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1.

Frecuencia cardíaca:

la frecuencia es superior a 100latidos/min

en el paciente adulto, y puede llegar hasta 170latidos/min. Los

pacientes con una arteriopatía coronaria significativa pueden no

tolerar frecuencias cardíacas tan bajas como 70 o 80latidos/min,

ya que pueden desarrollar isquemia miocárdica. Del mismo

modo, los pacientes con estenosis mitral o aórtica grave pueden

ser sensibles a incrementos, inclusomoderados, de la frecuencia

cardíaca.

2.

Ritmo:

regular.

3.

P/QRS:

proporción 1:1.

4.

Complejo QRS:

normal. Puede haber una depresión asociada

del segmento ST en los incrementos graves de la frecuencia

cardíaca, lo que provocaría isquemia miocárdica.

5.

Importancia:

las taquicardias prolongadas en enfermos con

cardiopatías subyacentes pueden precipitar un IM e insufi-

ciencia cardíaca congestiva (ICC), debido al incremento

necesario del trabajomiocárdico y a la disminución del aporte

de oxígeno miocárdico debido a la disminución del tiempo

de perfusión coronaria. Un problema diagnóstico importante

aparece cuando la frecuencia cardíaca es de 150 latidos/min,

pues ésta es una frecuencia común para la taquicardia sinusal,

la taquicardia auricular paroxística o el flúter auricular con

bloqueo 2:1. Estas tres arritmias pueden distinguirse en oca-

siones mediante el masaje del seno carotídeo o con la admi-

nistración de edrofonio o fosfato de adenosina.

6.

Tratamiento:

se debe tratar el trastorno subyacente. Las causas

más comunes son la hipovolemia y un plano anestésico super-

ficial. En los pacientes con cardiopatía isquémica en los que

se desarrolla taquicardia, los betabloqueantes deben usarse

con cautela para prevenir la isquemia miocárdica, indepen-

dientemente de que haya cambios en el segmento ST. En estos

pacientes debe solucionarse la hipovolemia u otras causas.

Arritmia sinusal

El impulso del marcapasos se origina en el nódulo sinusal, pero la

arritmia se manifiesta por una frecuencia variable. El intervalo PR

es normal, lo mismo que el complejo QRS. A menudo, aunque no

de manera invariable, la frecuencia aumenta con la inspiración y

disminuye con la espiración. Este tipo de arritmia es más común

en los niños que en los adultos. La frecuencia cardíaca oscila entre

60 y 100 latidos/min, el ritmo es irregular, la relación P/QRS es de

1:1 y el complejo QRS tiene una morfología normal. La arritmia

sinusal tiene poca relevancia clínica, se considera un hallazgo

normal y no requiere tratamiento.

Extrasístoles auriculares

Un marcapasos ectópico situado en las aurículas izquierda o

derecha inicia el extrasístole auricular (ESA). La morfología de la

onda P es diferente de la originada en el nódulo sinusal habitual, y

puede estar invertida. El intervalo PR puede ser más corto o más

largo de lo normal, según la localización del foco ectópico y la

refractariedad de la vía de conducción del nódulo auriculoventri-

cular. Los ESA se propagan a través del nódulo auriculoventricular

(NAV) y del sistema de conducción ventricular y, de forma retró-

grada, alcanzan el nódulo sinusal, volviendo a arrancar el marcapa-

sos sinusal. El intervalo desde el ESA hasta el latido sinusal siguiente

es, por tanto, un ciclo sinusal normal (es decir, sin pausa compen-

sadora). La ausencia de pausa compensadora constituye un rasgo

distintivo relevante entre los ESA y los extrasístoles ventriculares

(ESV). En ocasiones, los ESA pueden encontrarse el sistema de

conducción ventricular en periodo refractario. En este caso, se pro-

pagan hacia abajo a lo largo de una vía aberrante y generan un

complejo QRS anormal. Reciben el nombre de ESA con conducción

ventricular aberrante, y pueden confundirse fácilmente con los ESV.

Dado que el período de recuperación del sistema de conducción

del ventrículo derecho supera en duración al del izquierdo, la

variante de aberración más común aparece en forma de bloqueo de

rama derecha del haz de His (BRDHH). Los puntos que ayudan a

distinguir los ESA con una conducción ventricular aberrante de los

ESV son: 1) la presencia de una onda P precedente, por lo general

con una configuración anormal; 2) un complejo QRS con configu-

ración de BRDHH; 3) la presencia de un complejo ventricular rsŔ

en V

1

, y 4) el hallazgo de que las fuerzas vectoriales iniciales son

idénticas a las del latido precedente, mientras que en los ESV son

opuestas. Otras características de los ESA son las siguientes:

1.

Frecuencia cardíaca:

variable, según la frecuencia de los ESA.

2.

Ritmo:

irregular.

3.

P/QRS:

habitualmente 1:1. Las ondas P tienen distintas con-

figuraciones, e incluso pueden perderse en los complejos

QRS o las ondas T. En ocasiones, la onda P es tan precoz que

coincide con el período refractario ventricular, de modo que

falla la conducción de un latido.

4.

Complejo QRS:

habitualmente normal, a no ser que exista

aberración ventricular.

5.

Importancia:

en un estudio, los ESA representaban el 10% de

todas las arritmias intraoperatorias. Tienen poca repercu-

sión clínica, pero cuando son frecuentes pueden preceder a

otras arritmias supraventriculares más graves o pueden ser

un signo de intoxicación digitálica.

6.

Tratamiento:

rara vez es necesario.

Taquicardia supraventricular paroxística

La taquicardia supraventricular paroxística (TSVP) se caracteriza por

un ritmo regular rápido, por lo general con un complejo QRS estre-

cho, sin la onda P del nódulo sinusal normal. La inclusión de taqui-

cardias que comprometen al nódulo auriculoventricular (AV)

( fig. 32-11 )

permite una clasificación etiológica útil: taquicardias por reen-

trada en el nódulo auriculoventricular, por vías auriculoventriculares

accesorias aparentes u ocultas, o, con menor frecuencia, por reentrada

en el nódulo sinusal. Las taquicardias auriculares ectópicas, o ectópi-

cas de la unión, también se encuentran entre las TSVmenos comunes.

Otra variante es la taquicardia sinusal inapropiada o persistente. Los

ritmos de las TSVP suelen tener un comienzo y una finalización

repentinos. Es fácil distinguirla de la fibrilación auricular rápida, que

es un ritmo irregular, o del flúter auricular rápido, que tiene ondas de

aleteo.

1.

Frecuencia cardíaca:

130-270  latidos/min.

2.

Ritmo:

habitualmente regular, a menos que el impulso se

origine en varios focos auriculares.

3.

P/QRS:

existe una relación 1:1, aunque en ocasiones la onda

P puede estar oculta en el complejo QRS o en la onda T.

4.

Complejo QRS:

en general normal, si bien pueden observarse

cambios del segmento ST y de la onda T sugestivos de isque-

mia. Puede haber una aberración de la conducción ventricu-

lar, que complica el diagnóstico diferencial con la taquicardia

ventricular. La TSV también se puede confundir con la taqui-

cardia sinusal, el flúter auricular y la fibrilación auricular.

Para diferenciar estos ritmos, tradicionalmente se utilizaba el

masaje carotídeo o la administración de edrofonio (5-10mg

por vía intravenosa). Más recientemente se ha usado adeno-

sina (6-12mg en bolo i.v.) para desacelerar la frecuencia,

potenciando de forma transitoria el grado normal del bloqueo

Electrocardiografía

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Sección III

Control de la anestesia

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