto cardíaco se actualiza cada 30-60 segun-

dos y constituye el valor medio del gasto cardíaco determinado en

los 3-6 minutos previos. En una investigación de laboratorio que

analizaba cómo respondían las determinaciones del gasto cardíaco

continuo (GCC) a las situaciones hemodinámicas inestables como

la hemorragia y la reanimación con líquidos, Siegel y cols. demos-

traron que los cambios GCC eran mucho más lentos que los detec-

tados mediante una sonda ecográfica de flujo, la presión arterial o

la saturación venosa mixta de oxígen

o 372 .

A la vista de estos retrasos

inherentes, los métodos actuales de monitorización del GCC

mediante CAP no deberían considerarse dispositivos continuos en

tiempo real, sino más bien técnicas que proporcionan valores con-

tinuos y con frecuentes actualizaciones del gasto cardíaco.

Normalmente, los métodos de determinación del GCC

parecen tener un buen grado de correlación con las determinacio-

nes estándar del gasto cardíaco mediante termodilución de bolo o

las técnicas con sondas electromagnéticas de fluj

o 370,373 .

En un

estudio pequeño, multicéntrico, Mihm y cols. observaron que los

métodos de GCC proporcionaban una determinación fiable desde

el punto de vista clínico en un grupo de 47 pacientes de cuidados

intensivo

s 370

. El dispositivo funcionó bien en los enfermos en un

amplio rango de valores de gasto cardíaco (1,6-10,6 l/min) y tempe-

raturas centrales (33,2-39,8 °C); el método no mostró ningún dete-

rioro en la medición en el período de monitorización de 72 horas.

En general, la monitorización del GCC parece ser más reproducible

o precisa que las técnicas estándar de termodilución de bolo, si bien

esto puede que tan sólo esté relacionado con el hecho de que los

métodos continuos representan un valor ponderado con el tiempo,

promediado, frente a la determinación única instantáne

a 374,375 .

Por varias razones prácticas la monitorización GCC térmica

caliente mediante CAP ha sido rápida y ampliamente aceptada en la

práctica clínica. Aunque estos catéteres son más caros que los CAP

estándar, se obvian las inyecciones de bolo para la determinación del

gasto cardíaco, con lo que se reduce de forma potencial el trabajo de

enfermería y el riesgo de sobrecarga de líquido o de infección.Además,

debido a que la monitorización GCC mediante CAP mide un valor

de gasto cardíaco que es un promedio derivado de los minutos

previos, las variaciones latido a latido en el volumen sistólico que se

producen durante un único ciclo respiratorio se representan todas

igualmente en el valor promedio del gasto cardíaco. Como conse-

cuencia, el gasto cardíaco determinado por el método GCC puede

proporcionar un valor más preciso del gasto cardíaco medio en los

pacientes sometidos a ventilación mecánica con presión positiva.

Sin embargo, al igual que las técnicas de termodilución por

bolo frío, las determinaciones de GCC mediante método térmico

caliente presentan ciertos problemas metodológicos que es preciso

reconocer y evitar. Tanto el ordenador que determina el GCC como

el catéter precisan una importante cantidad de tiempo para su

calentamiento y pueden funcionar pobremente en un ambiente

con una gran cantidad de ruido térmico, como puede ser el quiró-

fano de cirugía cardíaca. Como hemos mencionado previamente,

los monitores de GCC presentan un retraso inherente de 5 a

15 minutos en la respuesta a cambios súbitos en el gasto cardíaco,

dependiendo la magnitud de este retraso del tipo de alteración

fisiológica, así como de los algoritmos del ordenador del monitor

de GC

C 372 .

Aunque las modificaciones de los algoritmos de GCC

proporcionan un tiempo de respuesta rápida en «Modo STAT», los

cambios en el gasto cardíaco aún son detectados más lentamente

por el sistema de monitorización del GCC que por otros métodos,

como la determinación directa de la presión arterial directa o la

oximetría venosa mixta. En efecto, la técnica de GCC implica un

equilibrio fundamental entre un tiempo de respuesta rápido y la

fiabilidad global de la medida. No se han definido los estándares

para esas características de funcionamiento, pero es preciso sopesar

el tiempo de respuesta frente a la estabilidad de los valores visua-

lizados y su inmunidad frente a ruido térmic

o 374 .

Oximetría venosa mixta mediante

catéter de arteria pulmonar

Aunque el método formal de Fick para determinar el gasto car-

díaco no se aplica ampliamente en la práctica clínica, las relaciones

fisiológicas descritas por la ecuación de Fick constituyen la base de

otra técnica de monitorización mediante CAP, denominada

oxime-

tría continua venosa mixta

. El reajuste de la ecuación de Fick

muestra los cuatro determinantes de la saturación venosa mixta de

hemoglobina:

Sv– o

2

=Sao

2

− ​ 

V˙ o

2

___________  

Q˙ ×1,36×Hb

 ​

(1)

donde Sv– o

2

= saturación venosa mixta de hemoglobina  (%)  

Sao

2

= saturación arterial de hemoglobina  (%)  

V˙ o

2

=consumo de oxígeno  (ml o

2

/min)

  Q˙ =gasto cardíaco  (l/min)  

Hb=concentración de hemoglobina  (g/dl)

Mientras que la saturación arterial de hemoglobina, el

consumo de oxígeno y la concentración de hemoglobina se man-

tengan estables, la saturación venosa mixta de hemoglobina puede

usarse como indicador indirecto del gasto cardíaco. Por ejemplo,

cuando el gasto cardíaco disminuye, la extracción tisular de oxígeno

aumenta y la sangre venosa mixta tendrá un menor contenido de

oxígeno y una menor saturación de oxígeno de la hemoglobina. Sin

embargo, como se ha visto en esta ecuación, la saturación venosa

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Control de la anestesia

III