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factores que influyen en la excreción tubular de solutos y agua se

encuentran las concentraciones local y sistémica de renina, aldos-

terona y ADH. En el quirófano, los pacientes suelen presentar una

inestabilidad hemodinámica; la reducción de la volemia o del gasto

cardíaco, la fluctuación de las concentraciones hormonales (p. ej.,

aldosterona, renina, ADH) y de los reflejos del sistema nervioso así

como el aumento de las concentraciones de catecolaminas,sumados

a los efectos de la anestesia general, pueden alterar el FG. Los datos

no respaldan que la oliguria sea un signo intraoperatorio fiable de

disfunción renal inminent

e 63,182-187

. Como dato notable, la falta

de correlación de la oliguria perioperatoria inmediata con la LRA

requiere añadir más elementos a los criterios de consenso recientes

establecidos sobre todo por nefrólogos y médicos de cuidados

intensivos como uno de los criterios para diagnosticar la LRA, por

ejemplo, los criterios RIFLE y AKI

N 30,31

.

Densidad específica de la orina

La densidad específica de la orina es la masa de 1ml de orina

comparada con 1ml de agua destilada. Los valores normales

oscilan entre 1,001 y 1,035. En situaciones de hipoperfusión o de

azoemia prerrenal, la densidad específica de la orina es elevada

(p. ej., 1,030), lo que refleja la capacidad renal para conservar el

sodio y el agua. Cuando se pierde la capacidad de concentración

debido a NTA, la densidad específica de la orina se asemeja a la

osmolaridad plasmática (es decir, 1,010). La densidad específica es

un sustituto de la osmolaridad (rango normal, 50-1.000mOsm/kg).

Por desgracia, cuando hay grandes cantidades de sustancias que

elevan la densidad específica sin modificar de forma significativa

la osmolaridad (p. ej., glucosa, proteínas, contrastes)

( tabla 35-2

),

una densidad específica urinaria elevada puede tranquilizar de

forma errónea sobre la conservación de la capacidad de concentra-

ción rena

l 188,189 .

La capacidad renal de concentrar la orina tras la

privación de agua se altera en los ancianos, lo que también hace

que la densidad específica urinaria sea una prueba poco fiable.

Osmolalidad urinaria

La osmolalidad es una medición del número de partículas con

actividad osmótica que están en solución en la fase del disolvente.

Es una de las principales fuerzas que movilizan el líquido en todo

el organismo, sobre todo en el riñón. En teoría, la osmolalidad

urinaria es mejor desde el punto de vista fisiológico a la densidad

específica de la orina como prueba de la función renal, sin embargo,

las mismas sustancias que hacen de la densidad específica urinaria

una prueba inespecífica también pueden afectar a la fiabilidad de

la osmolalidad urinaria (v.

tabla 35-2 )

. Un mecanismo defectivo

de concentración urinaria tiende a ser uno de los defectos más

constantes y duraderos de la IRA.

La sensibilidad y especificidad de la osmolalidad urinaria

como prueba para predecir o distinguir la NTA de la azoemia

prerrenal son inadecuadas desde el punto de vista clínico

186,190-195 .

Con valores mayores de 500 mOsm, el valor predictivo positivo

(VPP) para el diagnóstico de la azoemia prerrenal oscila del 60 al

100%. Con valores menores de 350 mOsm, el VPP para el diag-

nóstico de NTA oscila del 69 al 95%.

Concentración sérica de creatinina

A pesar de todas sus limitaciones, la concentración sérica de crea-

tinina sigue siendo la herramienta diagnóstica más utilizada para

evaluar la función renal. Sin embargo, debido a su relación no

lineal con los cambios de la función renal (v.

fig. 35-10

), la varia-

bilidad interindividual y la susceptibilidad a los cambios no rela-

cionados con las modificaciones del FG (p. ej., cimetidina,

trimetoprima, acetilcisteína

) 196,197 ,

la elevación de la concentración

sérica de creatinina sólo tiene una ligera fiabilidad como signo de

disfunción renal, y el FG puede estar reducido hasta en un 75%

antes de que las elevaciones alcancen niveles anómalo

s 198 .

La creatinina (un anhídrido cíclico de la creatina) es una

molécula pequeña (113 daltons), que se produce de forma continua

durante el catabolismo proteico del músculo esquelético. La masa

muscular, que es menor en las mujeres y se reduce con la edad,

predice de forma directa la producción de creatinina. Curiosamente,

las diferencias del FG relacionadas con la edad y el sexo se corres-

ponden bien con las diferencias de producción de creatinina, de

modo que las concentraciones séricas normales de creatinina sérica

varían poco con la edad o entre los sexos

( fig. 35-11 )

. Las concen-

traciones de creatinina en los líquidos corporales (p. ej., plasma,

suero, orina) también son fáciles y baratas de medir. Estas propieda-

des han hecho que la creatinina sérica sea un marcador fundamental

de los cambios de la filtración renal en equilibrio estacionario.

El desarrollo de una definición de consenso de LRA ha sido

un motivo de interés reciente. Una opinión de consenso de la Acute

Kidney Injury Network recomienda que se use el término

LRA

para

representar a todo el espectro de IR

A 30

. La definición de la AKIN,

según la cual una elevación de 1,5 veces o 0,3mg/dl (

26,4

m

mol/l)

de la creatinina en un período de 48 horas o más de 6 horas de oli-

guria (

<

0,5ml/kg/h) es una modificación de su predecesor, corres-

pondiente a los criterios denominados RIFLE del Acute Dialysis

Quality Initiative (ADQI) Grou

p 31 .

La definición de IRA de la Society

of Thoracic Surgeons es específica de la cirugía cardíaca y consiste

en un aumento de al menos dos veces de la creatinina hasta un valor

superior a 2mg/dl, la necesidad nueva de diálisis, o ambos factore

s 25 .

Otra definición usada habitualmente de LRA requiere un incremento

de la creatinina superior al 25% o a 0,5mg/dl (44

m

mol/l

) 26,37

.

Aunque la creatinina tiene muchas ventajas como marcador

de los cambios de la función de filtración, sus numerosos inconve-

nientes siguen estimulando la búsqueda de un marcador más ideal

de filtración renal. En situaciones como el período perioperatorio,

donde el equilibrio estacionario es difícil de determinar, la creati-

nina sérica puede no reflejar con precisión la magnitud de la pérdida

de nefronas, y los cambios relativos de la creatinina sérica pueden

ser más relevantes que si un valor está dentro o fuera del rango de

referencia. Debido a que la producción de creatinina es proporcio-

nal a la masa muscular, muchos pacientes ancianos con enferme-

dades crónicas y malnutridos tienen unos valores de creatinina

sérica en el rango de referencia, a pesar de presentar una capacidad

renal de concentración y un FG menores. Por el contrario, muchos

pacientes en estado crítico que tienen un riesgo de desarrollar IRA

pueden presentar una tasa metabólica elevada, lo que significa una

mayor producción de desechos nitrogenados que requiere un FSR

y una diuresis superiores a la media para mantener la concentración

sérica normal de creatinina. Como la creatinina se excreta por fil-

tración glomerular y secreción tubular, a medida que el FG dismi-

1224

Control de la anestesia

III

Tabla 35-2

 Sustancias y trastornos que afectan a la densidad específica

de la orina y a la osmolalidad urinaria

Proteínas

Glucosa

Manitol

Dextrano

Diuréticos

Edad avanzada

Extremos de edad

Contraste radiológico

Antibióticos (p. ej., carbenicilina)

Calibración del hidrómetro

Detergentes

Temperatura

Desequilibrios hormonales