Table of Contents Table of Contents
Previous Page  1136 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 1136 / 2894 Next Page
Page Background

Fibrilación auricular

La fibrilación auricular es una arritmia producida en un foco auri-

cular irregular y excesivamente rápido sin ondas P en el ECG; en

su lugar se aprecia una actividad de fibrilación fina (ondas f; v.

fig. 32-12 )

. Éste es el ritmo irregular que se detecta con más fre-

cuencia. A menudo se denomina

irregularmente irregular

y puede

asociarse a falta de pulso. Sus características son las siguientes:

1.

Frecuencia cardíaca:

la frecuencia auricular es de 350-500  latidos/min y la respuesta ventricular es de 60-170  latidos/min.

2.

Ritmo:

irregularmente irregular.

3.

P/QRS:

la onda P está ausente y es reemplazada por ondas f

o sin actividad auricular obvia en absoluto.

4.

Complejo QRS:

normal.

5.

Importancia:

las causas de la fibrilación auricular son las

mismas que las del flúter auricular. Este ritmo se asocia a

menudo a cardiopatías graves; sin embargo, cada vez se ven

más casos de fibrilación auricular paroxística idiopática soli-

taria. La relevancia clínica y el tratamiento de la fibrilación

auricular también son similares a los del flúter auricular, salvo

por dos consideraciones importantes. La pérdida de la

«patada» auricular (volumen de sangre adicional aportado

por la contracción auricular) secundaria a una contracción

ineficaz de la aurícula puede disminuir el llenado ventricular

y comprometer, de manera notable, el gasto cardíaco. Entre 24

y 48 horas después de su aparición, la fibrilación auricular

puede asociarse al desarrollo de trombos auriculares, con la

consiguiente aparición de embolias pulmonares y sistémicas.

La fibrilación auricular es la arritmia postoperatoria más

comúny tiene repercusionesnotables sobre la saluddel paciente.

La fibrilación auricular postoperatoria complica hasta el 8% de

todas las cirugías no cardíacas, entre el 3 y el 30% de las cirugías

torácicas no cardíacas, y entre el 16 y el 46% de las cirugías

cardíacas. Aumenta la morbilidad, la mortalidad, la duración y

el coste de los ingresos hospitalarios. El riesgo de fibrilación

auricular después de una cirugía cardíaca o no cardíaca puede

estar influido por diversos factores epidemiológicos e intraope-

ratorios, así como por la presencia de trastornos cardiovascu-

lares o pulmonares previos. Normalmente es un fenómeno

reversible y transitorio que puede desarrollarse en pacientes

con un sustrato electrofisiológico para la arritmia que está pre-

sente antes de la cirugía o que aparece como resultado de ella.

En numerosos estudios se respalda la eficacia de los betablo-

queantes en la prevención de la fibrilación auricular postope-

ratoria. La administración perioperatoria de amiodarona,

sotalol, antagonistas de los canales del calcio no dihidropiridí-

nicos y sulfato de magnesio se ha asociado a una disminución

en la incidencia de fibrilación auricula

r 44 .

6.

Tratamiento:

a.

Fibrilación auricular aguda:

el tratamiento de la fibrilación

auricular aguda es similar al del flúter auricular. Hay que

prestar más atención a la respuesta ventricular, y en espe-

cial con la administración de diltiazem o esmolol por vía

intravenosa. La ibutilida puede restablecer el ritmo sinusal,

pero es menos eficaz que en el tratamiento del flúter. La

cardioversión sincronizada con CD debe reservarse para

enfermos con inestabilidad hemodinámica significativa.

