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Acciones no clásicas y no competitivas

de los fármacos neuromusculares

Varios fármacos pueden interferir con el receptor para cambiar la

transmisión, directamente o a través de su entorno lipídico. Estas

sustancias reaccionan con el receptor neuromuscular para cambiar

su función e impedir la transmisión, pero no actúan a través del

sitio de unión a la acetilcolina. Estas reacciones provocan cambios

en la dinámica del receptor inducidos por los fármacos y, en vez de

abrirse o cerrarse rápidamente, los canales modificados son perezo-

sos. Se abren más despacio y permanecen abiertos más tiempo o se

cierran de forma lenta y en varios pasos, o ambas situaciones. Estos

efectos sobre los canales producen los correspondientes cambios en

el flujo de iones y distorsiones del potencial de placa terminal. El

efecto clínico depende de los fenómenos moleculares. Por ejemplo,

la procaína, la ketamina, los anestésicos inhalatorios u otros fárma-

cos que se disuelven en los lípidos de la membrana pueden cambiar

las características de apertura o de cierre del canal

70,71

. Si se impide

que el canal se abra, la transmisión se debilita. Sin embargo, si se

impide que el canal se cierre de forma lenta o completa, la trans-

misión puede resultar potenciada. Estos fármacos no encajan en el

modelo clásico y la función neuromuscular alterada no está anta-

gonizada por concentraciones aumentadas de acetilcolina en la

zona perisináptica. Tales fármacos pueden estar involucrados en dos

reacciones clínicamente importantes: la desensibilización del recep-

tor y el bloqueo del canal. La primera se produce en la molécula del

receptor, mientras que la última sucede en el canal iónico.

Bloqueo por desensibilización

El RACh, debido a su flexibilidad y a la fluidez de los lípidos de

alrededor, es capaz de existir en diferentes estados conformaciona-

les

68-73

. Puesto que el receptor en reposo se encuentra libre de

agonista, su canal está cerrado. El segundo estado se produce cuando

dos moléculas de agonistas están unidas a la subunidad

a

del recep-

tor y éste ha sufrido el cambio de conformación que abre el canal y

permite el flujo de iones. Estas reacciones son las bases de la trans-

misión neuromuscular normal. Sin embargo, algunos receptores a

los que se unen agonistas no experimentan el cambio conformacio-

nal para abrir el canal. A los receptores que se encuentran en este

estado se les denomina desensibilizados (es decir, que no son sensi-

bles a las acciones de apertura del canal de los agonistas). Se unen

a los agonistas con una avidez excepcional, pero la unión no produce

la apertura del canal. Se desconocen los mecanismos por los cuales

se produce la desensibilización. La macromolécula del receptor, con

un peso 1.000 veces mayor que la mayoría de fármacos o gases, tiene

muchos lugares donde pueden actuar moléculas más pequeñas. La

interfase entre lípidos y proteínas del receptor es otro sitio de reac-

ción potencial. Se conocen varias conformaciones distintas de la

proteína y, puesto que la acetilcolina no puede provocar la apertura

del canal en ninguna de ellas, todas están incluidas bajo el término

funcional de

desensibilización

. Alguna evidencia sugiere que la

desensibilización se acompaña de la fosforilación de un residuo de

tirosina en la proteína del receptor

74,75

.

Aunque los agonistas (p. ej., la succinilcolina) inducen desensi-

bilización, los receptores se encuentran en un estado constante de

transición entre situaciones de reposo y de desensibilización, haya o

no agonistas. Los agonistas promueven la transición a un estado de-

sensibilizado o, puesto que se unen muy estrechamente a receptores

desensibilizados, atrapan al receptor en un estado desensibilizado. Los

antagonistas también se unen estrechamente a los receptores desensi-

bilizados y pueden atrapar moléculas en estos estados. Esta acción de

los antagonistas no compite con la de la acetilcolina; puede ser

aumentada por la acetilcolina si la última promueve el cambio a un

estado desensibilizado. La desensibilización puede conducir a que se

interpreten los datos de forma errónea. Superficialmente, la prepara-

ción parece normal, pero su respuesta a los agonistas o antagonistas

está alterada. Una variedad se produce muy rápidamente, en cuestión

de milisegundos tras la aplicación de un agonista. Esto puede explicar

la sensibilidad aumentada a los no despolarizantes tras la adminis-

tración previa de succinilcolina.También existe el fenómeno que causa

la administración prolongada de relajantes despolarizantes, y que se

conoce como

bloqueo de fase II

(v. «Bloqueo de fase II»). A menudo,

se hace referencia al mismo como bloqueo por desensibilización, pero

no debería ser así, puesto que la desensibilización de los receptores es

sólo uno de los muchos fenómenos que contribuyen a este proceso.

118

Fisiología y anestesia

I

Cuadro 4-1

 Fármacos que pueden causar o promover

desensibilización de los receptores colinérgicos nicotínicos

Anestésicos inhalatorios

Halotano

Sevoflurano

Isoflurano

Antibióticos

Polimixina B

Cocaína

Alcoholes

Etanol

Butanol

Propanol

Octanol

Barbitúricos

Tiopental

Pentobarbital

Agonistas

Acetilcolina

Decametonio

Carbacol

Succinilcolina

Inhibidores de la acetilcolinesterasa

Neostigmina

Piridostigmina

Difluorofosfato

Edrofonio

Anestésicos locales

Dibucaína

Lidocaína

Prilocaína

Etidocaína

Fenotiacinas

Clorpromacina

Trifluoperacina

Proclorperacina

Fenciclidina

Bloqueantes de los canales de calcio

Verapamilo