Sin embargo, si la fibrilación lleva establecida más de

48 horas, los intentos por restablecer el ritmo sinusal pueden asociarse a un mayor riesgo de tromboembolia. En el

paciente con pruebas de coagulación normales, debe con-

siderarse una anticoagulación adecuada durante 3-4 se­

manas antes de intentar restablecer el ritmo sinusal. Una

alternativa consiste en realizar una exploración ecocardio-

gráfica transesofágica para descartar la existencia de

trombos auriculares. Los modernos avances en las técni-

cas electrofisiológicas para la desfibrilación ventricular

con choques de corriente bifásica se han mostrado supe-

riores a las técnicas con corriente monofásica convencio-

nal (que se comentan más adelante). Pese a todo, todavía

están aflorando datos relativos a las descargas bifásicas para

la conversión de la fibrilación auricular. En un estudio mul-

ticéntrico, doble ciego y aleatorizado, hecho por los investi-

gadores del BiCar

d 45 ,

se comprobó que las ondas de choque

bifásicas son más eficaces para la cardioversión de la fibri-

lación auricular, requieren un menor número de descargas

y disminuyen la energía suministrada, además de provocar

menos lesiones cutáneas que las ondas de choque monofá-

sicas. Estos resultados son similares a los observados en

los estudios de fibrilación ventricular.

b.

Tratamiento a largo plazo:

el tratamiento a largo plazo de

la fibrilación auricular es variable, y depende de factores

como la naturaleza constante o paroxística de la arritmia,

la naturaleza de la cardiopatía subyacente y el estado de la

función ventricular o de la estabilidad o la reserva hemo-

dinámica. La anticoagulación debe considerarse firme-

mente en las personas de edad avanzada o en el caso de

factores de riesgo específicos (p. ej., hipertensión, diabetes

mellitus,disfunciónsistólicagravedelventrículoizquierdo).

La ablación con electrocatéter de la unión auriculoventri-

cular y la introducción de marcapasos permanentes ha

aumentado en los casos de difícil control de la respuesta

ventricular con fármacos convencionales (p. ej., betablo-

queantes, antagonistas de los canales del calcio, digitáli­

cos). Estas técnicas no son curativas, sino meros pro-

cedimientos de control de la frecuencia. Consiguen,

además, una contracción del ritmo ventricular regular.

Una alternativa terapéutica en los enfermos que entran y

salen de una fibrilación auricular era utilizar desfibrilado-

res auriculares implantables, que funcionan de forma pare-

cida a sus homólogos ventriculares (v. cap. 33). Hoy en día,

las aplicaciones de estos dispositivos son muy limitadas. El

procedimiento electrofisiológico de corriente «curativo»

consiste en aislar la vena pulmonar septal mediante abla-

ción con catéter de radiofrecuencia (v. cap. 51

) 46

.

Los antiarrítmicos de la clase Ic (es decir, flecainida o

propafenona) se han convertido en los fármacos de elec-

ción en ausencia de coronariopatía o de disfunción sistó­

lica grave del ventrículo izquierd

o 47

. El empleo de anti-

arrítmicos de la clase Ia (es decir, quinidina, procainamida

y disopiramida) ha disminuido de manera brusca por

las dudas que plantean su actividad proarritmógena y

sus efectos secundarios sistémicos y orgánicos. El uso de

antiarrítmicos que bloquean las corrientes de potasio

repolarizantes (es decir, sotalo

l 48

y amiodaron

a 49 )

ha adqui-

rido cierta popularidad para la supresión de la fibrilación

auricular en personas con una cardiopatía estructural sig-

nificativa. El sotalol, sin embargo, tiene mucha menos efi-

cacia que los fármacos de la clase Ic para revertir una

fibrilación auricular. Los modernos fármacos de la clase III

muestran una buena eficacia para revertir una fibrilación

auricular. La ibutilida revierte rápidamente y puede ser

eficaz hasta en el 50% de los caso

s 50 ,

y es más eficaz que el

sotalol o la procainamida. Todos estos fármacos mencio-

nados para el tratamiento de la fibrilación auricular tienen

efectos cardiovasculares adversos notables, siendo los más

importantes la torsades de pointes (fibrilación ventricular),

la ICC, la bradicardia y la hipotensió

n 51

.

1136

Control de la anestesia

III